Ya habían pasado 2 semanas , ya podía ver el hueso de mi tobillo, la hinchazón había bajado un poco pero seguía igual de morado, el doctor me dijo que pronto me indicara cuales ejercicios debía de hacer para que mi tobillo volviera a tener fuerza.
Solo había podido caminar un poco pero hasta ahí, el dolor seguía siendo muy fuerte, pero el lado bueno es que ya me podía sentar correctamente, la herida de mi abdomen se había cerrado un poco pero ya no me dolía cuando me sentaba o me movía.
Los chicos habían sido muy atentos conmigo, me traen el desayuno a la cama, no me dejan solo mucho tiempo, y siempre revisan como va el progreso de mis heridas, me habían agradado en tan poco tiempo, tenia una mala imagen de ellos al principio.
Ahora mismo estaba acostado en mi cama, muriéndome del calor que hacía, llevaba puesto un short corto que me llegaba a los muslos, y una camisa holgada que era de Niki y aún así sudaba mucho, ya no aguante, me levanté de la cama, me apoyé de mi pie que no estaba lastimado, y di saltitos para ir a mi armario, necesito buscar ropa para irme a bañar.
Estaba concentrado en buscar ropa cómoda para ponerme, quería ponerme algo fresco por el calor que hacía, pero tampoco quería algo apretado, casi toda mi ropa era así, ya que pensé que saldría de la casa.
—Que haces?—dijo Jay.
—Dios mío, me asustaste.—dije riéndome por lo nervioso que estaba.
Cada vez que Jay me visitaba no podía evitar recordar lo que dijo Niki a si que siempre trataba de no molestarlo ni pedirle ayuda con algunas cosas.
—Ah yo nada solo estaba aquí.—dije un poco tímido, su presencia me hacía sentir vulnerable.
—Porque estas parado?, necesitas estar en reposo.—dijo dándome una mirada seria.
—Si, yo solo quería bañarme.—dije tratando de que no se me notara lo nervioso que estaba.
—entonces dejame ayudarte.—dijo acercándose más a mi.
—Ah no te preocupes, le iba a decir a mi nana.—dije muy nervioso, Jay se había acercado mucho a mi.
—Salio.—dijo Jay mirándome serio.
—Oh bueno entonces le digo a Niki.—dije volteando a ver mi cajón de ropa, puse mis manos en el cajón tratando de equilibrar mi peso, ya que solo estaba apoyado en un solo pie, el otro lo tenia un poco levantado para que no tocara el piso.
—También salió, acompañó a la abuela.—dijo acercándose más a mi, puso sus manos a lado de las mías, atrapandome contra el armario, pegando todo su cuerpo al mío.
—Porque no me dejas ayudarte?—dijo un poco triste mientras besaba mi hombro.
Yo no sabía que hacer o decirle, no podía decirle que su presencia me daba un poco de miedo, o que me daba miedo fastidiarlo.
—Yo e visto como a los demás si dejas que te ayuden, siempre eres muy bueno con ellos, les das abrazos y sonrisas y a mi nada, parece como si trataras de evitarme—dijo poniendo su mano en mi vientre bajo, haciendo que recargue mi espalda en su pecho.
—Es que acaso no te agrado?—dijo con el mismo tono de voz mientras besaba mi cuello.
Sus manos recorrían todo mi abdomen por encima de mi camisa, sus dedos se adentraron debajo de mi camisa, haciéndome suspirar por la manera en que estaba tocándome.
Con mucho cuidado me voltio, quedando cara a cara.
—No te gustó?—pregunto Jay bajando la cabeza.
—Si me gustas Jay Hyung.—dije un poco tímido mientras tomaba sus mejillas.
—Entonces porque me evitas, y no me dejas ayudarte.—dijo mientras tomaba mi cintura juntandola con la de el, de esa forma podía sentir un bulto extraño.
—Alguien me dijo que te ponías muy salvaje si te molestaban, y yo no quería molestarte.—dije un poco tímido mientras acariciaba sus mejillas.
—Yo...puede que si pero no lo seria contigo, no podría serlo contigo, de otra manera si.—dijo lo último muy bajo que no pude escucharlo bien
—Porque?—pregunte suspirando, su cercanía me estaba afectando, su presencia hacia que mis piernas temblarán.
—Por que te amo.—dijo acercándose más a mi.
Nuestros rostros quedaron a escasos centímetros, solo un centímetro para que nuestro labios se juntaran.
—No sabes cuánto esperé por esto.— dijo con voz un poco ronca a centímetros de mis labios.
Junto sus labios con los míos, haciéndome sentir una ola de electricidad pasar por mi cuerpo, no pude evitar gemir durante el beso, la sensación fue tan fuerte.
—Abre más la boca.—dijo Jay un poco ronco, jadeando sobre mi boca.
Por un momento le iba a preguntar el porqué, pero solo hice lo que me pidió.
Cuando abrí más mi boca, Jay me tomó de la parte detrás de mi cuello, nuestros labios se volvieron a juntar haciendo el beso mucho más profundo, Jay recorría toda mi boca, yo solo me aferraba a su espalda, mis piernas temblaban mucho tal cual como una gelatina.
Jay tocaba cada parte de mi como si fuera algo que solo una vez podría tener, yo solo me podía derretirme por sus toques.
El beso se volvió cada vez más profundo y salvaje, la habitación se llenó de chasquidos y jadeos, mi respiración cada vez era más fuerte, el aire no llegaba a mis pulmones.
Jay se separó del beso, y pude respirar, mi corazón latía como loco, Se sentó en mi cama y palmeó sus muslos.
—Ven aquí.—
Su mirada era dominante, me miraba como si me fuera su presa, a la que debía de cuidar para luego devorarla eso a la vez me asustaba, pero me atraía tanto.
Camine hacia el, y me puse a horcajadas, me deleite al sentir su erección contra mi trasero, sus manos recorrían mis piernas, muy ansiosas por tocar cada vez más, no pude esperar y empecé hacer un Vaivén de arriba hacia abajo, nuestros miembros hacían fricción, sentí como sus manos tomaron mis caderas, clavando sus dedos en ellas, me guió haciendo el Vaivén cada vez más frenético y delicioso.
—O-oh Sunoo.—Hechando su cabeza hacia atrás por el mar de sensaciones.
En un momento de descuido, Jay nos voltio, quedando el en medio de mis piernas, Mi pecho subía y bajaba al ritmo de mi respiración, Jay subió mi camisa hasta por encima de mi pecho, yo solo podía tratar de regular mi respiración.
Me dio una mirada que no supe interpretar, hasta que sentí como su lengua pasaba por un punto demasiado sensible, su lengua se movía con tanta agilidad sobre mi botoncito que me hacía arquear mi espalda por las sensaciones tan fuertes.
—o-oh... dios.— tape mi boca para callar mis gemidos.
Cuando terminó de jugar con mis botoncitos, me dio una mirada burlona.
—Si eso te gustó mucho, imagínate mi lengua en otros lugares.—dijo en voz baja mientras me guiñaba un ojo.
Yo no supe que decir, sentía hervir mi cara de lo sonrojado que estaba.
Empezó a bajar, hasta llegar a la parte baja de mi abdomen, me dio otra mirada que si supe interpretar, lo cual me negué, pero pareció ignorarme, empezó a repartir besos por todo mi abdomen, hasta que llegó a mi herida, hizo algo que me dejó atónito, lamió y besó mi herida.
Empezó a bajar poco a poco mi short, yo estaba ansioso por lo que venía.
Hasta que se escucho un golpe en la puerta seguido de mi nombre.
—Sunoo!—
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🛐¿ʏᴏᴜʀ ʙʟᴏᴏᴅ ᴛʏᴘᴇ ɪs?🛐SunHarem
Fanficsᴜɴᴏᴏ ᴇs ᴜɴ ᴄʜɪᴄᴏ ᴍᴜʏ ɪʀʀᴇsᴘᴏɴsᴀʙʟᴇ ǫᴜᴇ ᴏᴛʀᴀ ᴠᴇᴢ ᴀ ᴠᴜᴇʟᴛᴏ ᴀ ʀᴇᴘʀᴏʙᴀʀ ᴍᴀᴛᴇʀɪᴀs, sᴜ ᴍᴀᴅʀᴇ ʏᴀ ɴᴏ sᴀʙᴇ ǫᴜᴇ ʜᴀᴄᴇʀ, ʜᴀsᴛᴀ ǫᴜᴇ ᴅᴇᴄɪᴅᴇ ᴍᴀɴᴅᴀʀʟᴏ ᴀ ʟᴀ ᴄᴀsᴀ ᴅᴇ sᴜ ᴀʙᴜᴇʟᴀ ᴘᴀᴛᴇʀɴᴀ ᴇɴ ʟᴀs ᴠᴀᴄᴀᴄɪᴏɴᴇs ᴅᴇ ᴠᴇʀᴀɴᴏ. ʟᴏ ǫᴜᴇ ɴᴏ sᴀʙᴇ sᴜ ᴍᴀᴅʀᴇ ᴇs ǫᴜᴇ sᴜɴᴏᴏ ᴇsᴛᴀʀá ᴄᴏɴᴠɪᴠɪᴇɴ...