Capítulo VI

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El antídoto de la bruja había funcionado. Desde que el rey bebió del antídoto fue mejorando poco a poco. Sin embargo, muchas veces la bruja tenía que volver a preparar más antídoto para que la recuperación del Rey fuera total. Haciendo que su estadía en el reino se extendiese más con el paso de los días.

El príncipe tenía que bajar una que otra vez a las mazmorras para beneficiarle unas gotas de su sangre para aquel brebaje. Muchas veces aquellas breves visitas terminaban en peleas incesantes por ver quién tenía razón sobre uno u otro tema de conversación, por lo tanto, Kirishima acompañaba al rubio para cesar esas discusiones.

Para ambos chicos, la chica, era un misterio. Nunca reveló el porqué estaba con los demonios, el cómo entró a los valles de Ashbel o incluso el cómo sabía tanto de la cultura de los dragones. En opinión del príncipe, se negaba a colaborar con información algo que lo hacía sacar de quicio haciendo que su relación con la prisionera fuera algo tormentosa.

Sin embargo, algo que el joven príncipe se preguntaba constantemente era el qué iba a suceder con aquella criatura tras los barrotes. No era un secreto que él encontraba a aquella bruja un tanto ¿Curiosa?; ¿Insolente? o ¿Fascinante?. No había palabras para describir las emociones del príncipe con respecto a la bruja, lo único que tenía por seguro es que ella sería clave para dar información que beneficiara a su reino.

La prolongada estadía de la bruja había sido un beneficio para el por cierta parte ya que le daba más tiempo a tratar de convencer a la chica en que le diera un mínimo de información pero, como anterior mencioné, no era algo que ____ le dejara fácil. Se ha de mencionar que incluso el rubio intentó ser "amable" con ella una ocasión y no terminó muy bien. El príncipe estaba desesperado porque la chica hablase, que se le escapara algún detalle o cualquier cosa. Algo que jamás sucedía.

El príncipe de los dragones se encontraba bajando, una vez más, las escaleras de las mazmorras para acudir nuevamente a que la bruja le extendiese la ración de antídoto del día y para ello significaba tener que pincharse el dedo una vez más para añadir el último ingrediente a aquel elixir.

Al bajar, el rubio se percató que la chica miraba atentamente a algo en el suelo. Él no supo decir con exactitud el qué era debido a que la joven estaba dándole la espalda pero, se veía que ella estaba completamente inmersa en sus pensamientos ya que comúnmente ella fácilmente se percata de la presencia de él.

-¿Qué tanto miras al suelo?- preguntó al aire el rubio provocando que la chica diera un leve respingo. De inmediato, la chica se levanto e hizo una reverencia dirigida a Bakugō.

- Alteza...No me percaté de su presencia.- Respondió ____ mientras tomaba la ración de antídoto y se la extendía al rubio ceniza.

- ¿No me vas a sacar sangre esta vez?- cuestionó confundido el chico. Su contraria sólo se limitó a sacudir la cabeza de un lado al otro en negativa a su respuesta. - ¿Y eso?-

- Ya no será necesario. Hasta donde tengo entendido su majestad está en mejor estado.-contestó seriamente la chica.

- Veo que mis guardias aún hablan sin cuidado.- dijo Bakugō mientras tomaba el antídoto que ____ le había extendido.

- Temo decepcionarlo pero me lo ha contado Kirishima.- El rubio observó la celda de la chica buscando cualquier minúsculo detalle de algo que haya cambiado. Podrían decir que es paranoico pero no le gusto mucho el cómo ____ miraba tan detenidamente el suelo. Parecía incluso que ella estaba leyendo algo. Bakugō gruñó levemente.

𝓑𝓮𝓷𝓰𝓪𝓵𝓪𝓼 𝓘𝓭í𝓵𝓲𝓬𝓪𝓼|| BAKUGŌ X TN || MEDIEVAL AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora