Hoy es lunes 4 de abril, corrí hacia la escuela la verdad algo apurada, aún con todo pude llegar temprano. Me senté en mi escritorio, saqué un cuaderno y me puse a escribir. Quería aprender algo a escribir poesía, así que estuve leyendo algunos tratados teóricos sobre ello. Esto fue lo que salió:
«"¿Por qué me enfado contigo?" Me preguntas.
Será tal vez porque a pesar de esos lagos que tienes
de ojos, no tengo más remedio que alejarme de ti
Porque con solo verte a los ojos mi enojo olvido.
Soy presa de tus ojos, me enojo porque no lo notas.
Me enojo porque no puedo enojarme contigo y el
enfado que ves no es hacia a ti, si no hacía mí
por no poder enfadarme contigo. »
-¿Qué escribes? -preguntó una voz femenina-. ¿Es un poema?
Tomé la hoja de papel, la arranqué, la hice bolita y la guardé en mi bolso, era Jimena quien me hablaba.
-Nada, nada -me apresuré a decir cerrando el cuaderno-. No era nada Jime.
Ella levantó una ceja, parecía no haberme creído nada.
-Si, claro... -dijo sentándose a mi lado-. Vine porque quería saber si el domingo querías ir a ver una obra que vamos a estrenar.
-Por supuesto guapa -respondí con entusiasmo-. Depende de cuántas tareas nos dejen esta semana, pero si puedo estaré ahí, tenlo seguro.
Ella suspiró, no sé si de alivio o de algo decepción por no obtener un sí absoluto.
-Dime una cosa Laura -preguntó al fin-. Yo te veo siempre súper segura de todo, tienes decisión, yo estoy sumida en nervios con solo venir a invitarte a una tonta obra. ¿Cómo lo haces?
-¿De dónde sacaste eso? -pregunté sonriendo-. Las dudas son humanas, no soy un robot, no soy Sebastian.
-Eso, toda la naturalidad con que tratas a los muchachos, enséñame a ser como tú.
-¿Por qué querrías ser como yo, si ya eres como tú?
-No lo sé, no me gusta como soy Lau...
No supe qué decirle de inmediato, pensé un momento, volví a abrir el cuaderno y escribí algo en él, dándole vueltas al asunto. Tampoco la conocía demasiado. ¿Cómo debería saber que es lo que necesitaba escuchar mi compañera?
-A ver dime tú mejor algo Jime -dije después de un rato-. ¿Qué es lo que no te gusta de ti misma? -pregunté tomando lápiz y una hoja-. ¿Hagamos una lista sí?
Ella me miró algo extrañada.
-¡Vaya! Que difícil ejercicio -dijo poniéndose la mano en la barbilla y quitándose el cabello de la cara-. Para empezar odio no poder decidirme.
-Ok -dije apuntando-. ¿Qué más?
-No puedo hacer nada, no me siento capaz de nada -dijo frunciendo el ceño-. Soy un manojo de nervios para todo. Además, ¿En qué momento se me ocurrió cortarme el cabello de manera tan estúpida? Ni siquiera me gusta cómo me veo.
-Oye, te ves bien -intervine-. Pero si te entiendo, yo también me corté el cabello hace relativamente poco y me arrepiento, ya no crece igual que antes.
Ella río, al menos la pude alegrar un poco.
-Ya que sabemos los puntos que quieres mejorar podemos trabajar en cómo hacerlo, ves:
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Laura(borrador)
Teen FictionLaura es una chica de diecisiete años que quiere ser escritora, aun en contra de la voluntad de sus padres. Ahora tiene que trabajar de medio tiempo para pagar su escuela, hasta que un día conoce a un chico que cambiara su vida tanto para bien como...