Metamorfosis

904 69 7
                                    

Hola de nuevo mis querid@s lector@s. Espero que estén pasando una felices fiestas y no estén sufriendo ningún contratiempo o mala suerte.

Aquí les traigo una nueva historia. Se podría decir que pese a mi mala suerte las musas me visitan cuando quieren.

No puedo decir el momento de su actualización ya que es una historia que tengo en proceso, además de que dentro de una semanas comienza mi temporada de exámenes, pero tranquil@s. Es como dicen, lo bueno se hace esperar.

Espero que lo disfruten con salud, y si les gustó este capítulo, voten y compartan.

Todos en algún momento de nuestra vida, o al menos casi todos, hemos considerado el instituto como una época de mi*rda en la que pudieron influir muchos factores como lo eran tus pésimas notas, problemas familiares, o lo más común de todos, el amo...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Todos en algún momento de nuestra vida, o al menos casi todos, hemos considerado el instituto como una época de mi*rda en la que pudieron influir muchos factores como lo eran tus pésimas notas, problemas familiares, o lo más común de todos, el amor unilateral hacia aquel chico o chica de clase a quien, por mucho que intentabas captar su atención, jamás miraba en tu misma dirección, y mucho menos corresponderte, y en el mejor de los casos solo llegaba a ser un amigo.

Se podría decir que es clásico escenario que cualquier adolescente se ha enfrentado en su vida, y entre esos adolescentes entraba Levi Ackerman, quien desde que lo vio por primera vez a las puertas de clase, se enamoró perdidamente de su muy atractivo compañero Eren Jaeger, y que pese a su carácter tan "suicida" e incluso atolondrado, tenía un gran carisma capaz de captar la atención de los más introvertidos y solitarios.

Dentro de lo malo todo habría ido bien, de no ser, claro está, por la inocencia del azabache. En su ingenuidad propia, Levi pensó que en algún punto el castaño se sentía atraído por él, y decidió confesarse justo cuando éste cumplía años, momento que Levi consideró idóneo.

Lo llevó al patio trasero del edificio en el que estudiaban, lejos de cualquier mirada, o al menos eso pensaba, y pese a su enorme sonrojo y nerviosismo, confesó aquellos sentimientos tan profundos que le profesaba. Lo malo no fue la negativa, sino que una de las amigas del más alto los escuchó, y para burlarse de él lo difundió por todo la clase haciéndolo presa de las burlas y mofas de sus compañeros quienes no tenían pudor alguno. Lo único que pudo hacer fue aguantar aquellos dos interminables años, y cuando finalmente lo hizo, se marchó sin pena ni gloria, sin siquiera decir adiós a los que consideraba amigos.

El inicio de la preparatoria fue como la eclosión de una maravillosa crisálida. Todo cambió. Aquel cuerpo del que tanto se avergonzaba debido a su peso fue madurando y desarrollándose cada vez más, aunque no lo hizo tanto su altura. Abandonó aquellas gafas que tanto le incordiaban para finalmente mostrar aquella mirada azul cristalina y que muchos sentían atrayente y cautivadora, al igual que su peinado, que pese al estilo rígido y militar, lo hacían verse seductor, aunque muchas chicas se desanimaron al saber de su atracción por lo chicos, lo que no quitaba que olvidaran la gran admiración que le profesaban.

Aquel niño de escuelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora