Bueno, sinceramente he estado aquí desde hace ¿48 horas? no lo sé. Sólo sé que ese idiota no volvió más.
Te dejaron aquí...
Te dejó encerrada...
¡Levantate!
Creo que esta vez mi cerebro tenía razón. Aprovechando que ya casi nada me dolía, por el descanso y el buen cuidado, me levanto de la cama. Como puedo empiezo ha tocar todo a mi alrededor, sintiendo la madera que llevo observando hace días como un maldito zombie.
El olor que hay aquí no tiene precio, es demasiado rico. Ese olor a bosque con nieve y algo más es grandioso. Abro despacio la puerta mirando que no haya nadie. No hay nadie.
Salgo en ropa interior a revisar, sí considero buscar ropa me haría perder mucho más tiempo y sería en vano salir, así que lo ignoro.
Es una gran cabaña, el living lo comparte con la cocina, pero cada lugar tiene su espacio.
Hay dos cuartos, y el otro, con una puerta distinta, supongo que es el baño. Dios me oiga y ojalá sea un baño, llevaba todo un día sin ir a orinar. En el living hay una tele sobre un mueble, un sillón donde creería que entran tres personas, no muy grande.
La cocina es normal, sólo que tiene decoraciones viejas, dándole un ambiente lindo, navideño y medio tenebroso también. Todo un sueño.
Voy hasta una habitación donde hay olor a hombre, bastante fuerte y delicioso.
La cama tiene sábanas azules que parecen ser muy aterciopeladas, unas almohadas grandes sobre ella, unas mesas de noche en cada lado, un gran armario donde puedo ver ropa y trajes de hombre y, un ventanal del lado izquierdo muy grande, que me deja ver un paisaje tan hermoso que me deja anonadada.
Me acuesto en la cama y confirmo que es demasiado cómoda mientras veo el atardecer.
Me levanto en un momento, sin saber la hora, y voy hasta el otro cuarto, donde solo hay una cama sin sábanas y una mesa de noche.
Raro, y raro porque ya sería la segunda habitación que tiene y él se supone que vive solo.
Voy al otro que claramente ya veo que es él baño, pero no un baño tan normal.
Su bañera cumple la función de jacuzzi, tiene una cortina transparente, un espejo que casi ocupa toda la pared y el lavamanos es bastante grande, en forma de tazon. Creo que entra toda mi cabeza.
Aquí puedo apreciar mi cara y cuerpo, ambos tienen moretones, algunos más oscuros o más violetas que otros.
Mi frente y cabeza tienen una tela que envuelve todo su alrededor, mi frente, también, tiene un parche que supongo que es por una leve lastimadura y mi boca está partida, más un tajo que está cicatrizando.
Sin contar que aún hay marcas en mi cuello y brazos.
Mierda que Antonio se esforzó en dejarme mal.
La puerta de entrada pareciera que sé cierra y me hace saltar del susto. Cierro la puerta para hacerme la que acabo de entrar en el baño y espero escuchar más.
— ¿Dónde andas?—se escuchan pasos hasta aquí— cuando salgas ve al living.
No respondo, solo dejo que se vaya.
Me lavo la cara y quito la tela que está en mi cabeza, más otras telas que envuelven mis piernas y brazos.
Cuando las saco veo que mi piel está bien y que ya no duele, cicatrizó. Lo mejor es que no quedó ninguna marca innecesaria, sólo sé cerró.
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Independiente
RomanceAda es una chica de solo 19 años, cuya vida es un desastre. Su padre es el dueño y el gran organizador de su peor pesadilla llamada "Dark Place". El cual es visitado por muchos sujetos peligrosos, desde mafiosos a narcotraficantes. Su padre conside...