Prólogo

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Una tierra que antes había sido un paraíso terminó siendo una sombra a cómo resultó ser después de una guerra que duraría años hasta poder tener la victoria de terminar con el mal que acechaba aquella tierra.

Aquella época se le llamó Edad Oscura. El tiempo en el que aquella criatura demoníaca, All for One, gobernó. En aquella tierra, vivían distintas especies caracterizadas por su unión hasta que la envidia, ira y avaricia los dividieron.

Humanos (que estos se subdividieron en tres), híbridos, criaturas oscuras, criaturas mágicas y dragones. Durante mucho tiempo estas especies estuvieron divididas hasta que, un día un caballero de gran porte y poder se alzó en armas en contra de All for One.

Al poco tiempo, aquel guerrero tuvo aliados de cada reino incluyendo el de los dragones. Los dragones fueron de vital importancia en esta guerra dando hasta el último aliento que les quedaba para poder ganar una batalla. Reconocidos por su fuerza y fiereza en batalla, al terminar la guerra fueron recompensados con grandes extensiones de territorio.

Lo que al principio pintaba con ser el nuevo comienzo después de la Edad Oscura, terminó por desencadenar guerras entre especies, esencialmente por poseer más territorio.

El territorio que poseían los dragones era envidiable y una tentación para el reino de los humanos. Los años pasaban y la guerra se prolongaba con el pasar de cada uno de estos años. Ambas especies, que anteriormente habían sido aliados, eran enemigos.

Intento tras intento era un fracaso más por parte de los humanos en querer conquistar aquel territorio. Todo indicaba que la derrota para los humanos era clara hasta que, un tercer elemento se involucró.

Las criaturas mágicas destacaban por ser hábiles con las artes mágicas. Entre estas criaturas se encontraban las brujas y hechiceros. Ellos ayudaban con gratitud a los dragones brindándoles refugio, medicina e incluso los mejores en la dominación de artes mágicas para tener mayor ventaja contra los humanos.

Sin embargo, los humanos vieron una ventaja ante esto. El monarca de aquel entonces de los humanos le ofreció al Consejo de brujas y hechiceros que se retiraran y así, prometía que no le haría ningún daño a este grupo.

El Consejo sólo se burló del monarca, rechazando la propuesta de los humanos. Lamentablemente los humanos cumplieron con su amenaza. Un día, antes de que amaneciera, tropas armadas de este monarca atacaron a varios hechiceros al igual que brujas. No tuvieron piedad alguna. Niños, mujeres y hombres fueron masacrados por el ejército de los humanos. Ese día sólo se pudo ver cenizas de lo que alguna vez fue una pequeña aldea donde vivían estas criaturas poseedoras de magia.

Al ver de lo que eran capaces los humanos, el Consejo no tuvo otra opción más que aceptar el trato que habían acordado antes de la tragedia. Pero esto no era suficiente. El rey de los humanos le exigió al Consejo que ahora se unieran a ellos cómo aliados y si los rechazaban estos volverían a repetir lo que antes habían hecho.

Sin ninguna otra elección, aceptaron las condiciones de los humanos. Brujas y hechiceros que antes peleaban con los dragones ahora peleaban en su contra. Pelea tras pelea significaba que más sangre era derramada por ambos bandos. Cada batalla que ocurría terminaba con la victoria de los humanos ganando aún más territorio.

Los dragones cada vez retrocedían aún más, llegando hasta los confines de su territorio. Sin ninguna otra alternativa, no tuvieron más remedio que aceptar y declarar su rendición ante los humanos finalizando con la guerra.

Tanto el monarca de los humanos como el de los dragones se reunieron para aclarar los términos de rendición de la especie de los dragones. Ambos monarcas tenían sus condiciones y tras debatir acordaron lo siguiente:

1. Ningún humano o dragón sería lastimado o asesinado por uno de los grupos pertenecientes.
2. El territorio que los humanos habían ganado por la guerra no volvería a ser visitado habitado por dragones.
3. La ubicación del nuevo reino de los dragones sería desconocida para cualquier especie.
4. Los dragones no tendrían ningún contacto con alguna otra especie.

Acordando esto, los monarcas advirtieron a su pueblo que si alguna de las dos partes, humanos o dragones, sería juzgado como alta traición a los tratados y al mismo reino siendo el castigo el exilio.

Como se acordó, la nueva ubicación del reino de los dragones fue desconocida para cualquiera. Esto se hizo con el propósito de que ninguna otra especie trate de apoderarse de lo poco que habían ganado tras la guerra.

Antes de que esta criaturas se escondieran a toda criatura, sus antes aliados, brujas y hechiceros, ofrecieron sus disculpas al igual que regalos para los dragones para que pudieran tener misericordia y perdonarles por sus actos miserables. Lo cual no sirvió de nada. Los dragones al sentirse traicionados y llenos de rencor, rechazaron sus disculpas y por no ser suficiente ejecutaron a los dos mensajeros hechiceros que habían ido con la esperanza de obtener el perdón de los dragones.

A partir de entonces, dragones y todo todo tipo de criaturas mágicas se ocultaron en lugares desconocidos.

Las criaturas mágicas al ser poseedoras de magia decidieron esconderse para ocultar sus conocimientos de magia y otras artes de aquellos que querían aprovecharse. Pocos son los casos en donde criaturas mágicas deciden salir de su escondite.

Mientras tanto, los dragones pasaron a ser completamente desconocidos para cualquiera. Encontrar información sobre ellos era una misión imposible. Ver a un dragón era considerado como una bendición por parte de los Dioses y también considerado como buena fortuna y abundancia. Matar a uno...era una hazaña heroica. Aunque la ley prohibía matar a un dragón o que un dragón matara a un humano, no significaba que algunos lo hicieran.

Los que lograban matar a un dragón llegaban a vender su carne, escamas, colmillos y en el caso de ser hembra vendían los huevos o crías. El precio era muy elevado para adquirir alguno de estos objetos, pero muchos lo codiciaban.

Para el reino de los dragones parecía ser el fin. Se espera que con cada nuevo monarca, se pueda ver una luz de esperanza. En que algún día todos los pecados que llevan cargando con los años por fin sean disueltos, que finalmente el conflicto sin resolver llegue a su fin.

Generación tras generación se celebra la coronación. En la que consiste que el primogénito o la primogénita del Rey y Reina de los dragones, después de cumplir 21 años y una primavera, recibirá la corona y por ende el derecho a gobernar a los dragones.

Años han pasado en los que ya se han celebrado varias coronaciones de nuevos monarcas, pero esta vez se acerca una coronación en la que muchos tienen altas expectativas para su reinado incluyendo al mismísimo príncipe heredero. Katsuki Bakugō.

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¡Muchas gracias por leer! ¡Espero que les haya gustado y que esperen con ansias la siguiente parte!

𝓑𝓮𝓷𝓰𝓪𝓵𝓪𝓼 𝓘𝓭í𝓵𝓲𝓬𝓪𝓼|| BAKUGŌ X TN || MEDIEVAL AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora