En la primer cita que ambos organizaron por celular, México debía ir a buscar a Argentina hasta su casa. De ahí, según lo planeado, irían a comer pasta a un restaurante.
Cuando el mexicano llegó, Argentina ya listo para salir se asomó por su ventana, viendo que estacionado en la calle del departamento, estaba su cita esperando en una vieja y destartalada camioneta que hasta arreglos con cinta tenía. Al argentino esto le dio mucha vergüenza y decidió no salir de su casa.
"Ya llegué"
"No te veo. ¿Donde Estás?"
Las siguientes citas que tuvieron, simplemente acordaban encontrarse en cierto punto, en vez de que alguno vaya a buscar al otro.
Hasta el momento México no sabe sobre eso.