[Capítulo 8: Inesperado]

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Los tres corremos muy iguales... Misma velocidad, mismo ritmo y misma dirección, por lo que no nos separamos.

Giramos por los pasillos lo mas que podemos con la intención de perder al tipo que traemos detrás. Flacucho, castaño y con una mirada sádica hasta decir basta. Si no lo podemos perder, mínimo tenemos la ventaja que no tiene oportunidad de apuntar y disparar. 

Llegamos a las escaleras eléctricas, pero esta detenidas, pero honestamente ya me lo esperaba. Baja Jared, después lo sigo yo y Joel va detrás de mi. 

Saltamos dos o tres escalones al mismo tiempo para hacerlo lo mas rápido posible. Es tanta la adrenalina que llevo dentro que ya van dos ocasiones en la que piso mal el escalón y me termino doblando el pie un poco o casi cayendo. Lo bueno que Joel va detrás mía y me sostiene antes de que me caiga. 

Llegamos al final de la escalera y empiezo a escuchar el trote del tipo. Nos debió de perder un momento de vista por que todavía no baja, sigue dando vueltas por arriba.

Volteamos como locos a los lados en busca de algún escondite, pero los tres estamos en un pequeño shock por la adrenalina, el susto y la angustia que no hacemos nada ni nos movemos para ningún lado. Joel es el que se destraba y entonces nos jala hacia debajo de las escaleras. 

Nos sentamos en el suelo y tratamos de ponernos lo mas a la orilla que podamos. En este caso no se por que, pero no me entra la angustia llorona que me entro en los otros dos momentos, ahora estoy como imperativo y alerta ante cualquier cosa.

Pasan un par de minutos y nosotros seguimos ahí. 

Cuando la idea de que el tipo se rindió y se fue de la tienda empieza a entrar a mi cabeza, esta se ve cortada por el sonido del tipo bajando de salto en salto de la escalera. 

Los tres alzamos las cejas de la impresión. Mi mano tiembla un poco. 

Entonces empiezo a ver que el tipo esta al frente de nosotros buscándonos de lado a lado con su pistola entre las manos, lo único que nos separa es un mostrador de joyería que esta al frente. 

Pareciere que nos siente cerca de él por que sigue perseverante en esta zona.

Escucho como Joel traga un poco de saliva mientras que Jared se sigue meciendo, dentro de lo que cabe soy el mas "tranquilo" tan solo me muerdo el labio con fuerza al oír cada paso cercano del tipo. 

Se torna el silencio. 

No me gusta el silencio, me siento vulnerable por que no se donde están mis enemigos, es lo único que puedo hacer, buscarlos con el oído.

El silencio se corta, pero de haber sabido que este sonido lo cortaría hubiera preferido el silencio. Es una risa, una risa como la de un loco...  Sádica, fría y seca.

-Fue fácil encontrarlos. -Dice entre risas. 

Nos volteamos a ver unos a otros, escuchamos bien, sabe donde estamos... ¿Pero donde esta él?  

-¡Hola, chicos! -Dice el tipo mientras nos apunta del otro lado del mostrador. 

Ni siquiera gritamos, estamos paralizados. 

El tipo carga la pistola y en eso Joel, en un movimiento rápido y aleatorio, saca la pistola de balines del bolsillo y dispara. 

El balín sale volando y logra darle en la mejilla al tipo. No tiene protección alguna, es golpe debe de doler cual demonio lo que hace que el tipo se haga para atrás gritando como loco, pero mientras lo hace, presiona el gatillo.

Cuando presiono el gatillo, el cañón estaba volteado hacia mí. Estaba paralizado... ¿Qué podía hacer? Nada, tan solo cierre mis ojos por reflejo y espere. 

Tiemblo y mi corazón se paraliza cuando siento unas piedras golpear mi rostro. Pero eso es todo, nada mas unos pequeños escombros son los que me golpean. 

Abro los ojos lentamente y con la cabeza temblorosa. Veo como Joel llega apurado frente a mi. 

-¿Estas bien? -Pregunta mientras me toma la mejilla. 

Volteo hacia todos lados y entonces veo que la bala en realidad golpeo a la pared, pero estuvo a unos centímetros de darme a mí. 

-Si ignoro el infarto que me va a dar... Si estoy bien. -Contesto tratando de dar un poco de humor.

-Baboso... -Ríe Joel y me da un beso. 

-Luego se besan, ya vámonos. -Dice Jared jalándonos.

Nos levantamos y salimos de debajo de las escaleras. Vemos el tipo echo bola en el suelo dando gritos y empezamos a correr, pero no damos ni diez pasos cuando se escucha por detrás un grito. 

-¡Se detienen o se detienen! -Dice el tipo que ya se había levantado y nos apunta con su pistola. 

Los tres nos detenemos. ¿Qué mas podemos hacer? Él de la pistola es el, hay que obedecerle, así mínimo tenemos unos instantes mas de vida. 

-¡Avienta tu maldita pistola mocoso! -Le grita a Joel. -¡Y pobre de ti si intentas algo al sacarla!  

Con la mano temblorosa Joel toma la pistola de su bolsillo y se la arroja al tipo por el suelo. Él la detiene con el pie. 

-Muy bien, ahora, cierren los ojos y despídanse. 

Cerramos los ojos. Siento como una mano toma la mía y la aprieta con fuerza, es la mano de Joel, la reconocería donde fuere, así que también se la aprieto con fuerza. 

De nuevo un sonido brusco resuena, pero no es el de una bala, es como el de un vidrio quebrándose. 

Abro los ojos y veo al tipo tirado en el suelo con cientos de trozos de vidrio a su alrededor y detrás de él esta una chica. Rasgos morenos y latinos... Si mi memoria no me falla es Katherine. 

Tiene la respiración agitada y un pedazo de vidrio en sus manos, como la base de un jarrón, de seguro fue lo que sonó, debido de rompérselo en la cabeza. 

Nos acercamos al tipo y a Katherine lentamente. 

Veo al tipo. Inconsciente, en el suelo y con un charco de sangre que va creciendo conforme a los segundo originario de su cabeza. Y veo a Katherine, es una chica hermosa, cabello negro ondulado y largo, ojos cafés oscuros casi negros al igual que el cabello y una piel morena deslumbrante. Tiene una cara seria, imponente y atractiva.   

-Gracias. -Dice Jared. 

-¡Muchas! Gracias. -Agrega Joel. 

Cuando yo estoy a punto de darle las gracias también ella interrumpe. 

-Luego me dan las gracias, ahora cállense y caminen. -Dice seria y un poco agresivamente Katherine mientras da media vuelta y empieza a correr por la tienda. 

Nos quedamos con caras extrañadas los tres, pero al final la terminamos corriendo detrás de ella. 

¡Solo Quiero Salir!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora