VII

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Toda la historia será narrada por la escritora.

"Genial, ¿Qué más podría pasar?", se quejó ChangBin, caminando al lado de Felix hacia la recepción del hotel. La frustración era evidente en su voz, y sus pensamientos giraban en torno a las decisiones que los habían llevado a ese punto.

"Buenas noches, ¿Tienen reservación?", preguntó la recepcionista con una sonrisa profesional. Ambos negaron con la cabeza, sintiendo un ligero nerviosismo. La recepcionista continuó: "Bueno, hay solo una habitación disponible, perfecta para ustedes. Cuenta con una cama matrimonial", ChangBin se sintió un poco incómodo al escuchar esto, pero su mente estaba más centrada en encontrar un lugar donde pasar la noche que en las implicaciones de esa información. "Aquí tienen la tarjeta", dijo la recepcionista, entregándoles la llave con una sonrisa que no parecía del todo inocente. Se encaminaron hacia la habitación, pasando la tarjeta por el lector con un leve tintineo.

Al abrir la puerta, ChangBin entró directo al baño, sintiendo que la presión de la noche y el viaje lo habían agotado. La habitación no estaba tan mal, tenía una enorme ventana que ofrecía una hermosa vista de la pequeña ciudad iluminada por las luces de Navidad. Se detuvo a contemplar el paisaje por un momento. ¡Había una tina en el baño! Eso terminó de convencerlo de que habían hecho la elección correcta.

Ya había terminado su baño así que Felix le vio, estaba en sus pequeños bóxer blancos y el mismo top, descalzo y sin maquillaje. ChangBin pasó saliva. "Voy yo", dijo Felix con una sonrisa pasando a su lado, su aroma todavía era delicioso.

Se sentó en la cama, dejando que la incomodidad inicial se desvaneciera con el tiempo. Cambiando de tema, pensó en cómo se sentía al no poder pasar la cena de Navidad con su familia. Miró su reloj y vio que eran las 22:30. La melancolía lo invadió por un instante, imaginando a su familia alrededor de la mesa, disfrutando de la cena, riendo y abriendo regalos, sin preocuparse por su ausencia.

Al mirar la mesa, su atención se desvió hacia el regalo que había traído para Felix, que estaba debajo de la gran pantalla que tenían como televisor. Recordó la tradición familiar, que no consistía en abrir los regalos por la mañana con pijamas, sino después de la cena, cuando la familia estaba unida, riendo y jugando. Siempre esperaban hasta la 1:00 para el intercambio de regalos, una espera que valía la pena por la emoción acumulada. Su pequeña prima siempre era la que más ansiosa estaba, corriendo de un lado a otro, con su pequeño primo siguiéndola.

Felix salió del baño, envuelto en una bata de baño, mientras ChangBin se encontraba recostado en el lado derecho de la cama, leyendo una revista. Al ver a Felix, bajó la revista y sonrió. "Ya casi es Navidad", dijo Felix, mirando el reloj con interés.

"¿Por qué tardaste tanto en el baño? Duraste media hora dentro", bromeó ChangBin, riendo suavemente mientras regresaba su atención a la revista que trataba sobre las mariposas monarcas.

"Siempre tardo eso, ya no es nuevo", respondió Felix, sacando la lengua en un gesto juguetón antes de ir hacia el regalo que había traído para ChangBin. Caminó hacia él con una sonrisa en el rostro, entregándole el presente. "Feliz Navidad", dijo con emoción.

"Gracias", respondió ChangBin, sonriendo mientras se sentaba y dejaba la revista de lado. Ahora era su turno de tomar el regalo que había traído para Felix. "Feliz Navidad para ti también", dijo mientras le entregaba su regalo. Sin pensarlo dos veces, Felix se lanzó hacia ChangBin, abrazándolo con fuerza, sintiendo la calidez del momento.

"Yo sé que ninguno tenía en cuenta esto, ya sabes, lo de pasar Navidad juntos, pero descubrí que eres incluso mejor que en la escuela conmigo", confesó Felix, sus ojos brillando con sinceridad mientras se alejaba de los brazos ajenos a él.

You Have To Arrive [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora