Un instante || Soukoku/Shin Soukoku

X. Conflicto

— Fyodor... ¿Tienes un minuto?— Dazai llegó directamente con el azabache, todos miraron sorprendidos al castaño ya que por primera vez, su rostro mostraba una expresión seria y de  enojo.

Fyodor tragó saliva y asintió mientras se levantaba y seguía a Dazai fuera de la oficina donde estaban todos sus compañeros.

— ¿De qué quiere hablar conmigo, Dazai-san?— el azabache estaba apunto de decir algo más cuando Osamu se adelantó.

— ¿Por qué le diste esa pulsera a Chuuya?— preguntó con un semblante frio, distante y cortante— ¿Quién te dio el derecho de darle obsequios a mi pareja?— comenzó a acercarse a Fyodor con determinación, el ojipurpura retrocedió un poco asustado parpadeando varias veces— ¡Dame una explicación creíble antes de que te de un buen puñetazo!

— ¡Espere, Dazai-san!

— ¡¿Por qué le diste esa jodida pulsera a Chuuya?!— Dazai casi gritó con demasiada ira desbordando de sus ahora rojizos orbes.

— ¡No lo se! ¡No lo pensé bien, solo se la di!— Fyodor se trató de justificar chocando contra la pared. No tenía salida.

— ¡Por supuesto que lo sabes! No soy estúpido, Fyodor. Me di cuenta de como mirabas a Chuuya cuando fuiste a mi casa.— dijo el castaño con una voz profunda— ¿Qué es lo que pretendes con él?

— Yo no- eso no es verdad, Dazai-san.— el azabache trataba de hacerle entender que no quería nada con Chuuya aunque él mismo sabía que eso era mentira.

— ¿Ah no? ¿Entonces por qué le diste esta maldita pulsera?— volvió a preguntar mientras sacaba de su bolsillo el delicado objeto. Fyodor abrió los ojos mirándolo fijamente y teniendo el impulso de arrebatárselo a Dazai.

— Dazai-san...

— ¡Responde!— gritó— ¿En dónde se la diste? ¿En dónde te lo encontraste para que le dieras esta cosa?

 — En las oficinas de la Port Mafia.— dijo sin pensar. Lo único que quería era quitarle la pulsera a Dazai e irse de ahí lo más rápido posible.

Dazai se sorprendió bastante.

¿Cómo qué en la Port Mafia? ¿Acaso él...?

Tomó por el cuello de la camisa al azabache y lo estampó contra la pared, aunque estuvieran de la misma estatura eso no impidió que el castaño lo alzara fácilmente.

— ¿Lo seguiste hasta su trabajo?— en ese momento Kunikida y Atsushi salieron al escuchar demasiado ruido encontrando a Dazai con Fyodor contra la pared— ¿Por eso ayer no estabas aquí? ¿Por eso te desapareciste todo el día?

— ¡Dazai, suelta a Dostoyevsky!— Kunikida llegó al lado del castaño tomándolo por los hombros, Atsushi por su parte estaba demasiado asustado como para hacer algo, el hecho de que viera de esa manera a Dazai era algo aterrador.

En ese momento el director de la Agencia salió con un semblante serio separando a Dazai de Fyodor. El castaño aún irradiaba enojo pero se dejó mover, el azabache por su parte cayó al suelo tratando de controlar su respiración, Atsushi llegó a su lado ayudándole a levantarse.

— Dazai-san... ¿Por qué...?— preguntó asustado el peliblanco mirando a su mentor, desconocía por completo esa actitud del castaño, además porque Atsushi se había dado cuenta que los ojos de Dazai habían cambiado a un tono rojo, cuando Osamu volvió en sí miró a todos sus compañeros para finalmente volver su mirada avellana a Fyodor.

— Dazai.— llamó el presidente, el castaño dirigió sus orbes hacia su superior, Fukuzawa le señaló la puerta de su oficina, Dazai a regañadientes fue hacia ahí, los demás solo miraban la escena sorprendidos— Sigan con su trabajo. Kunikida, verifica que el nuevo recluta este bien.— ordenó caminando hacia su despacho para después encerrarse junto con el castaño.