IV

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Toda la historia será narrada por la escritora.

Después de unos treinta minutos de viaje, Felix sacó su móvil y se puso a ver videos.

"Te vas a terminar la batería", comentó ChangBin sin apartar la vista del camino. Felix ni se inmutó.

"Hace un poco de calor, ¿Puedes bajar las ventanas?", ChangBin bajó solo la ventana de Felix un poco, y este le sonrió con ironía. "Gracias, todo un caballero", pero al cabo de unos minutos, el móvil de Felix vibró avisando que la batería estaba por agotarse. "Mierda..."

"Te lo dije", dijo ChangBin con una sonrisa de satisfacción.

"¿Puedo conectarlo?", preguntó Felix.

"No tengo cargador para iPhone", contestó ChangBin, seguro de la respuesta. Felix rebuscó en su bolso sin éxito. "Y parece que tú tampoco"

"Lo dejé en mi maleta", suspiró, resignado. "Bueno, entonces, préstame tu móvil"

"Pues no lo traje conmigo, así que olvídalo", respondió ChangBin, tratando de no distraerse en el tráfico. Mientras tanto, Felix sacaba su bálsamo labial, pero se le cayó al suelo del auto y se agachó a recogerlo justo cuando ChangBin soltó una exclamación. "Rayos, perdí el auto de mi papá", dijo ChangBin, mirando con frustración el GPS que no mostraba el carro de sus padres por ninguna parte. "Mierda, no debiste acabar tu batería", le recriminó.

"Y tú no debiste dejarle tu móvil a tu mamá", replicó Felix, enderezándose y cruzándose de brazos, listo para la discusión. "Debiste poner más atención"

"Y tú debiste escucharme cuando te advertí sobre la batería", respondió ChangBin, irritado.

Permanecieron unos segundos en silencio. "Debemos preguntar por el camino, así está mejor ¿No?", Changbin asintió, Felix bajó el resto de su ventana, pelear le dió mucho calor.

Al cabo de un rato, se detuvo en una gasolinera para llenar el tanque y preguntar. El empleado le explicó que solo tenía que seguir todo derecho hasta encontrar otra gasolinera y ahí girar, pero ChangBin no escuchó la mitad de la explicación porque Felix no dejaba de quejarse del calor y de sus chicles favoritos.

"De acuerdo, muchas gracias", dijo apresuradamente ChangBin antes de girarse hacia Felix con una expresión cansada. "¿No pudiste callarte cinco segundos?"

"¿No pudiste escuchar a pesar de todo?", replicó Felix, concentrado en ajustar su collar. ChangBin suspiró y se mordió la lengua para no responder. Reanudaron el viaje hasta que Felix señaló una tienda que parecía estar abierta. "Esa está abierta, vamos ahí", insistió, y ChangBin, sin ganas de discutir más, accedió. Entraron y fueron recibidos por un hombre musculoso con una cerveza en la mano. "Oh, está muy bueno," murmuró Felix, echándole una rápida mirada al hombre. ChangBin lo miró con las cejas alzadas.

"¿Qué está muy bueno?", preguntó, y Felix dio un brinco al escuchar su voz tan cerca.

"Ah... Los chocolates que venía comiendo", respondió con una risita nerviosa.

"¿Y tienes más de esos chocolates?", preguntó ChangBin, claramente sin creerle, antes de volverse hacia el hombre para pedirle su móvil y tratar de localizar a su padre. "Perdí el GPS del auto de mi papá y estamos un poco perdidos", le explicó ChangBin, y el hombre amablemente le prestó su móvil. Sin embargo, la llamada se cortó antes de que el padre de ChangBin respondiera. "Gracias", dijo, devolviendo el móvil y regresando al coche con Felix.

"¿Qué pasó?", preguntó Felix, todavía curioso.

"Tú pasaste", murmuró ChangBin mientras subía su ventana y arrancaba de nuevo. "Ya sube"

You Have To Arrive [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora