Aún con la autoestima por los suelos, Levi Ackerman confiesa sus sentimientos a su amor platónico, pero lo peor no es ser rechazado, sino lo que viene tras ello. Han pasado los años y aquel azabache no es la misma persona tímida y retraída que fue a...
Aquí llegó la actualización del capítulo😏😏😏, y les aseguro que hay un poco de todo desde mi punto de vista😜😜😜. Desde pasión a drama del gordo.😎😎😎
Espero lo disfruten y si es así voten y compartan😜😜. Porque les agradezco de todo corazón su apoyo. 😘😘😘
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Un nuevo día nació, y los crecientes y resplandecientes rayos del sol se adentraron en la habitación de la pequeña Gabi, quien no pudo evitar despertar tras ser deslumbrada por ellos.
Presurosa ante lo que pudiera traer este nuevo día abrió el gran ventanal de la habitación dando paso a una pequeña brisa matutina, y tan alegre como solía ser, salió del habitáculo y decidió despertar a su padre.
Sabía que el adulto solía tener el sueño ligero, por ese mismo hecho se adentra sin temor alguno a aquella habitación que estaba prácticamente a oscuras para abrir de golpe las cortinas, no obstante, en esta ocasión el castaño apenas reaccionó. Cuando se giró, en espera de una respuesta por su parte, vio a su padre sin apenas ropa, únicamente con su ropa interior, así como pequeñas marcas por el pecho, no obstante que le llamó curiosamente la atención el bulto que se ocultaba bajo el edredón.
Tan enérgica como solía ser se abalanzó sobre su padre, y no solo lo despertó, sino que logró cortarle la respiración debido al impacto. Comenzó a llamarlo prácticamente a gritos y cuando este finalmente abrió los ojos, a modo de venganza por sus acciones, la tumbó y comenzó a hacerle cosquillas en cualquier parte de su cuerpo, algo que la pequeña apenas soportaba, y que al mismo tiempo riera como una loca.
En apenas unos pocos minutos la habitación se colmó de risas, o así fue hasta que Eren recordó que uno de ellos aún permanecía dormido. Suspiró aliviado ante el hecho de que Levi estuviera bajo aquel gran cubre, puesto que le resultaría muy difícil explicar tal situación. Rápidamente tomó unos pantalones y una camisa, para salir del lugar junto a la pequeña hasta llegar al salón y preparar un ligero desayuno.
No tenía gran cosa para darle a la pequeña, es por ello que ingenió un almuerzo compuesto por unas tostadas con manteca y mermelada acompañado de un vaso de leche, aunque ese no fue el único que preparó. Tenía la intención de desayunar junto al que aún dormitaba, y con el objetivo de distraer a la pequeña ante lo que pudiese ocurrir, encendió el televisor y lo puso a un volumen prudente.
Se dirigió a la habitación con la bandeja, y con total cuidado lo dejó sobre la cómoda que estaba al lado de la puerta mientras se acercaba al costado del azabache. Lo movió ligeramente al tiempo que lo llamaba prácticamente entre susurros, pero no reaccionaba. Al principio reía ante el posible cansancio que pudiese tener, pero fantasmas del pasado lo acecharon haciendo que mudara el gesto a uno de preocupación, y asustado lo desprendió de aquella gran colcha. No podía decir si estaba pálido por el simple hecho de serlo o por algún otro motivo, su cabeza lo engañaba haciéndolo pensar que no respiraba. Se acercó hasta su pecho y reposó su cabeza sobre su pecho, pero eran tan grandes sus nervios y latidos de su corazón que no lograba escuchar los del propio azabache. Pero de pronto sus lágrimas salieron a flote cuando en su cabeza se posó, paseando y acariciando aquella morena melena la delicada mano de Levi.
