𝐏𝐒𝐈𝐂𝐎𝐏𝐀𝐓𝐀 + 𝟐𝟏 |𝐒𝐚𝐧𝐳𝐮 𝐇𝐚𝐫𝐮𝐜𝐡𝐢𝐲𝐨|

𝙲𝙰𝙿𝙸𝚃𝚄𝙻𝙾 𝟹𝟶

30. Hermanos

Haruchiyo Akashi

La cabeza me dolía horrible, poco a poco abrí mis ojos y me sentí tan debilitado, luego me di cuenta que estaba en el hospital conectado a unos tubos en la intravenosa, supongo que otra vez pude salvarme...no se si llamarlo suerte, pero no espere que un tipo como yo tenga esa oportunidad de vivir de nuevo.

Mientras miraba el techo, una enfermera entró a verme y me hizo unos chequeos para ver si estaba estable o al menos si recordaba quien era, después de eso le contesté todas las preguntas que me hizo. Aquella mujer se retiró, y nuevamente me quede dormido.

No recuerdo por cuánto tiempo estuve descansando hasta que abrí los ojos y tenía a mi madre sujetándome la mano, no pude safarme ya que me sentía tan débil, sin embargo ella me miraba a los ojos fijamente, su mirada era intimidante y también los tenía rojos de tanto llorar.

— ¿Qué haces aquí? .— Hablé como pude.

— La pregunta sería ¿Por qué no estaría aquí? ¿No crees?

— Como digas...es mejor que regreses por donde viniste.

— Sabes que no lo haré y si aún estás con vida es porque Senju te encontró.

— Yo no pedí su ayuda, ni tuya ni la de nadie, necesito que me dejen solo.

— Después de todo lo que has pasado ¿Piensas que te dejaré solo? Sabes que la respuesta es no...— Pausó.— Te extraño tanto hijo, no quiero perderte. Desde que te fuiste todo cambió tan drásticamente, déjame cuidarte.

— Déjame sólo.

— No, solamente te estoy avisando que a partir de hoy me haré cargo de ti, cuando termines de recuperarte irás a rehabilitación, es momento que dejes de drogarte solo para olvidar lo qué pasó con tu padre...— Interrumpí.

— ¡Cállate! No quiero que vuelvas a mencionarlo. Solo lárgate .— Cuando termine de hablar mi madre me sujetó de la cara con fuerza.

— Por más que trates de alejarme de tu vida, no lo lograrás yo soy tu madre Haruchiyo Akashi, los errores que hayas cometido en tu vida aún sigues mi hijo, eres mi sangre y jamás te dejaría un momento como este ¿Entendiste? A parte no tienes como librarte de nosotros, es momento que empieces a perdonarte a ti mismo y volver hablar con tus hermanos, ellos no lo dicen pero se que te extrañan como yo a ti mi niño .— Unas cuantas lágrimas salían de sus ojos y yo tampoco pude contenerme...y es que mi madre siempre a sido esa mujer que sabe ponerme en orden a pesar de todo.

— No lo entiendes...si decidí irme de casa es por protegerlos, no quiero que les pase nada yo...— Mamá interrumpe.

— Tú necesitas ayuda y lo sabes, yo no me iré hasta verte recuperado lo sabes ¿No?

— Siento que algo malo está a punto de pasar...madre yo...— No termine de hablar ya que mi mamá me abrazo en ese momento y me acurruqué como un niño pequeño a pesar de que ya no lo era.

— Dudo mucho que eso pase, después de todo meterse con nuestra familia implica la muerte segura y es que ¿Acaso no te das cuenta de que estamos hecho, Sanzu? Te recuerdo que ese sobrenombre te lo puse yo, así que tienes que estar tranquilo.