𝒀𝒖𝒈𝒆𝒏 /𝒃𝒏𝒉𝒂 𝑿 𝑴𝒂𝒍𝒆 𝑶𝒄/

Cap 4

- si te mueres te revivo para poder matarte yo. - aseguro en un quejido.

Había sido empujado lejos por lo que parecía ser alguna clase de híbrido de laboratorio llamado Nomu.

La adrenalina del momento que le había permitido utilizar su particularidad al mínimo había desparecido dejándolo solamente con un escudo sobre el y Aizawa que le estaba causando quemaduras y heridas por forzarse a mantenerlo.

Podia sentir la precensia de sus compañeros, el miedo y desesperación de Izuku por no poder hacer nada, la molestia e irritación creciente del villano que parecía ser líder porque por su culpa no lograba el cometido de reducirlos.

También sentía a su conciencia gritar en su mente que no tenía de otra más que destruir sus brazos para mantenerlos seguros, mientras que su mente le decía a gritos que todo sería inútil y que no servía para aquello, que finalmente ambos morirían por su culpa.

No le importaba morir, pero no queria ver como otros lo hacían.

Pedía en su mente tratando de callar las voces, que si All might vendría, que fuera lo más rápido posible, por más que odiara pedir algo que en la misma oración tubiera el nombre del héroe.

Sintió sus ojos cerrarse, y sus brazos volverse más pesados como si de alguna forma u otra estos comenzaran a perder la movilidad o simplemente el ya no tubiera control sobre ellos para mantenerlos en su lugar.

- lo siento. - murmuro mirando de soslayo al mayor detrás de él.

Con sangre debajo de su cuerpo por sus heridas y un brazo destruido.

- carajo. - jadeo cayendo hacia delante.

El escudo que los protegía poco a poco comenzó a desvanecerse, y sólo atino a cerrar los ojos con cansancio y dejarse estar.

Lo aplastarian, Izuku lo vería, su madre tendría que venir aquí ante la noticia y pagar los gastos del velorio y entierro, algo que consideraba tedioso.

Cayó inconsiente, y se sumió en su mente.

En recuerdos, sueños, y personas que aparecían como simples imágenes en su cabeza.

Paró cuando estubo en un lugar completamente blanco, frente a el había una persona.

Un hombre mayor que el, con cabello negro ondulado y ojos espaciales, iguales a los suyos.

Lo observaba con detenimiento, leve molestia, el ceño fruncido y los brazos cruzados.

- eres un caso perdido, carajo. - gruño cerrando por segundos los ojos.

- lo soy? - cuestiono lentamente, como si las palabras no quisieran salir.

- si, lo eres. Dios, no se que hacer con tigo. - se agachó a su altura.

- sabes quien soy? O al menos me recuerdas? - negó simple, sin expresión o emoción.

- lo que me faltaba, además de bloquearme también me borraste. - bufo fingiendo diversión.

- no hay nada que pueda hacer por ti si no tratas de convivir con tus demonios, no llegarás a ningún maldito lugar si no tratas de superar esa mierda y yo no podré hacer un carajo por ti si no me aceptas. Tenlo en cuenta Yuzuru, piensa que vas a hacer cuando estés en tus sentidos. Te ayudaré un poco, pero es lo máximo que tu me permites darte.

Abrió los ojos con dificultad, tosiendo levemente y reincorporandose. Miró sus brazos, estaban como nuevos sin ningun tipo de herida y lo más sorprendente y confuso para el, sin ninguna cicatriz.

Totalmente limpios, como si la historia que los había marcado nunca hubiera existido.

Observo a su alrededor, estaba en la enfermeria de Ua. No había nadie más ahí, ni una sola persona.