Víctor apareció afuera de mi casa minutos antes que fuera al aeropuerto.
Su rostro lucía agotado, como si apenas hubiera dormido. Se acercó a mí con pasos inseguros aun adolorido por el disparo en su pierna, como si temiera mi reacción.
-Nesrin... por favor, escúchame. No puedo dejar que te vayas así. No sin hablar contigo una última vez
-No hay nada más que decir, Víctor. Ya tomé mi decisión. Necesito alejarme de todo esto... de ti - dije, aunque mi voz tembló ligeramente.
Él extendió la mano hacia mí, pero di un paso atrás.
-Sé que cometí errores, Nesrin. No tienes idea de cuánto me odio por no haber sido más fuerte, por no haber protegido a tus amigos, por no haberme enfrentado antes a mi padre. Pero lo hice... Al final, lo hice. Me enfrenté a él, y ahora lo estoy perdiendo todo. Pero tú... Tú eres lo único que no puedo perder.
Sus palabras eran sinceras, podía verlo en sus ojos. Pero el dolor en mi pecho seguía ahí. Me crucé de brazos para evitar que mis manos temblaran.
-No puedo confiar en ti, Víctor. No después de todo lo que pasó. Y aunque una parte de mí quiera creerte, no puedo permitirme ser débil otra vez. Lo siento, pero esto era lo mejor para los dos.
Víctor bajó la cabeza, pero luego la levantó y dio un paso más cerca.
-¿De verdad crees que esto es lo mejor? ¿Alejarte de mí, de todos los que te aman? No estoy diciendo que tengas que perdonarme ahora, pero al menos dame la oportunidad de demostrarte que puedo cambiar, que puedo ser mejor. No puedo imaginar un futuro sin ti, Nesrin.
Una lágrima traicionera rodó por mi mejilla. Quería creerle, quería abrazarlo y decirle que todo estaría bien. Pero no podía. No después de lo que había visto, de lo que habíamos vivido.
-Lo siento, pero ya es tarde Víctor - dije finalmente. - tengo que irme.
Él tomó mi mano y la besó suavemente, como si quisiera memorizar el momento.
Su toque me hizo estremecer, pero me obligué a soltarme.
-Adiós, Víctor.
Me giré antes de que pudiera ver más lágrimas caer. Mientras me alejaba, sentí como si una parte de mí se rompiera, pero sabía que tenía que ser fuerte. Al menos por ahora.
Eleanor, Daphne y Daniel fueron los únicos en aparecer en el aeropuerto para decirme adiós. No culpo a los demás, sé que cada uno está lidiando con sus problemas ahora mismo.
Daphne tenía los ojos algo rojos al igual que su nariz. Por más que dijo que estaba triste por mi partida hacía Italia, yo sabía muy bien que en realidad esas lágrimas eran por Darwin. Lo conocimos hace poco, pero sé que él y Daphne se habían hecho muy cercanos de repente.
«Pasajeros del vuelo 63, con destino a Italia, por favor se les informa que ya deben abordar».
-Bueno ya es hora Nesrin - Alek se acercó a mí.
-Los voy a extrañar mucho - se acercaron y me brindaron un fuerte abrazo.
-Dentro de unos meses iré a visitarte a Italia, Nesrin - Daphne me informó.
-Sí, yo igual - Eleanor volvió a abrazarme.
-Toma, léelo cuando llegues a tu destino - Daniel me entregó un pequeño sobre de color blanco.
Siempre supe que Daniel, Víctor y Darell eran mejores amigos. Sabía la relación de estos con el señor Marcus. Lo conocía de vista mas no por su nombre hasta hoy.
Ahora entendía la razón por la cual Darell me encontró ese día ahí.
Quise preguntar qué era, pero Aleksander me tomó de la mano como una niña pequeña. Caminé junto a él y su novia.
Sentí la necesidad de voltear a ver a mis amigas, y me encontré con la mirada de la persona que menos quería ver en ese momento.
Sin darme cuenta había soltado la mano de Aleksander.
-¿Todo bien, Nesrin?
-Sí, mejor apresurémonos.
Una vez dentro del avión, cada uno en sus asientos, recordé todo lo que pasó este año y algo de melancolía recorrió mi interior.
Sentía como si fuera la primera vez que viajara a un país extranjero, la primera vez que no vería a mi padre por mucho tiempo. Más aún, saber que mi madre ya no estaría esperando por mi regreso impaciente.
Iba a extrañar a mis amigos. Pero si me voy, lo estoy haciendo por mí misma, porque después de todo necesito sanar sin lastimar a nadie de mi alrededor. Necesito entender muchas cosas.
Sobre todo, aprender a sobrellevar lo ocurrido en este último año.
Decidí dormir durante las horas de vuelo, después de todo serían muchas horas de viaje.
ESTÁS LEYENDO
Lo siento, pero ya es Tarde✔️
Teen FictionDudas, desconfianza, falta de sinceridad... Esas palabras quedan muy cortas entre las familias Francell, Salvatore, Morelli y Hilton Nesrin Salvatore una chica risueña y soñadora que dañaron de pequeña tendrá que mantenerse firme y segura de si mism...