_CAMILLE_
—Que tengas buen día cariño—mi padre me sonrió abiertamente, cerré la puerta del carro poniéndome de pie en la acera.
Di un suspiro corto y caminé hacia la entrada encontrando un gran portón negro que era la entrada principal del lugar.
Bienvenidos al instituto de Ashlom.
Leí en mi mente y sin darle mucha importancia entré, pisando cada escalón recordaba las palabras de mi madre cuando me llevaba al jardín de niños en Francia.
Si alguien te hace algo solo dile a la profesora Camille.
Si alguien te pide algo responde amablemente.
No hagas nada malo.
Todas esas reglas que con el paso del tiempo rompía, no me malinterpretes, no soy una loca rebelde que desobedece a sus padres, me considero una hija ejemplar y... Bueno, una persona lo bastante buena y normal para vivir con padres super adictivos a la seguridad y normalidad, al menos así es mi madre.
Una vez en los pasillos del instituto me di cuenta de dos cosas:
Si no caminas rápido te empujan.
Y si caminas muy rápido te tropiezas con alguien para ganarte su mirada asesina.
Llegando a mi casillero asignado por la directora de la institución un día antes de llegar a Ashlom, por qué sí, esa es otra cuestión, mi madre es demasiado perfeccionista, si nada sale como ella quiere o como ya está planeado se desespera de una horrible manera, y es algo que alimenta a su ansiedad por lo que Papá y yo jamás le hemos cuestionado algo.
¿Y yo? Yo solo sigo su rutina para que ella esté bien.
Meto mi mochila en el casillero y saco un par de cuadernos, según mi horario me toca clase de Historia y Cálculo, cierto mi casillero y al instante me detengo en seco al tener contacto visual con un chico de vestido abaolutamente de negro, su mirada intimidante me da escalofríos y prefiero apartarla.
¿A que juegas niño bonito?
Siento como el pelinegro sigue mirándome, así que me armo de valor y me enderezo para voltear nuevamente hasta él, sin embargo él ya no está.
—¿A dónde te...—Unas fuertes manos toman mis hombros y yo lo único que puedo hacer es gritar y apartarme rápidamente.
—WoW, Tranquila chica, se que mi hermano es feo pero no es para que grites así —al girar me encuentro una chica un poco más baja que yo y un chico que es todo lo contrario. El chico a su lado la mira mal y se vuelve hacia mi para sonreír.
—Disculpa, no quisimos asustarte—Su voz sale tranquila y pacífica, pero también gruesa. Su sonrisa le hace ver más amigable de lo que aparenta- Somos...
—Zoe y Jaden Wolf— la Tal Zoe interrumpe a lo que veo, su hermano.
Empecé a analizarlos un poco más mientras ellos dos discuten sobre que se pueden presentar solos.
Ambos son altos pero Jaden le gana en estatura a su hermana, tienen una diferencia enorme, me cuesta creer que sean hermanos.
Zoe tenía el cabello negro y corto, sus ojos eran un misterio que me alimentaban de curiosidad, su color azul era igual al de los mechones teñidos en su cabello, Celestes, su cara era perfilada, sin duda, su corte le favorecía mucho.
Jaden por otro lado tenía el cabello en un tono café oscuro, su cabello rebelde se escapaba hasta su frente, tapandola un poco, Me parecía algo asombroso lo que veía en sus ojos, eran de un color azul casi parecidos a su hermana, sin embargo había un destello verde al rededor de la pupila del ojo, su tez era más bronceada comparada a su hermana.
—Oye —volví a la realidad dejando mis pensamientos de lado.
—¿Que pasa?—Zoe soltó una risita y repitió.
—¿Cómo te llamas?
—Me llamo Camille—sonreí amablemente, Zoe guío su vista hasta mi cabello y su expresión confundida me dijo todo— Ya me tengo que ir- me excuse rápidamente, Zoe me tomó del brazo con suavidad evitando así que siguiera con mi camino.
—Jaden nos vemos a la salida, tenemos que ir al baño, vamos Camille—Zoe no le dió tiempo de opinar a Jaden cuando ya me estaba llevando hacia el baño.
Tragué grueso, ¿Que estaba pasando? Mi primer día y ya tenía un problema con alguien, ni siquiera hice algo malo.
Buscando mil excusas en mi cabeza para decirle a madre que solo me había presentado amablemente con Zoe, me percaté que ya estaba en el baño.
Zoe me soltó y caminó hasta el espejo acomodando así su cabello, yo me quedé en una esquina y ella me miró con una sonrisa.
—Camille, tranquila no pienso hacerte nada malo.
—¿Como tu...
—Tu expresión lo dice todo—sonrió y se acercó, su mano tocó un mechón de mi peluca marrón y chasqueó con la lengua— Estaba por decirte que tu cabello me parecía bonito, hasta que vi un mechón blanco sobresalir de la peluca—mis mejillas se tornaron a un tono rojo, bajé la mirada apenada pero solo escuché una risita de Zoe— pero tampoco voy a juzgarte por eso, con peluca o sin peluca pienso que te ves genial— guiñó el ojo y nuevamente fue hasta el espejo.
Esta chica... Era algo extraña.
— ¿Gracias?
—¿Por qué lo tapas?— me miré al espejo por primera vez en este instituto, me desagradaba llevar peluca todo el tiempo, Amaba mi cabello natural, pero si tengo que ocultarlo para que mi madre este bien, lo haré.
—Mi Madre dice que es mejor así, para no llamar la atención.
—Bueno, en eso si tiene razón, eres nueva en Ashlom ¿no?— asentí con la cabeza— Bueno, Cuando tú decidas quitarte esa peluca solo hazlo, tu madre también debe entender tu opinión- el timbre que anunciaba el inicio a la primera clase sonó, Zoe se acercó a la salida y antes de irse se volteó hasta a mí con una sonrisa— Estoy a tus órdenes, Camille, si necesitas algo solo dímelo.
Y con eso se fue...
Dejándome confundida allí, Aquí es cuando agradezco tener a una persona social en este instituto que pueda acompañarme y así no ser la rara del lugar.
Aunque, aún no le tenga tanta confianza a Zoe, se que no dirá nada sobre mi cabello, eso espero...
Agité mi cabeza nuevamente antes de salir del baño, esa mirada penetrante nuevamente la sentía sobre mí, busqué con mi vista por todos lados pero no había nadie, todos ya estaban entrando a su clase correspondiente.
Pero no necesitaba verlo para saber de quién se trataba, Sabía que era ese chico de ojos azules que me había mirado antes de clases.
No se qué quiere, pero lo voy a descubrir.
++++++++++++++++++++
K_V
ESTÁS LEYENDO
ASHER #killer 01 ✔️
Mystery / ThrillerCuando Camille busca integrarse en el nuevo pueblo al cual decidió mudarse con su familia para tener una vida más tranquila y normal, su única meta es pasar desapercibida, sin embargo comete el error de posar su atención en la familia más adinerada...