8.

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Con una enorme sonrisa Louis llegó a casa seguido de Harry, no había tenido la oportunidad de presentarle a Alice. Estaba un poco nervioso, esperaba que congeniaran, no le gustaría que dos personas muy importantes para él se llevarán mal.

"¡Estamos en casa!". Gritó el menor, esperando a que su prima hiciera acto de presencia.

"Mi niño, ¿cómo te fue en la escuela?". La voz de su madre les hizo voltear, sonrió ampliamente al ver a Harry. "Oh, hola, ¿quién es este lindo muchacho?". Codeó suavemente a su hijo.

Quería que la tierra se lo tragase. ¿Porqué había dicho eso? "Mamá, el es Harry, Harry, ella es mi mamá".

"Un gusto señora, Harry Styles, para lo que necesite". Estrechó su mano, regalándole una impecable sonrisa acompañada de un par de hoyuelos sobre sus mejillas.

"No me digas señora, me haces sentir vieja, puedes llamarme Johanna". Aceptó su mano, miró a Louis unos cuantos segundos.

Antes de que su madre pudiera decir algo que podría ponerlo en vergüenza, habló.

"Pensé que no estarías en casa, tenía entendido que saldrías". Llamó la atención de su madre.

"De hecho sí, saldré, me reuniré con las chicas, tal vez llegue un poco tarde, no me esperen despiertos". Le guiñó el ojo para después tomar sus cosas.

"De acuerdo, con cuidado, diviértete, si necesitas que vaya por ti, me avisas".

"Lou, no creo que ambos quepamos en tu bicicleta, cielo". Soltó una risa, haciendo que la mejillas del castaño se sonrojaran.

"Ush, la intención es la que cuenta". Rodó sus ojos divertido.

"Si están de acuerdo, si lo necesita, yo puedo traerla en mi auto". Mencionó el de risos, oh Harry, nos habíamos olvidado de ti.

"Que amable eres, corazón, pero no será necesario, le diré a una de las chicas que me traiga a casa". Le dió una sonrisa maternal al mayor, haciéndolo sentir cómodo, ese efecto tenía Jay.

"Bueno, pásala bien, te amo ma". Se acercó hasta la mujer para darle un abrazo y un beso sobre la mejilla.

"Gracias, Boo, Harry, fue un placer, estás en tu casa". Dicho eso, salió de casa, dejando a ambos jóvenes solos.

"Tu mamá es muy agradable". Confesó el más alto.

"Lo es, mi madre es un amor de persona, le caíste bien". Concordó Louis con una sonrisa.

"Genial, ya tengo ganada a mi suegra". Abrazó a Louis por los hombros, dejando un beso sobre su cabello, aspirando su dulce shampoo.

Sintió su rostro caliente, se tapó ambas mejillas para evitar que viera lo rojas que estaban.

"No las cubras, me encantan ver tus mejillas todas rojitas, joder, ¿cómo puedes ser tan lindo?". Sujetó su mentón para depositar un beso sobre sus labios.

No sabía si debía decir lo siguiente, a la mierda, lo diría.

"Creo que estoy enamorado de ti, Harry". Susurró bajito, temiendo que no fuera correspondido.

El silencio del mayor le hizo sentir mal, tal vez no debió de haber dicho eso, tal vez era muy rápido, pero así lo sentía, llevaban dos meses saliendo. Dios, ¡que tonto se sentía!

"Yo no creo estar enamorado de ti, Louis, en realidad  ya lo estoy". Acunó con ambas manos el rostro del castaño, acariciando la punta de su nariz contra la de él.

Los ojitos del más bajo brillaron, sentía como si su corazón se le quisiese salir del pecho, no había palabras para explicar lo emocionado que se sentía.

𝘕𝘰𝘵𝘩𝘪𝘯𝘨 𝘪𝘴 𝘭𝘢𝘴𝘵 𝘧𝘰𝘳 𝘦𝘷𝘦𝘳   | 𝘓𝘚 |  [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora