Una Historia de Amor

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¡Felices fiestas a todos! Espero que lo paséis bien y estéis rodeados de la gente que os quiere =]

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 Esa no fue la única vez que "Él" se apareció en su infancia. Cuando comenzó a ir a la escuela ya se mostraba casi todos los días. Se escondía de su visión periférica, pero siempre podía sentirlo. A veces se dejaba percibir sólo un instante, y luego, huidizo, se confundía con una forma o sombra. Pero cuando estaban a solas no tenía tanto cuidado. A Lara le volvían solas las pelotas cuando las lanzaba lejos, le reaparecían las cosas que perdía, le volvían a la mesa las ceras de colorear cuando rodaban lentamente hasta caer por el borde. Si se movía en sueños, era arropada de nuevo. Pero cuando intentó hablar de ello con su madre, no la entendió. Dijo que tenía un amigo imaginario. Lara se enfadó mucho con ella y trató de demostrarle que era real. Lo intentó durante años, hasta que sus padres se preocuparon y la llevaron al primer doctor.

Él la interrogó minuciosamente y Lara trató de ser totalmente sincera. Pensó que el hombre les diría a sus padres que no era una mentirosa, pero en lugar de eso, de pronto tenía que tomarse dos pastillas con el desayuno.

— ¿Qué son, mamá?

— Son vitaminas. — Mintió ella.

Lara montó una rabieta. Se tiró al suelo, golpeándolo con los puñitos, pataleó hasta destrozarse los leotardos. Su madre la castigó en su habitación, dijo que estaría allí todo el día, pero para la hora del almuerzo ya se había calmado. Cuando bajó a comer con sus padres, volvió a ponerle delante las condenadas pastillas. Otro berrinche. Al final fue la amenaza de su padre de dejarla sin tele una semana la que consiguió que se las tomara. Pero Lara descubrió dos cosas: que le daban sueño y que seguía viéndolo a Él.

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Actualización el próximo viernes. Si me dejas un comentario me alegras el día ~~