Lo siento, pero ya es Tarde✔️

Capitulo 10

Al llegar a casa tenía muchas ganas de comer una gelatina de la nevera, así que fui por ella, pero me disgusto mucho lo que vi.

-Carmen que haces, vamos levanté- me acerque a ella y la ayude.

-Por la clase de trato que le dan a la de servicio ahora no quiere hacer nada en esta casa- la señora Vanesa se cruzó de brazos mirándome seriamente.

-para su información, Carmen solo está encargada de supervisar a los demás empleados y no de la limpieza - le contesté.

-Ash, que niña para más contestona, si yo fuera tu madre - no deje que terminara de decirlo que quería.

-Por eso mismo tú no eres, ni lo serás, si está en esta casa y tienes las comodidades es por mí padre y tú no le llegas ni a los talones a mi madre, eres una cualquiera que lo engatuso- Vanessa levantó la mano tratando de darme una cachetada, cerré los ojos esperando el golpe.

-No te atrevas a tocarla, tú no eres nadie para hacerle eso a mí hermana- Aleksander sujeto el brazo de Vanessa justo antes de que ella me golpeara.

-Joven, señorita Nesrin, no se preocupen dejen limpió eso y ya - Carmen otra vez tomo la esponja, pero Alek se la quitó.

-Carmen, para eso está el resto del servicio, mejor ve a pedir que preparen algún piqueo y Llévalo a la terraza, Nesrin tiene visita- Sin más que decir salió de la cocina y a tras de él Vanessa.

¿Ahora quién vino?, Me pregunté a mí misma mientras subía hacía la terraza, y me encontré a Víctor de espaldas.

—¿Víctor? —le dije y él volteó rápidamente.

—Nesrin, es que se me olvidó preguntarte algo en la casa de Daphne —puso una mano detrás de su cuello y soltó una risa algo nerviosa—. ¿Quieres ir al baile de graduación conmigo?

La verdad, se me había olvidado esa fiesta y definitivamente no iba a ir. No tenía ganas de nada aún, así que, aunque me doliera y luego me arrepintiera de rechazar la invitación del chico que me gustaba, no quería ir.

—Víctor, sé que tal vez no entiendas por lo que estoy pasando ahora. Es por lo que no iré a la fiesta, pero gracias por tener la buena intención de invitarme. —La sonrisa que tenía Víctor hace un momento se desvaneció, volviendo a su tono neutral de siempre.

Hubo un silencio incómodo entre nosotros. Víctor bajó la mirada por un instante, como si estuviera buscando las palabras correctas, pero finalmente solo asintió.

—Está bien, entiendo. Bueno, debo irme. —Víctor pasó por mi lado hacia la salida, pero antes de irse se detuvo de repente.

—Nesrin...

Me giré para verlo y antes de que pudiera reaccionar, dio un paso hacia mí, acortando la distancia entre nosotros. Su mirada se clavó en la mía y el mundo pareció detenerse por un instante. Sin decir nada, inclinó la cabeza y sus labios rozaron los míos en un beso suave, tierno y lleno de emociones contenidas.

Sentí un escalofrío recorrerme. Cuando se separó, me miró fijamente, como si estuviera tratando de descifrar mis pensamientos.

—Si cambias de opinión, puedes venir conmigo. —Su voz fue apenas un susurro antes de dar media vuelta y salir.

Me quedé inmóvil, con el corazón latiendo con fuerza. Mi mano fue inconscientemente hacia mis labios, intentando procesar lo que acababa de pasar. No sabía si me sentía más aliviada o culpable por haberle dicho que no al baile, pero ahora, ese beso había dejado todo mi mundo tambaleándose.

No sé si sea buena idea asistir a ese baile. No tengo ganas de estar rodeada de tanta gente. Además, tenía que pensar cómo les diría a mis amigos que iría a Italia con Aleksander a estudiar, porque definitivamente no me quedaría aquí.