ASHER #killer 01 ✔️

T R E S

_CAMILLE_

—Pueden salir— El profesor Alexander ordenó, Todos a la vez se levantaron, dejándome a mi de última en mi asiento, me levanté de golpe y rápidamente me fui del salón, buscando con la mirada mi casillero.

Odio mi memoria.

Bufé mientras buscaba el casillero correcto, ignorando esa mirada nuevamente, esa brisa que de alguna forma me advertía peligro golpeó mi rostro de manera repentina.

Se que me ves ojitos grises, pero no te daré el gusto de atormentarme.

Me enderecé rápidamente, estiré las mangas de mi chaqueta blanca, encontré mi casillero después de un pequeño tiempo, saqué mis cosas metiéndolas de inmediato a la mochila que colgaba en mi espalda.

Coloqué mis manos frente a la puerta roja para abrirla, encontrándome con el campus del instituto, era obvio que un establecimiento tan grande gozaría de estas pequeñeces.

Caminé por el medio del campus, pude divisar árboles al final, me encantaría leer allí un rato y despejar mi mente.

Hace rato que había dejado de sentir esa penetrante mirada sobre mí así que aprovecharía para distraerme de ello.

Después de todo, mamá me pidió pasar desapercibida ¿No?

Y de un abrir y cerrar de ojos estaba en el suelo, con un dolor penetrante en el brazo.

—¡Oh Dios, perdón!—Una chica rubia se acercó a mí mientras ocultaba su risa, sus labios se apretaban conteniendo una risa— Fue mi...

Mis ojos se conectaron con los suyos, ella dio unos pasos hacia atrás, dos chicas llegaron por detrás de ella.

—Sólo estábamos jugando— las chicas se rieron por lo alto, La rubia no dejaba de mirarme con una expresión que no pude comprender.

—Silencio —ordenó— vamonos.

Creo que tanto sus amigas como yo quedamos confundidas, esa chica tuvo una reacción muy extraña al verme.

Sin darle importancia me levanté rápidamente, mis ojos se encontraron con esos ojos celestes muy bonitos de Zoe, Jaden estaba junto a ella con una sonrisa lobuna. Evité por completo sus miradas, caminé hasta el árbol más cercano, le di unas cuentas miradas al lugar, todos las miradas estaban sobre mí.

¿Pasar desapercibida, eh?

Suspiré estresada, me lancé a un lado del árbol apoyando mi espalda sobre el mismo, miré mis rodillas y estaban algo raspadas, una que otra herida, no dolía en realidad. Poca sangre salía de la herida así que saqué un pañuelo que guardaba en mi mochila, O que más bien mi madre guardaba en mi mochila, lo pasé por la zona rápidamente, hice una pequeña mueca de dolor. Algo curioso sobre mí es que era bastante resistente al dolor, mi padre siempre presume sobre eso con sus amigos como si fuese algo grandioso.

Pero no lo es.

No de una manera exactamente buena.

—¡Camille eso estuvo asombroso!— La voz de Jaden sonó cerca, levanté la mirada y me sorprendió notar lo cerca que estaban de mi, aún que Zoe estaba a una distancia más prudente de mi.

—¿Qué?— alcé una ceja sin entender del todo bien.

—Nadie a conseguido que Alice se retire de algo que comenzó, ¿Cómo lo hiciste?— la intriga en las palabras de Zoe era obvia, me levanté evitando el rose de mi herida y la brisa, Jaden retrocedió un poco dejando que yo me acercara más.

—Yo no hice nada... Sólo la miré.

—¡Genial! Tu mirada es un repelente para la gente ignorante— la risa de Jaden después de su comentario me parecía algo siniestra y graciosa a la vez, era muy gruesa, más que su voz y más que su edad, estaba segura que yo era mayor que él.