7.

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Las semanas junto a Harry habían sido de lo más divertidas, el rizado siempre lo iba a buscar después de clases, días atrás, Niall le había reprochado el hecho de que ya no pasaban tiempo juntos, ya que el "greñudo", como su rubio amigo lo llamaba, consumía todo su tiempo libre, y tal vez tenía razón, estaba pasando demasiado tiempo con el chico, a consecuencia de eso, sus sentimientos por Harry, comenzaban a crecer.

Grave error, pero Louis, aún no lo sabía.

Era viernes, el castaño se encontraba en las gradas terminando por fin toda la tarea que se le había acumulado mientras esperaba a que Harry saliera de su entrenamiento. El rizado le miró con una sonrisa, aunque él no lo dijera, le hacía ridículamente feliz saber que Louis estaba ahí para él.

El teléfono del más pequeño comenzó a sonar, sonrió al ver que era Alice, a decir verdad, también a ella la tenía muy abandonada.

"Louis, ¿dónde te metiste estas últimas semanas?". No podía verla pero, estaba completamente seguro que la chica tenía fruncido el ceño.

"Lo siento, he estado muy ocupado, te lo compensaré, lo prometo". Susurró bajito, de alguna manera, se sentía culpable.

"Está bien, solo te llamaba para recordarte que hoy es el último viernes del mes, sabes que esos días son para nosotros, así qué, no hagas planes, hoy, en tu casa, a las ocho, veremos películas de terror, como en los viejos tiempos".

Se dió una bofetada mentalmente al haber olvidado el plan, ese día había quedado de salir con Harry al autocinema, quizá, sí movía un poco los planes, no lo notarían, taanto, ¿O sí?.

"oh, tenía planes con Harry, iríamos al autocinema, creo que podría acompañarnos, ¿puede?". Rogaba porque Alice dijera que sí.

"uhm, ¿harry?, está bien, no hay problema, creo..". La voz de chica había cambiado totalmente, tal vez Harry no le agradaba tanto, sería la oportunidad perfecta para que se conocieran y se llevaran bien.

"gracias, gracias, te prometo que se llevarán bien, te adoro, hasta más tarde". Dicho eso, colgó, tomando sus cosas, al ver que Harry ya no estaba en la pista de atletismo, bajó las gradas para dirigirse a los vestidores, quería comentarle los nuevos planes.

Al llegar, se hizo a un lado al ver a los compañeros de equipo del más alto, todos habían salido menos harry, entró con timidez al lugar. Buscó por cada pasillo pero no había rastro del ojiverde, unas manos en su cintura le hizo soltar un gritito, golpeando al cuerpo intruso con su mochila.

"¡joder Louis, soy yo!, ¿qué traes ahí? ¿piedras?". Abrió sus ojos a tope, mirando al mayor, acercándose a él un poco.

"¡Lo siento!, hazzie, pero fue tu culpa, nunca debes llegar por atrás". Arrugó su nariz, tratando de excusarse por su comportamiento de hace unos segundos, pero era verdad, le había dado un susto de muerte.

"¿No quieres que te llegue por detrás, bonito?". Lo volvió a sujetar de la cintura, acercándolo hasta su cuerpo.

"No me r-refería a eso, simplemente que me asustaste y que no debes volver hacerlo". Las mejillas del más pequeño estaban sonrojadas, la cercanía con Harry le ponía muy nervioso.

"Lo tomaré como un sí".

Con una de sus manos, sujetó a Louis de la cintura, dándole vuelta a su cuerpo, dejando su trasero sobre su pelvis. Apretó más el cuerpo del menor contra él, ganándose un gemido bajito por parte del ojiazul. Sonrió para sí mismo, con su otra mano libre, sujetó su cuello a la par que restregaba su miembro ya despierto contra el fascinante culo del más chico.

Louis relamió sus labios, se sentía tan bien, cerró sus ojos, disfrutando. No era la primera vez que estaban en esa situación, hubieron algunas ocasiones anteriores, pero nunca culminaban debido a que, Louis siempre calentaba el agua pero no se metía a bañar, le gustaba dejar con las ganas al rizado, era más...emocionante. Aunque, no tanto para Harry.

𝘕𝘰𝘵𝘩𝘪𝘯𝘨 𝘪𝘴 𝘭𝘢𝘴𝘵 𝘧𝘰𝘳 𝘦𝘷𝘦𝘳   | 𝘓𝘚 |  [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora