El día de hoy fue el último día de clases, por fin había logrado terminar la preparatoria. Mañana era la fiesta de graduación y pasado mañana ya nos entregarían los certificados de estudios para poder aplicar a la universidad. Estaba claro que iría a estudiar a Italia junto a Aleksander. Dentro de seis días cumpliría los 18 años y después de las fiestas viajaré con él hacia Italia.
Tenía que pensar cómo decirles a mis amigos sobre la decisión que había tomado. Darell hasta el día de hoy me estuvo ignorando y espero que lo siga haciendo; así no me quedarán razones para volver a esta ciudad.
-Señorita Nesrin, acaba de llegar un paquete que va dirigido a su madre - Carmen entró a mi habitación trayendo consigo una caja algo rectangular de color blanco con un pequeño lazo de color azul marino.
- ¿Te dijeron quién la envió?
-Dijeron que su madre lo compró y ordenó que para esta fecha sea entregado. Creo que tiene una nota adentro. - Carmen dejó la caja en mi cama y fui rápidamente a abrirla.
Dentro de aquella caja encontré un hermoso vestido de un color azul marino similar al lazo que adornaba la caja, y junto a él había una nota.
«Mi pequeña, ahora mismo debo estar en París y me hubiera encantado estar el día de tu graduación junto a ti, pero tenía que venir por el trabajo. Es por lo que decidí comprarte este regalo con anticipación. Ya sabes que tu madre siempre está ocupada y no quise esperar a último momento para comprarte uno. Espero te guste. Con amor, MAMÁ.»
Sentí una presión en el pecho que no me dejaba respirar bien. Se suponía que en estas fechas mi madre habría viajado a París por su trabajo, pero la cruda verdad era que ella yacía en una tumba bajo tierra.
El color que eligió para el vestido era uno de mis favoritos. Saqué el vestido de la caja y me lo probé, tratando de secarme las lágrimas antes de arruinar el hermoso vestido que había comprado mi madre para mí.
-Me gusta mucho - mi llanto no cesó mientras me veía a través del espejo.
-En verdad se ve hermosa señorita. Yo sé que su madre también pensaría lo mismo. - Sin más, me acerqué a Carmen y la abracé con fuerza.
-Carmen, ¿crees que aún pueda asistir a la fiesta?
-Aún falta un día para la fiesta, señorita.
Luego de ir a la casa de la abuela de Víctor, él volvió a recordarme que la invitación seguía en pie. Entonces tal vez debía aceptar su invitación.
Resultó que mi Nonna y la abuela de Víctor eran muy amigas. En su casa había algunas fotos mías y de Víctor jugando juntos de pequeños; la verdad yo no lo recordaba.
Su abuela nos contó muchas anécdotas de cuando estábamos más pequeños. Me agradó mucho ir a la casa de su abuela y ni qué decir de su comida, estaba riquísima. Pero siempre diré que la de mi Nonna era la mejor.
Entonces decidí llamar a Víctor y decirle que sí iría al baile con él.
Tomé el teléfono con algo de nervios y marqué su número. No tardó mucho en responder.
- ¿Hola?
-Hola, Víctor. Soy Nesrin - dije mientras trataba de sonar tranquila.
-Qué sorpresa. ¿Todo bien? - respondió con tono amigable.
-Sí, todo bien. Eh... quería preguntarte si aún está en pie tu invitación para ir al baile juntos.
-Por supuesto que sí. ¿Eso significa que aceptas? - Su voz sonaba emocionada.
-Sí, me encantaría ir contigo - dije con una leve sonrisa.
- ¡Genial! No te arrepentirás. Va a ser una noche increíble, lo prometo.
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Lo siento, pero ya es Tarde✔️
Teen FictionDudas, desconfianza, falta de sinceridad... Esas palabras quedan muy cortas entre las familias Francell, Salvatore, Morelli y Hilton Nesrin Salvatore una chica risueña y soñadora que dañaron de pequeña tendrá que mantenerse firme y segura de si mism...