CAPÍTULO V

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La imagen ante los ojos del joven príncipe era irreal. Una bruja y un dragón hablando como dos viejos amigos, compartiendo un rato ameno. Ambas especies eran enemigas y tenían un acuerdo en el que se sentenciaría a muerte a todo aquel que tenga la osadía de tan siquiera pisar terreno enemigo.

La bruja con la que su mejor amigo hablaba tan relajado, era la misma que habían encontrado merodeando por los valles con la sospecha de que ella haya sido parte del ataque de los demonios que había interrumpido su coronación.

Era algo irreal para el joven el tan siquiera dialogar con sus enemigos pero, esa era su forma de pensar. Por otra parte, Kirishima era alguien que daba buenos consejos y prefería el dialogar antes que tirar a matar, algo que el rubio ceniza siempre descartaba y apostaba más hacia la parte de tirar a matar. Para él, el diálogo era una pérdida de tiempo. Hablar con sus enemigos y llegar a un acuerdo podría interpretarlo como una manera de rendición y que la batalla había terminado con una derrota. Hablar no era lo suyo.

Él seguía viendo dicha escena. La chica sentada serena, y su fiel amigo enfrente suyo con una sonrisa. Trató de despejar sus pensamientos por un momento y prestar mayor atención a lo que estaban hablando Kirishima y ____.

-- ¿Cómo es eso posible? -- preguntaba el pelirrojo estupefacto a la revelación de la bruja cuando ella le había contado que comúnmente no utilizaba magia. -- Creí que era vital para tu especie el uso de magia.---

-- Lo es.-- afirmó la chica poniéndose de pie y acercarse a un pequeño caldero en el que se estaban hirviendo algunas raíces y otras hierbas.

-- Entonces, ¿por qué dices que no usas comúnmente la magia?-- preguntó el chico observando meticulosamente lo que hacía ella.

-- Verás, todas las especies poseen cierta clase de magia. Nuestros Dioses le dieron a cada especie una clase de "don". La manipulación de energía mágica siendo la especialidad de mi especie y en el caso de los dragones la manipulación del fuego.-- explicó la chica mezclando con una varita de metal lo que estaba en el caldero. -- Cualquiera aspira a la posesión de magia.--

-- Ya veo.-- musitó Kirishima haciendo una anotación mental sobre ese comentario.

____ siguió revolviendo el líquido que hervía constante sobre aquel caldero. Observó el color verde olivo que había tomado debido a las hierbas y raíces. El humo de aquella mezcla le provocaba recordar el aroma del césped o de las agujas de pino del norte. Miró al pelirrojo que analizaba cada movimiento de ella, impaciente por preguntarle que estaba haciendo.

-- Kirishima. Necesito cerciorarme que esto esté en su punto. ¿Podrías traerme una cuchar y un cuenco, por favor?-- suplicó la chica. Su contrario asintió y fue corriendo por los utensilios que le había pedido traer. La fémina siguió revolviendo con la varilla de metal el caldero para que el dichoso "antídoto" no se arruinara. -- Su majestad, se que desconfía de mí. ¿No quisiera estar más cerca para que esté seguro que verdaderamente esté preparando el antídoto y no un veneno para matar a su padre?-- soltó la bruja. Atónito el príncipe abrió sus ojos brillantes carmesí de par en par.

"¿Cómo mierda sabe que estoy aquí?"

Katsuki salió de su escondite evitando a toda costa que se le note que está sorprendido por el hecho que ella sabía que estaba en la habitación. Se acercó hacia la celda con un semblante serio con su ceño fruncido y tratando de proyectar en sus ojos alguna clase de intimidación, lo cual no funcionó en la chica.

𝓑𝓮𝓷𝓰𝓪𝓵𝓪𝓼 𝓘𝓭í𝓵𝓲𝓬𝓪𝓼|| BAKUGŌ X TN || MEDIEVAL AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora