Edades: Older AU.
Categoría: Pwp.
Advertencia: Uso de disfraces y escena de sexo oral.×××
Disfraces.
Giulia se había negado más de una vez a usar eso, por más que su esposo llegara seguido a casa con un nuevo conjunto.Podría acceder a usar esos condones saborizados o aquél vibrador que tenía escondido en uno de sus cajones, pero jamás un traje de conejo demasiado cliché.
No solo se trataba de negarse a las fantasías extrañas de su marido, en parte era por sus inseguridades. Aquel conjunto escotado y atrevido no era para un cuerpo tan poco "desarrollado" como el de las mujeres de revistas que lo usaban de una manera perfecta.
Esa tarde, Ercole había salido a hacer una de sus compras semanales de la gran costosa ropa que solía usar. Dejó a Giulia en casa, prometiendo que no se tardaría en llegar a diferencia de otras veces que se distraía consiguiendo más ropa de la necesaria, pero la pelirroja sabía que eso era mentira, así que tras darle su respectivo beso de despedida, se dirigió a su habitación.
Debía admitirlo, a veces le daba curiosidad saber cómo se vería en ese estilo. No era porque compartiera ese fetiche, pero a veces se preguntaba como se sentiría tener el cuerpo ideal que Ercole a veces creía que ella tenía.
Se puso de rodillas, sacando de la parte más escondida del armario el único que decidió conservar de todos los disfraces que Visconti había traído a casa: Un conjunto atrevido color celeste que hacía juego con la diadema con orejas de conejo que venía incluida.
—¿En serio estoy haciendo esto?— Ella se preguntó sentándose en la cama que compartía con su pareja, tomándose el tiempo de retirarse todas sus prendas de entre casa para ponerse el disfraz.
No tenía prisa, sabía que Ercole iba a llegar a altas horas de la noche con 10 outfits nuevos en cada mano, pero aun así sintió la necesidad de probarselo rápido.
En cuanto termino, ya habiéndose puesto la ropa provocativa y colocado las pulseras de peluche junto con el pequeño moño en su cuello, se acercó al espejo de su peinador con toda la vergüenza del mundo.
—No sé en qué pensaba Ercole con esto.— Giulietta soltó un gran bufido por los labios al ver su reflejo. No se veía como la imagén de la modelo de la caja, algo que ya se esperaba, pero tenía algo de "esperanza" en que al menos le daría un buen contorno a su figura, pero parecía que era para incluso de una talla más grande, cuando no era así.
Sin embargo, sentía que su cuerpo no era para nada el tipo con el que Visconti fantaseara. Las modelos que usaban esos disfraces provocativos se veían divinas, sus piernas solían verse increíblemente irresistibles ante la casi nula vestimenta y la forma en que no tuvieran tirantes hacían ver sus pechos atrapados entre una tela que los hacía ver todavía mejor, pero ella no encajaba con ninguno de esos estándares.
—Apestulia, perdón, olvidé mi...
Justo cuando estaba dispuesta a quitárselo y jamás volver a usarlo en su vida, Ercole había llegado por primera vez más rápido de lo que hubiera pensado. Se dio la vuelta para ver su expresión, encontrándose con su esposo congelado y tomándose el tiempo de ver cada detalle de su figura
De pronto se sentía apenada, no sabía si taparse o cerrarle la puerta en la cara, en cualquier caso, ya era demasiado tarde. El de cabello azabache ya la había visto en ese conjunto.
—¡V-vete! Por una vez si decides llegar temprano.— Giulia rápidamente se llevó sus manos hacia el contorno superior de la prenda que no le hacía justicia a sus pechos. —¡Cierra los ojos! ¡Fuera! Ugh.— A pesar de que le había gritado eso a Visconti, ella fue quien había cerrado sus orbes color marrón, no queriendo ver la expresión seguramente decepcionada de su pareja.
Lo que no se había esperado era que de un momento a otro, sintiera las manos de Visconti tomarla con fiereza para hacerla tomar asiento encima del peinador atrás de ella, haciendo topar su espalda contra el espejo.
—¿Pero qu-? ¡Ercole!— El grito de algo más que solo "sorpresa" la hizo exhalar el poco aire que sentía tener. Apenas se había atrevido a abrir nuevamente los ojos, sintió que los labios de el azabache comenzaban a dejar un camino de besos y mordidas desde su cuello hasta su busto, enfocándose más en este último.
La pelirroja no podía hacer más que jadear y gemir su nombre cuando hacía los besos de Visconti parecían encontrar otro lugar en su cuerpo para ser explorado. Ahora mismo él estaba de rodillas mientras ella seguía sin ser desvestida en el mismo lugar, pero eso no era ningún impedimento, solo necesito mover hacia un lado su prenda interior para comenzar a estimular con su lengua el clitoris de su pareja.
Giulia aferró sus dedos hacia la cabellera oscura de su amado mientras gemía y gritaba su nombre al borde del éxtasis, podía sentir que su diadema podría caerse de tanto que se movía por la poca capacidad de poder quedarse quieta ante la sensación placentera y húmeda por debajo de su vientre.
"Creo que si le gustó el disfraz" ella pensó muy inteligentemente.
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Ojalá les haya gustado esta mamada (literal ×2) que escribí en el camiónImagen ilustrativa , de nada~
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𝐆𝐨𝐦𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐚𝐬𝐜𝐚𝐫. ♡ drabbles giucole ♡
Fanfiction《𝙄𝙣𝙨𝙪𝙛𝙧𝙞𝙗𝙡𝙚 𝙖𝙢𝙤𝙧, ¿𝙘ó𝙢𝙤 𝙢𝙚 𝙥𝙪𝙙𝙚 𝙚𝙣𝙖𝙢𝙤𝙧𝙖𝙧? 𝙉𝙤 𝙩𝙚 𝙨𝙤𝙥𝙤𝙧𝙩𝙤, 𝙚𝙨 𝙡𝙖 𝙫𝙚𝙧𝙙𝙖𝙙 𝙋𝙤𝙧𝙦𝙪𝙚 𝙢𝙤𝙡𝙚𝙨𝙩𝙖𝙨 𝙮 𝙩𝙚 𝙥𝙚𝙜𝙖𝙨 𝙘𝙤𝙢𝙤 𝙡𝙖 𝙜𝙤𝙢𝙖 𝙙𝙚 𝙢𝙖𝙨𝙘𝙖𝙧 》 Drabbles o pequeños escritos sobre...