La impostora infiltrada

47 4 0
                                    

Tan pronto amaneció en Coruscant la senadora Naruko Namikaze corría por un blanco pasillo de mármol del Templo Jedi hacia una habitación que se encontraba al final del corredor

- "Espero que esté de acuerdo en ayudarme" - pensó Naruko tocando la puerta dos veces - "la necesito"
- ¿Sí? – dijo Hinata desde el interior - pase, por favor
- Hinata, vine - dijo Naruko entrando y conseguirse a Hinata en posición de meditación - lo siento, no sabía que estabas meditando
- Ya terminé - dijo Hinata abriendo los ojos y poniéndose de pie - es bueno verte, senadora, pero me sorprende que hayas venido al templo... ¿está todo bien?
- No, me temo que no - dijo Naruko - mañana ofreceré una cena para los delegados arturianos
- ¿Y quisieras que me mantuviera atenta? - dijo Hinata
- Sólo que revises mi edificio antes del evento - dijo Naruko - no debe tomar mucho tiempo... sé que es un gran favor...
- No si es para ti... has estado en mis pensamientos últimamente, Naruko - dijo Hinata - he escuchado sobre los posibles intentos de asesinato contra ti y me alegra poder ayudarte
- "No es la primera vez de esos intentos de asesinato" – pensó Naruko
- Pero, tienes a tu disposición al Capitán Typho - dijo Hinata - estoy segura de que él podría asegurar las inmediaciones
- No, te quiero a ti - dijo Naruko tomando las manos de Hinata entre las suyas - necesito los talentos de una Jedi, y en ti puedo confiar ciegamente porque eres muy hábil
- Por supuesto, Naruko – dijo Hinata – será un honor poder protegerte
- Gracias, Hinata - dijo Naruko - eres muy generosa... este evento es muy importante y nada puede salir mal

La hora pasaron hasta que se hizo la tarde, Naruko en ese momento alzó la mirada del plato de frutas que estaba arreglando en la cocina al sentir pasos en las escaleras por lo que salió al comedor con el plato en sus manos

- ¿Naruko? - dijo Hinata al entrar por la puerta - ya terminé de revisar el perímetro exterior... todo está seguro
- Aprecio tu ayuda, Hinata - dijo Naruko sonriendo - estas negociaciones con los delegados arturianos son muy importantes y hay muchas personas que no quieren que sucedan... de hecho, no sería mala idea si te quedas un poco más
- Gracias, Naruko - dijo Hinata - pero platicar con políticos no es lo mío
- Entonces será para la próxima vez - dijo Naruko

Hinata se veía aliviada y decepcionada al mismo tiempo de que Naruko entendiera, pero ante de retirarse se acercó a la mesa al notar algo fuera de lugar

- ¿Qué sucede? - dijo Naruko frunciendo el ceño
- La mesa... ¿por qué colocaste cubiertos? - dijo Hinata - los delegados arturianos no los van a usar y hasta podrían encontrarlos ofensivos
- No sé por qué están ahí - dijo Naruko - fui muy específica en mis instrucciones, pedí que no los pusieran

Naruko pudo ver cómo el cuerpo de Hinata se tensaba, así que le recorrió una ligera sensación de nerviosismo y llamó a la mucama de la túnica negra, está en respuesta se dio la vuelta sacando un bláster, en ese pequeño segundo nadie se movió, hasta que Hinata jaló a Naruko para que quedara detrás de la mesa, justo en el momento en que la mucama comenzó a disparar

- ¿Naruko? – dijo Hinata - ¿ella está en la lista de invitados?
- ¡No, no lo está! – dijo Naruko

Hinata salió de su escondite comenzando a desviar los disparo, uno de ellos desarmo e hirió a la mujer que de pronto se convirtió en la cazarrecompensas Cato Parasitti ocasionando sorpresa en Hinata, mientras tanto Naruko en ese momento escucho un sonido así que voltio a dónde provenía consiguiéndose algo gris pegado en la mesa

- ¡Hinata, hay una bomba en la mesa! – dijo Naruko asomándose – y no puedo desarmarla... debe tener el detonador en la mano
- ¡Aviéntamela! – dijo Hinata

Usando todas sus fuerzas, Naruko empujó la mesa hacia Hinata que uso sus sables de luz y cortó la mesa alrededor de la bomba para luego con ayuda de la Fuerza empujó la bomba por los ventanales ocasionado que explotara afuera, momento que Cato comenzó a correr hacia la salida para escapar, pero Naruko lo evito golpeando al cazarrecompensas con una vasija de metal y con un movimiento rápido que dejo a Cato inconsciente

- ¿Sabes? - dijo Hinata - a veces me recuerdas mucho a Naruto
- Gracias, Hinata - dijo Naruko sonriendo - si me permites decirlo, fue muy afortunado que estuvieras aquí esta noche
- Siento mucho lo de la fiesta, Naruko - dijo Hinata al ver el desastre
- Bueno, parece que las negociaciones tendrán que posponerse - dijo Naruko
- En ese caso... creo que sí me quedaré - dijo Hinata riendo relajadamente - no quisiera que toda esa comida se desperdiciara
- Le voy a indicar Capitán Typho para que traiga a los niños y así nos acompañe – dijo Naruko
- Te lo agradezco – dijo Hinata - mientras que llegan tenemos que arreglar un poco este desastre

CONTINUARA...

Star WarsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora