CAPÍTULO VII

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Bakugou miró a la chica que estaba enfrente suyo sin ningún tipo de atadura o guardia que la retuviera.

Después de su confesión en la sala del trono, la madre de Bakugou había ordenado que la liberaran y que hablara con ella en un lugar más privado así que la llevó a otra sala en la que solamente estaban él, ____ y su madre. Sin embargo, esta última había salido un momento de la habitación para buscar algo.

La miraba atentamente. Su aspecto seguía igual o incluso peor al día que la conoció. No era algo de lo que sorprenderse ahora que ya sabía que fue prisionera de los demonios y también suya. Aunque ahora parecía estar un poco más descansada. Las ojeras oscuras que estaban adornando sus ojos un par de meses atrás eran apenas visibles.

Ciertamente, aunque ella haya confesado una parte de la información que ella poseía aún no era suficiente. El príncipe aún se preguntaba el por qué ella fue capturada por demonios y también recordando lo que había pasado meses atrás ¿Cómo es que ella sabía cosas de su pueblo? Él apenas conocía cosas acerca del suyo sin embargo, ella parecía conocer más. Era algo imposible. Ambas especies se odiaban. De alguna forma ella había conseguido información de su pueblo. Eso no le gustaba ni un poco.

-¿Algo que me quiera preguntar, alteza?- preguntó de repente la chica.

-Muchas cosas pero dudo mucho que me digas algo que me interese. Te tenías muy bien guardada esa información tuya.-

-La verdad es que no planeaba compartirla pero, al oír mi sentencia era la única forma que tenía para salir de aquí.-

-Me sigue pareciendo curioso que tu gente te haya mandado específicamente a ti a encontrar al dichoso "portador" de la espada.- respondió irónico el rubio ceniza.

-¿Aún piensa que lo que digo es mentira?-

-Me parece que son solamente historias tuyas para que mi madre te dejara ir. -

-Créalo o no, alteza, digo la verdad.-

-Claro, una vieja leyenda se vuelve realidad convenientemente cuando tú apareces en mis tierras.-

-Sus tierras, cómo así lo llama, alteza. Son las que correrán riesgo si no encuentro al portador de la espada. Muchos pensarían que es algo bueno que haya aparecido pero es algo que sólo significa una cosa. Hay que tener cuidado de ahora en adelante.-

-¿Cuidado con qué? ¡Todo esto no tiene ningún puto sentido!- el príncipe puso ambas manos en la mesa, apoyándose de esta. Mirando directamente a la chica.

-Creo que usted no conoce lo que la espada simboliza.-

-La leyenda de la espada la sé de memoria, bruja. No había día que no la escuchara.-

-Entonces conoce su significado. Lo que profetiza.-

-¿El qué? ¿Qué mágicamente llegaría el día que la espada encontrase a alguien digno de manejar su magia? ¿Alguien puro de corazón y de lealtad inquebrantable? ¿Qué ese idiota podría gobernar a todas las especies en esta maldita tierra? ¡No me hagas reír!.-

-La espada fue forjada por los Dioses. De lo que hablamos ahora no es de cualquier objeto ordinario. Es un objeto que posee el último rastro de magia divina. ¡Sí, la espada decidió que era el momento, entonces que así sea!.- declaró la chica mientras se acercaba amenazante al príncipe.

-¿Y eso qué significa, bruja?- respondió el chico arqueando una de sus cejas.

-Que no voy a permitir que cosas se opongan en mi camino. ¡Mi pueblo cuenta conmigo para encontrar al portador de la espada! -

𝓑𝓮𝓷𝓰𝓪𝓵𝓪𝓼 𝓘𝓭í𝓵𝓲𝓬𝓪𝓼|| BAKUGŌ X TN || MEDIEVAL AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora