Shhh.

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PINCHE WATTPAD OJ3TE LE QUITÓ LOS GUIONES LARGOS

AU Genderbend.
Edades: Older Au.
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—No tenemos sueño.—

—¿Acaso les pregunté si tenían sueño? Es hora de dormir, a la cama.—

Erika podía ser una mamá bastante consentidora la mayoría de las veces, siempre decía "mis trillizos se merecen lo mejor" así su esposo Giulio no estuviera de acuerdo con su peculiar forma de criar. Debido a esto, era raro que la de cabello azabache los forzara a dormir con tanta prisa.

A menos que quisiera hacer algo con su esposo apenas ellos conciliaran el sueño.

—Pero mamma...— Los tres hijos de Visconti y Marcovaldo se quejaron al unisono. Sus nombres eran Marco, Giordano y Valentino, tres bebés que habían heredado demasiada actitud de su madre.

—¿Acaso nos quieres hacer llorar?— Ante el comentario de Marco, sus dos hermanos asintieron. —Si no tenemos nuestro horario de sueño normal nos ponemos de malas.— Frunció su labio y su ceño.

—Ah, manipulan como mamá, que lindos.— Erika posó sus manos en su cintura, alzandoles la ceja con orgullo. —Pero no, duermanse ahora.— Remarcó, haciendo bufar a sus tres hijos.

Non sembra giusto.— Giordano tomó sus sábanas y se cubrió hasta los hombros, acto que sus hermanos imitaron. —Está bien.— Se rindió de mal humor, desordenandose su cabellera pues el peinado sofisticado que ella solía hacerle siempre le molestaba.

—Buona notte, mamá.— Valentino se recostó, cerrando sus ojos para caer en el sueño al igual que sus hermanos.

Erika respondió "buona notte" en voz baja mientras apagaba la luz, saliendo de la habitación en puntillas esperando que el silencio los hiciera dormir pronto.

A pesar de que recién los había mandado a dormir, con unos 20 minutos de espera bastaba para que ellos ya estuvieran dormidos en un sueño profundo, eran como Giulio de niño, tenían demasiada energía y de un momento a otro ya no.

Durante todo ese tiempo, le sirvió para darse otra pequeña arreglada. Un poco de maquillaje, demasiado perfume y un cambio más revelador le bastaron. Se tomó la molestia de revisar una vez más la habitación de sus hijos y ya podía escuchar sus ronquidos, estaban dormidos.

Casi de inmediato su esposo entró, teniendo en sus manos un libro de astronomía el cual leía por milésima ocasión. Se sentó en la cama que compartían sin siquiera decirle algo, lo que la hizo rodar sus ojos.

—Estoy segura que ya te sabes esos libros de memoria, Apestulio.— Se sentó "inocentemente" a su lado, cruzando una pierna por encima de la otra. —Deja eso un rato.— Canturreó en un tono suave.

—¿Por qué?— Giulio contestó a la defensiva, no notando las intenciones de su querida esposa.

—No, por nada.— Visconti fingió un bostezo, dejándose caer lentamente en el hombro de su pareja para tirar el libro hacia un rincón del cuarto. —Solo quiero estar contigo.— El pelirrojo no pudo ponerse de pie por el objeto porque ella aprovechó la cercanía para tomar con sus dos manos el cuello de la camisa de su esposo, un acto que él ya conocía, lo que lo hizo notar sus intenciones.

—Erika.— Murmuró algo sorprendido mientras el color de su cabello bajaba hasta sus mejillas. —Los niños.— Le recordó, soltando un jadeo ahogado cuando ella se subió por encima de sus piernas.

—Ya se durmieron ¿Quién crees que soy?— La pregunta no pudo ser respondida pues los labios de la azabache se posaron encima de los suyos, manchandolos de labial rojo.

—Pero...— El beso finalizó permitiéndole hablar un momento, pero eso fue interrumpido por las manos de su esposa que se dirigieron por debajo de su camisa.

—Shhh.— Ella acarició su piel con la punta de sus dedos. —Están dormidos, no los despiertes.— Aunque Giulio tembló ante el susurro, no se opuso a lo que venía.

Si había algo que le encantaba hacer en  sus momentos a solas era llenarlo de marcas, no solo hablaba de chupetones y mordidas sino de las huellas de su labial en cualquier parte de su cuerpo. Ahora mismo marcaba de rojo pasión el cuello de su esposo después de haberlo besado tanto en los labios que los había cubierto por completo de ese color.

Las manos de él se encontraban posadas en su cintura mientras la dejaba hacer todo, quien una vez que se había decidido a retirarle esa molesta camisa de rayas que traía puesta, dejó de llenarle de besos para hacerlo.

Sin embargo, fueron interrumpidos por algo.

—¡Mamá, papá!— Ni siquiera pudieron procesar quien había pateado la puerta un milisegundo porque después escucharon el grito al unisono de sus tres hijos.

—¡Valentino tuvo una pesadilla!— Giordano apuntó al mencionado niño que estaba muy pegado al abrazo que su hermano Marco le estaba dando.

Se separaron tan rápido como pudieron pero de cualquier manera, los trillizos se encontraron con una imagen muy confusa. Por alguna razón, su papá tenía labial mal puesto y su mamá estaba arreglada para una cita y no para dormir.

—Espera, mamá ¿Por qué papá está maquillado?— Marco no notó las sonrisas nerviosas de sus padres. —Encima no se puso el labial bien.—

—Eso solo va en la boca no en el cuello.— Valentino apuntó a la parte del cuerpo que su padre se cubrió con una mano y con la que estaba libre cubrió su boca.

—¡Bien, nenes! Les leeré un cuento para que Valentino se relaje y se vuelvan a dormir.— Erika se puso de pie y comentó apurada por la vergüenza y porque todavía quería seguir, aunque la cara de su esposo estuviera completamente roja y no solo por el labial tatuado en su cuerpo.

—¿Por qué papá se puso tu maquillaje?— Marco susurró confundido mientras su madre los empujaba hacia fuera de su recámara.

—Solo sigue caminando.—

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JAJSJSJ Marco es de mi propiedad pero Valentino y Giordano son de crepink_ 💗 Le reto a comentar si no me debe un dibujo (?

También debo decir que el dibujo de la multimedia junto con los nombres de Erika y Giulio (y aparte la idea) le pertenecen xD

Ojalá les haya gustado sip.

𝐆𝐨𝐦𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐚𝐬𝐜𝐚𝐫. ♡ drabbles giucole ♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora