23. Te amo... por siempre

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Los movimientos de Jack me despiertan y mis sentidos de igual manera se activan, otro teléfono suena y abro un ojo viendo a mi hermano contestar el suyo.

No me incumbe, doy la vuelta y noto que mi celular esta prende y prende, lleno de notificaciones. Estiro la mano sabiendo de sobre quien me busca con desespero.

No debí colgarle a Kaden.

-Jane.

-¿Mmh? -respondo somnolienta.

Jack se levanta y estira sus brazos, luego truena su cuello.

-Uno de tus novios esta abajo y dice que si no vas ya, se va a meter a la casa -bosteza al final, se rasca la nuca y camina al baño.

Bufo y me sobresalto cuando mi mano vibra, recibo la llamada y destapo mi cuerpo saltando fuera de la cama, poniéndome sandalias.

»¿Vas a salir?

Si, ya voy.«

Así salgo del cuarto y bajo las escaleras lo mas silenciosa posible, tapo mi boca al boquear de nuevo, sacudo ligeramente mi cabeza y me preparo para el frío que a de estar afuera.

Al salir despego el teléfono de mi oreja colgando y voy al auto deportivo de Kaden, me monto sin esperar su reacción y tallo mis ojos despertándome del todo.

-¿Qué te dije sobre el celular?

-Estaba dormida, ¿no me ves la cara? -inquiero enfadada.

-Ya veo, pero de todos modos, ¿por qué hace rato me colgaste?

Restriego mis manos en la cara y suspiro. No me levante con el pie derecho.

-Porque quería seguir durmiendo, era muy temprano -digo serena, si le doy lo que quiere no me va seguir frustrando.

-Pero no debiste colgar.

Me muerdo la lengua y giro mi cuello a él.

-Pues perdón, no pensé que te molestarías.

Ríe levemente y se pasa el dedo pulgar por su labio inferior.

-Lo estoy, estoy molesto contigo. Mas porque no respondiste a mi pregunta y dejaste que mi imaginación volara -me acusa, elevo mis manos desconcertada y suelto una risita incrédula.

-¿Pero qué dices, Kaden? Dormía con mi hermano, ¿Por que en esta casa? Ah, pues la mamá de Tommy se suicido y somos familia, debemos estar juntos en estos momentos.

Suelto rápido, mi vista se cristaliza y agacho la cabeza escondiendo mi rostro con el cabello. Luego de unos segundos siento como mi cuerpo es rodeado y me soban la espalda.

-¿La señora Lía murió? Cuanto lo siento, debiste avisarme.

Sonrío y me separo de su abrazo, retiro las lagrimas y saco el aire por la boca.

-No tenia cabeza para ello, lo siento.

-No, no te disculpes. Entiendo -su mano acaricia un lado de mi cabeza y me recargo en ella.

-Bien.

-Okay, ¿quieres ir a desayunar algo? -pregunta viéndome con lastima y niego.

-No tengo apetito, pero gracias.

-Esta bien, ¿qué quieres hacer?

La pienso un poco, en realidad lo que deseo es volver a dormir. Aunque no se si correr a Kaden diciéndole eso.

-Pues... -no termine ya que tocan la ventana a mi espalda con desesperación.

Brinco del susto y volteo, Jack se pega al vidrio diciendo que mis padres han llegado, frunzo el ceño, tardo en captar y al hacerlo abro los ojos demás. Jack abre la puerta agachándose a mi altura.

Poliamor enfermizo © [Versión 2020 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora