Aún con la autoestima por los suelos, Levi Ackerman confiesa sus sentimientos a su amor platónico, pero lo peor no es ser rechazado, sino lo que viene tras ello. Han pasado los años y aquel azabache no es la misma persona tímida y retraída que fue a...
Gente, aquí les dejo la actualización. Lamento decirles que llegó el final, y aunque me costó escribirlo aquí se los dejo😌😌😚😚.
Me duró más de la cuenta y por ello lo dividí en dos partes😎😎. En unas pocas horas lo haré, espero😅😅🙈🙈.
También les quería plantear una pregunta, ¿si les gustó la historia, les gustaría ver un epílogo sobre ella?,🤔🤔 tipo... Como algún extra o capítulo especial. Solo es una sugerencia al aire y me encantaría oír sus respuestas. 😝😝😝
Estoy pensando ya en mis próximos proyectos y no sabría si dedicar un nuevo omegaverse aunque con una perspectiva un poco distinta, o simplemente relacionado con el mundo animal. No lo sé. Pueden darme opiniones si así lo desean.😜😜😜
Muchas gracias por leerme, y si les gustó la historia voten y compartan, saben que amo todo el apoyo que dan.😁😁😁 Y aquí me despido, que me enrollo más que las cortinas. Disfruten la lectura🙆🙆😎😎.
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- ¿A qué coño te refieres con que no lo localizas? - sus compañeros no hacían más que explicar lo sucedido, o al menos lo poco que sabían de la desaparición de su compañero - Me importa una mierda como ha sucedido. Encontrarlo de una vez - ordenó histérico ante el poco cuidado que todos, inclusive él mismo, tuvieron.
Pixis sabía del peligro que ambos podían llegar a correr con sólo haber acudido al lugar, pero en esos instantes no hacía más que sentirse como un pingajo y un idiota que no merece su puesto al ser incapaz de proteger a sus subordinados. Se había dispuesto a proteger y vigilar a Levi en todo momento para que no hubiese sucedido nada, pero cuando menos lo esperó, desapareció ante sus ojos. Inocentemente creyó que sería algo momentáneo, pero de todos los escenarios posibles, este ni siquiera entraba entre sus posibilidades.
Pensó que lo más lógico sería seguir los pasos de Levi, sabía que había ido en busca de las pruebas que necesitaban, pero el lugar era demasiado grande como para ponerse a buscar, y mucho menos si lo hacía solo. Ni siquiera sabía dónde se encontraba el despacho de Lobov, Levi era el único. No podía evitar maldecirse una y otra vez, sentía que cuando fuera el momento de actuar sería demasiado tarde.
- C-Comandante, tengo algo... - se pronunció Hange a través del interfono, quién estaba altamente nerviosa, a lo que Pixis escuchó atentamente - No he podido encontrarlo, pero el rango de la señal lo sitúa entre el primer y segundo piso... No está lejos... - el hombre comenzó a caminar en busca del más bajo mientras sus compañeros seguían intentando encontrarlo. Comenzó a revisar cada una de las salas o despachos que pudiesen estar abiertos, y los que no lo estuviesen simplemente los forzaba. Pero de pronto, debido a sus pasos tan apresurados, Pixis chocó con un hombre, al principio lo ignoró y dejó pasar el golpe para continuar su camino, pero aquel hombre no era cualquiera, sino el mismo Eren Jaeger. Le costó reconocerlo al estar cabizbajo, pero aquella mirada esmeralda no era una que se olvidara tan fácilmente. Se acercó raudo hasta él, quien pese a su rostro desfigurado, debido sobre todo debido a lo sucedido minutos atrás, se sorprendió de las acciones de Pixis - Espera muchacho... Tu eres Eren ¿no es así...? - algo que afirmó algo desconfiado ante la forma tan abrupta en la que habló- Es muy importante esto que te voy a preguntar... ¿Has visto a mi acompañante...? A-A Kuchel... digo - pero aquel desconcierto que sintió ante sus acciones cambió a una rabia incontenible. Eren ya había tenido suficiente de todo y todos, y estar frente al hombre que creía que ahora era el amante de Levi lo enfureció aún más.
