Capitulo 20

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Sabía que tenía que hablar con mi abuelo, aclarar lo que estaba pasando, pero una sensación de inquietud se apoderó de mí.

No tardé mucho en encontrarlo. Mi abuelo Danilo estaba en su despacho, revisando papeles con la misma calma con la que siempre manejaba los asuntos familiares. Pero algo en su postura me indicó que no venía una conversación fácil.

—¿Abuelo? —mi voz sonó más tensa de lo que había esperado.

Él levantó la vista, y su mirada severa se clavó en mí. Sin decir palabra, me hizo un gesto para que me acercara.

—Tienes que escucharme, Nesrin —comenzó, su tono grave—. No puedes seguir ignorando lo que está pasando. No puedes poner en riesgo el compromiso con Sebastián.

La mención de Sebastián me hizo sentir un nudo en el estómago, pero no podía permitir que mi emoción se notara. Estaba acostumbrada a controlar mis sentimientos, aunque, en ese momento, hacerlo me resultaba más difícil que nunca.

—¿Qué está pasando, abuelo? —pregunté, mi voz firme, pero con una leve temblorosa inquietud.

Danilo suspiró, se recargó en su silla y empezó a hablar de manera más pausada, como si estuviera tratando de transmitirme la gravedad de la situación.

—Las cosas dentro de la mafia italiana están comenzando a desmoronarse. Las familias rivales están más activas, hay disputas que amenazan con desestabilizar todo. Y los Salvatore necesitamos ir de la mano con los Morelli para mantener el agua quieta entre los demás. Si no mantenemos nuestra alianza, todo puede estallar.

Sus palabras me golpearon como una bofetada. Sabía que la mafia funcionaba bajo sus propias reglas, pero no era fácil aceptar que mi vida personal fuera una pieza más en el tablero de ajedrez de los Salvatore.

El compromiso con Sebastián, aunque necesario, se sentía como una carga, un peso que ya no quería cargar, pero sabía que no podía dejar caer.

Me armé de valor y, con un suspiro, respondí.

—Yo no dejaré que este compromiso nuble mi juicio, abuelo. He trabajado muy duro para ganarme el respeto de las otras familias. He luchado por demostrar que soy capaz de llevar el apellido Salvatore con honor, y no voy a dejar que nada ni nadie ponga en duda lo que he logrado.

Mis palabras sonaron más firmes de lo que me sentía. En el fondo, sentía cómo mi corazón se desmoronaba. El compromiso entre Víctor y Skyler era una verdad que no podía ignorar, una verdad que me estaba destrozando por dentro.

A pesar de mi decisión de avanzar, a pesar de mi papel como aliada de los Morelli, no podía evitar sentir que algo se quebraba dentro de mí, algo que nunca podría repararse.

Danilo me observó en silencio durante unos segundos, como si estuviera midiendo mis palabras y mis intenciones.

Sabía que él entendía las complejidades de lo que estaba sucediendo en mi mente, pero su deber como patriarca de la familia era claro: debía mantenerme en el camino correcto, no dejar que las emociones nublaran lo que era mejor para todos.

—Lo que estás diciendo está bien, Nesrin, pero recuerda que el compromiso con Sebastián no es solo una decisión personal, es una obligación hacia la familia. No puedes permitirte distraerte con tus sentimientos.

Esto es más grande que tú, que yo, que todos nosotros.

Sus palabras resonaron en mi mente, y aunque quería protestar, no podía. Sabía que mi abuelo tenía razón. Esta alianza con los Morelli no era solo un acuerdo de conveniencia; era una necesidad para garantizar la estabilidad de nuestra familia en el intrincado mundo de la mafia.

Lo siento, pero ya es Tarde✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora