Aún con la autoestima por los suelos, Levi Ackerman confiesa sus sentimientos a su amor platónico, pero lo peor no es ser rechazado, sino lo que viene tras ello. Han pasado los años y aquel azabache no es la misma persona tímida y retraída que fue a...
Con el inicio del nuevo año llega la actualización. 🥳😜🥳
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Por mucho que lo desearan, y que la situación lo amerita, en veinte minutos, y más tras aquella acalorada conversación, poco o nada podían hacer, y lo único a lo que alcanzaron, sobre todo Levi, fue besarse apasionadamente. Todo ello, claro está, acompañado de roces y toques que no hicieron más que aumentar las ganas y excitación que ambos sentían.
Pero pese a lo que pudieran pensar, cuando salieron del lugar lo único que les inundaba era una intensa incomodidad. Y harto de ella, fue el propio Levi quien la rompió.
- Ah... Si vas a estar así cada vez que— pero Eren lo que menos quería hacer era enfadar a quien era ahora su compañero, aún si lo fuera por momentos, mismo motivo por el que se interpuso.
- N-No... No es nada de eso... Es solo que ya sabes... Bueno... - pero la nerviosa mirada y la inquietud de Eren no pudieron hacer más que hacer reír a Levi, quien intuyó perfectamente lo que ocurría, después de todo a nadie le gustaba quedar a medias.
Es cierto que había nerviosismo y tensión entre ellos si ignorábamos lo sexual, pero lo que estaba claro es que se entendían a la perfección, o al menos sus cuerpos. Algo esperable de quiénes no se conocían más allá que de ser simples compañeros que en contadas ocasiones habían hablado.
Pero fuera de ello, Eren quería conocer a Levi, lo que realmente había de él y que es lo que la gente pensaba equívocamente de él, aunque no era el único, porque ignorando sus intenciones, en el fondo Levi también deseaba conocer al verdadero Eren, el mismo a quien siempre se le privó de hacerlo, y quizás no había mejor ocasión que esta.
Poco más sucedió aquella mañana, y con la misma templanza y confianza con la que llegó, se marchó, aunque no sin antes dejar su número de contacto y besar descaradamente al castaño bajo la atenta mirada de algunos transeúntes.
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