「 Type Of / Scenarios. ; Mirabel Madrigal.

「 Oneshot 」

❝ No te dejaría. ❞

Request. Perdón si tiene faltas ortográficas.

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Una niña se encontraba sentada bajo un arbol con algo de sombra, su mirada estaba para abajo, y sus ojos parecian cansados de tanto esperar por las personas. Es de aclarar que ya habian pasado dos horas y media desde que estaba en ese sitió

Tenia un pensamiento en el que en cualquier momento las personas cual la habian dejado ahí llegarian, asi que se decidio y espero unos veinte minutos mas. Pero no fue asi.

Suspiro silenciosamente y pudo sentir a alguien cerca de ella, fueron pasos suaves cual habia escuchado, asi que esta levanto la mirada y parecia alguien un año mayor que ella.

Mirabel miro con preocupación a la otra.

- ¿Estas bien? ¿Necesitas ayuda?

- Si, estoy bien. No necesito ayuda.

Abrazo sus piernas y suspiro en silencio, mientras que Mirabel solo la abrazaba.

- Ven conmigo si quieres.

- ¿En verdad?

- Si.

La levanto y empezó a guiarla hacia donde era Casita, como le estaba diciendo por el camino.

Cuando llegaron, solo soltó la mano de esta y dejarla en la entrada.

- Quedate por aquí, le avisare a mi mamá que te vas a quedar.

- Esta bien.

Al entrar a Casita, la habia recibido como todos los dias, Mirabel procedio ir a la cocina para asi tocarle suavemente la vestimenta de Julieta.

- ¡Ay, Mirabel! Me asustaste, mariposita.

- Mamá...

- ¿Si, mi vida?

- Bueno, encontre a una persona muy especial, y queria preguntarte si podia quedarse con nosotros...

Hablo Mirabel sonriendo, pero Julieta se quedo pensando por un rato sobre eso.

- Puede quedarse con nosotros, pero tu abuela, Mirabel...

- Eso no importa, mamá. ¿Cierto?

- Uh, si... solo dilé que entre.

- Esta bien.

Mirabel solo salió de la cocina y fue hacia donde se encontraba la otra.

- Primero te presentare a mi mamá, luego a la tia Pepa. No te harian daño. ¡Lo aseguro!

- Oye, ¿Sabias que tengo vergüenza?

- Vamos, no tengas vergüenza de verlas, dudo que ellas te lastimen. Vamos, iré contigo.

La Madrigal le tomo de su mano, sonrió y empezó a guiarla hacia el lugar.

Esta se habia quedado quieta en un lugar con algo de iluminación.

- Acercate un poco a ella, hablale un poco. Ella te va a querer en segundos.

- No lo se.

- No te dejare.

La Madrigal tomo de nuevo su mano, fue hacia el lugar de su mamá, ya indicandole que estaba por allí, se alejo un poco del lugar para ver.