Por ti, que haz dado tanto por otros y nunca esperado nada

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Luego de su declaración, Wei Wuxian se despidió con torpeza murmurando que tenia algo que hacer, Lan Xichen lo dejo ir sin intentar detenerlo, al parecer había conmocionado al cultivador demoniaco mas de lo que creía.

Luego de eso salió para buscar al General fantasma, para su mala suerte descubrió que este había partido desde mucho mas temprano con los jóvenes Lan, sin quedarle de otra fue a terminar algunos asuntos de su secta. A mitad del día decidió regresar a Yunmeng, de esa forma los días fueron pasando, se encontró mas tiempo en la secta Jiang, pasando el mayor tiempo posible junto a su amado.

Se alegra porque ve que su semblante se ve mucho mejor, sin embargo su mirada aun permanece distante, como si hubiese algo tirando dentro de el que no le permitiese avanzar como querría. Como supuso, su WanYin no le dijo nada y cada vez que intentaba traer el tema a colación su amado se quedaba callado o le respondía con evasivas, ante eso el no insistía, por mucho que quisiera saber, no deseaba presionarlo, menos en el estado tan frágil de su mente.

—WanYin— llamo a su amado, que aun seguía acostado en la cama, aunque esta seguro que lleva un rato ya despierto

Jiang Cheng gira sobre la cama, su cabello se pega a sus mejillas y sus ojos se ven cansados. Xichen acaricia con ternura sus mejillas.

—Debo regresar a Gusu.

—Hm.

—Serán solo un par de días. Ya he estado una semana completa aquí, temo que Shufu se presente en cualquier momento y tu y yo sabemos que una vez lo haga el también querrá quedarse algunos días. — aparto algunos mechones traviesos que caen sobre las mejillas de su amado

—A-Huan — Jiang Cheng se incorporo en la cama bajo la cariñosa mirada del Lan, se inclino dejando un suave besos en los labios del mayor — Gracias.

—¿Por que me agradeces, A-Cheng?

—Solo por — una pequeña sonrisa sincera tiro de sus labios — estar para mi. Por no abandonarme

La mirada de Lan Xichen estaba llena de amor, acuno el rostro de su amado con ternura.

—A-Cheng, yo jamás te abandonaría. No importa el tiempo o lo que suceda, siempre estaré a tu lado.

—Lose — hace una pausa, toma una larga respiración. — Estoy listo.

Xichen le da una mirada confundida a su amado. Jiang Cheng se apresura a explicar.

—Yo... — su voz tiembla — estoy listo para decirte porque tome la decisión de entrar en reclusión

Xichen siente que el aire se atasca en su garganta.

—Primero quiero que me prometas algo — Jiang Cheng toma las manos de Xichen entre las suyas, las manos del Lan son ligeramente mas grandes y tienen la habilidad de hacerlo sentir protegido cuando lo sostienen — No quiero que te enojes.

Al Lan le extraño la petición de su pareja, el era conocido por enojarse muy poco y Jiang Cheng era la persona que mejor lo conocía, así que si le decía de antemano que no se enojara, es porque era algo que en definitiva lo haría enojar. Aun así asintió, esperando realmente no enojarse.

Jiang cheng tomo aire, como si estuviera infundiéndose valor.

—¿Recuerdas cuando sucedió el ataque al muelle del loto? — Lan Xichen frunció el ceño extrañado, Jiang Cheng odiaba hablar de esa época, en especial de ese suceso que lo marco. Solo dos veces han hablado al respecto, la primera durante la guerra y la segunda pocos años después cuando ya habían formalizado su relación — ¿Re.. Recuerdas lo que te conté que sucedió después de que Wei Wuxian y yo escapamos?

Todo por tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora