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Los murmullos y la música de género R&B predominan en el bar.

Él solo se encuentra alegre mientras se mensajea con su amigo querido por Kakao.

—¿...O no?

—¿Eh?— Chan aparta su mirada de la pantalla del celular, la sonrisa aún pintada en su rostro, inamovible.

—¿No me oíste? Ah, desgraciado... ¡Amor, Chan no me escucha!— Seokmin hace un puchero mientras finge llorar como bebé, ganándose unos cariñitos reconfortantes de su novio del otro lado de la barra.

—Déjalo, estuvo así desde que llegó, parece que ahora el teléfono móvil es una extensión de su cuerpo

—¡Oh! ¿Como tener una tercer pierna?— pregunta con los ojos abiertos el alto pelinaranja, ganándose un asentimiento por parte de su novio—. ¡Qué miedo!

—¡Hey! ¡No hablen de mí como si no estuviera!— el par meloso ríe, amaban molestar a su pequeño amigo.

—Ya, pero enserio, escúchame cuando te hablo, ¡entiendo que es tu novio y eso! ¡pero no le da el derecho de que le des toda su atención, quiero que me prestes atención, Channie!— el menor casi tira su celular por la risa y la vergüenza del momento.

—¡H-hyung! ¡Estoy hablando c-con Seungkwannie!— puede sentir que su rostro se sonroja un poco de tan solo ponerse a analizar lo dicho por su amigo. Vamos, no era que se pasaba todo el santo día con el celular hablando de cualquier cosa con su amigo del alma... ¿o si? ¡Bueno... tal vez sí! pero había sido demasiado el tiempo sin haber sabido algo de él, no pueden culparlo.

—Ooh~ ¡ese tal Seungkwannie...— Seokmin rueda los ojos en cuanto dice aquél nombre—...me está robando a mi dongsaeng! ¡vil desgraciado!

—¡Yah, hyung! ¡Eso no es cierto!

—¡Claro que sí!— señala acusatoriamente con el dedo, el contrario se encuentra tratando de encontrar el aire por la serie de carcajadas que larga, y mientras tanto Soonyoung, del otro lado de la barra, se divierte ante las escenas dramáticas que su novio armaba—. ¿Y luego me dejarás completamente solo y desamparado? ¿¡eh!? ¡Hazte cargo de mi corazón, ingrato!

—¡Hay mucho Lee Chan para todos! ¡Lo pueden compartir!— dice el que le pasa un Cuba libre al menor, éste le agradece con un asentimiento de cabeza mientras se digna a sorber un trago del coctél.

—Oh, ya entiendo... te va eso del poliamor, ¿no, Chan?— se mofa el alto mientras mueve sus cejas sugestivamente de arriba hacia abajo, y el susodicho terminó atragantado con su bebida a medio ingerir por la broma -sinsentido- de su amigo. Intentaba tomar algo de aire, pero la tos constante no le permitía recobrarlo, sus ojos ardían por el esfuerzo repentino. Sentía los golpes fuertes de su amigo sobre su espalda, y no reacciona cuando una cálida presencia aparece y unas suaves manos rodean sus muñecas para llevarlas hacia arriba.

—¿Tu ahogándote? ¿es por esa bebida con ron, cierto?— la voz de Seungkwan se hace presente en su oído izquierdo, un calor se implanta en el centro del estómago de Chan cuando el aliento caliente llega a su sensible y receptivo lóbulo.

Luego de -finalmente- recomponerse, Chan voltea para ver a su querido amigo con quien había arreglado para encontrarse casualmente, como cualquier otro día. Hoy deseaba llevarlo a una feria que se encontraba no tan lejos del centro, y que abría exclusivamente por éstas fechas de fin de año.

Ahora era demasiado común para ambos el tener salidas espontaneas, eran las mejores puesto a que dejaban que el destino les guiase a cualquier sitio.

Un Hoy Contigo - [Verchankwan - SVT]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora