Kaden se aproxima a mí en tan sólo bóxer, más cerca y levanto la cabeza para verlo a la cara.
Queda frente mío, su figura alta e imponente me hace sentir una pequeña liebre asustadiza que observa a una bestia hambrienta.
Mueve su mano y estoy atenta a todo. Acaricia mi mejilla con las yemas de sus dedos, luego mis labios y me introduce lento su dedo pulgar.
Bajo la mirada a su mano, pero gruñe y regreso mis ojos arriba.
-Mírame, no despegues tus ojos de los míos -va diciendo mientras sigue metiendo su dedo a mi boca-. ¿Vas a ser buena niña, cierto? No quiero castigarte.
No digo nada, no puedo.
-Bien, quiero que captures mi dedo con tus labios y succiones -ordena y acato.
No sé si lo hago bien, pero se siente extraño. Kaden sonríe y lentamente saca su dedo.
Quedo con la boca entreabierta y así mismo con mi saliva moja mis labios.
Su brazo cae, da un paso para atrás y procede a sentarse en la orilla de la cama. Abre sus piernas y me hace una seña de que vaya.
Me paro y noto que mis rodillas están rojas y marcadas por la tela del vestido, no pongo mucho caso a eso sino a Kaden que no quita sus ojos de todo mi cuerpo.
Detengo mis pies entre los suyos, ahora soy un poco más alta que él.
-Acércate más, sin miedo pequeña -jala de mi cintura y por instinto me sostengo de sus hombros-Perfecto, ahora voy a quitar esto.
Sube sus manos a mis pechos agarrando las orillas de las pezoneras retirándolas.
Respiro profundo y veo cómo las deja a un lado de él en la cama.
Vuelve su cabeza y me examina, acariciando zonas de mi cuerpo con los ojos dilatados, brillando de morbosidad.
-Eres hermosa, en tu totalidad. Tu piel es tan... -sus dedos pasan delicadamente por mis brazos provocando que mis vellos se encrespen-, suave... aunque percato ciertas marcas que debió hacer Adam.
No pregunta, lo afirma, seguro de que fue así y en efecto si pasó eso.
-Me mordió -digo en susurros.
-Lo sé.
-¿Por qué lo hizo?
-Que curiosa estas hoy, sin embargo, no responderé. Porque nos desviaremos de un tema relacionado con tu cavidad bucal.
Iba a objetar, quiero saber, pero igualmente no quiero azotes. Así que mejor me obligo a callar mi incertidumbre y me relajo.
Kaden me miraba serio hasta que le puse de nuevo mi atención y sus manos hicieron presión en mis hombros, entendí a la primera y me arrodillé despacio.
Me senté sobre mis piernas y puse mis manos sobre el regazo. Estoy a centímetros de su entrepierna cubierta por una tela negra.
-Mis ojos están acá arriba -sujeta mi barbilla elevándola y siento mi cara arder
en segundos-. Tranquila, no te avergüences, ya te lo mostraré.Deja libre mi mentón y se levanto un tanto para deslizar su bóxer, no sé porqué, pero cierro mis ojos.
-No hagas eso, ábrelos.
Con miedo y curiosidad lo hago, al ver su miembro mis ojos se abren más de lo normal y trago saliva nerviosa.
-¿Lista para ayudarme?
Niego instintivamente.
Kaden ríe y vuelve a tomar mi cara con una de sus grandes manos.
-Pero tú querías saber que podía hacer con tu boca.
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Poliamor enfermizo © [Versión 2020 ]
Ficción GeneralTras sufrir un accidente donde fue la única sobreviviente, Jane se aísla de todo y de todos por un tiempo. Completamente traumatizada. Aunque, cuando llega el momento de seguir con su vida los hermanos Nightland ya la tienen en la mira. Y según los...