Todo lo mejor.

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Este drabble está basado en mi universo Giucole "Aventura" y "La Melodía Visconti", pero no será "canon" por así decirlo (¿?

Tiene spoilers de esos fics, así que si no los has leído, míralos y ojalá te gusten

Edades: Older AU. 
Categoría: Fluff.

Era casi imposible creer que en un abrir y cerrar de ojos, Marco Visconti ya tenía 6 años de edad.

Había crecido con unos padres que tal vez no eran perfectos pero sin duda si llegaban a ser increíbles a su manera, pues a pesar de tener diferencias en básicamente todo, habían logrado tener a un hijo feliz e interesado por cada aspecto de la vida.

—¿Y cómo es posible que Santa Claus recorra todo el mundo en una noche?— El pequeño y adorable Marco había heredado la gran curiosidad por el mundo de su adorada madre, así que no paraba de hacer preguntas sobre aquél ser mágico que recorría el mundo en una noche para repartir regalos.

—Tú abuelo Massimo, que en paz descanse.— La pelirroja al mencionar  a su padre miró hacia arriba como si quisiera ver el cielo a pesar de estar dentro de su hogar, como si sus ojos buscaran a su padre entre las nubes blancas. —Me dijo que Santa es tan mágico que atraviesa muchos países en cuestión de segundos.— Giulia revolvió el cabello de su pequeño haciéndolo reír y convirtiendo sus pequeños rulos rojo cobrizo en un desastre haciéndolo parecer un nido de aves rojizo.

La puerta de entrada se abrió repentinamente en la casa Visconti-Marcovaldo mientras se escuchaba al recién llegado quejarse del frío con absoluto fastidio.

—Última vez que hago compras de navidad en último minuto.— No era sorpresa de nadie saber que quién había girado la perilla para entrar era Ercole, cuya ropa estaba casi completamente cubierta en nieve blanca y hacia un esfuerzo por cargar bolsas llenas de comida. —Me tuve que pelear con varias personas por meterse en la fila.— Pateó la puerta atrás de él para poderla cerrar, no permitiendo que siguiera entrando viento helado que pudiera congelar a su familia hasta los huesos.

—¿Y les ganaste?— El de ojos avellana pareció haberse ofendido por la pregunta de la madre de su hijo.

—Claro que gané ¿Quién crees que soy?— La mamá primeriza y su adorable hijo solamente se ríeron de su respuesta, Visconti era un genuino rey del drama y eso ya no sorprendía a nadie, ni siquiera a su familia.

Papà.— Marco llamó a su padre quien después de tirar las bolsas en el suelo para poder retirarse la nieve de sus prendas, mientras le mostraba una hoja blanca llena de sus deseos para navidad. —Esto es lo que le pedí a Santa ¿Crees que sea mucho?—

El de cabello oscuro al tener las manos libres, se acercó para leer adecuadamente la carta del pequeño descendiente, incluso tomándose la libertad de tomarla entre sus manos.

—¿Y bien?— Fue lo que preguntaron tanto Giulietta como su hijo, Ercole como padre era todo un dilema, nunca se sabía que esperar de él.

—Hijo.— Marco sonrió con nervios cuando su padre había usado ese tono. —Me parece inaceptable.— Sin más, le devolvió la hoja que llevaba la escritura adecuada para un niño de su edad.

—¿Por qué? ¿Si es mucho?— El niño de 6 años miró nuevamente lo que había escrito en la carta.

—No, ¡es muy poco!— Dejó de usar aquel falso tono intimidante para ahora exclamar casi incrédulo, logrando confundir tanto el menor como a la adulta. —Dio mio, Marco ¡eres un niño increíble y mínimo te mereces toda una juguetería! Pide más cosas y más vale que ese anciano te traiga todo lo que pediste.— Inmediatamente se sentó al lado de su ahora muy feliz descendiente para ayudarle a elegir todavía más juguetes.

Giulia podía perfectamente decirle algo sobre su manera de consentirlo pero lo dejaría para luego, ella sabía que el padre de su hijo se estaba esforzando para darle la infancia feliz que él nunca tuvo.

De cualquier manera, la felicidad de ellos era la suya también. Ercole tenía razón, su bebé se merecía todo lo mejor y ellos darían todo de sí mismos para que lo obtuviera.

𝐆𝐨𝐦𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐚𝐬𝐜𝐚𝐫. ♡ drabbles giucole ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora