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ONU sentía un extraño cúmulo de nervios en su interior, ya habían pasado algunos días del incidente de su Ball y desde entonces su comportamiento se había vuelto un poco extraño hasta el punto que parecía ser algo bipolar, pero en estos momentos sentía una tristeza bastante grande que inició hace casi media hora. Había detenido su papeleo para sentarse en su escritorio a concentrarse cerrando los ojos intentando visualizar lo que vivía su contraparte y cuando al fin lo logró... quedó muy confundido al ver a una chica llorando mientras abrazaba un portarretrato.

Su Ball estaba acostado cerca a sus piernas mirándola con tristeza que él también sentía debido a su conexión, con eso notó que al parecer este se encontraba aparentemente seguro en el apartamento de una humana de la ciudad, aún así la gran duda de porqué esta lloraba le causaba repelús. Cuando intentó saber dónde se encontraba, fue interrumpido por alguien que lo obligó a salir de su trance.

—ONU tu vas bien, pourquoi pleurais tu? –El tricolor tomaba de los hombros al ser alado mirándolo con preocupación hasta que este pareció regresar en sí—.

(¿ONU estás bien, porqué llorabas?)

—¿Francia?.. –Balbuceó sintiendo sus ojos extrañamente humedecidos, era la primera vez que volvía así de una conexión por lo que aún estaba algo confundido—.

—¿Qué fue lo que pasó, le ocurrió algo a tu Ball? –Insistió el de boina echándole aire con una de las carpetas de documentos que estaban cerca a su mano– Si, nos enteramos de lo que pasó gracias al bocón de UE.

—No lo sé, sólo intentaba ver lo que él y bueno.. fue muy confuso, no vayan a decirle a nadie lo que vieron. –El rubio suspiró profundamente terminando de secar sus ojos con el pañuelo que llevaba en el pequeño bolsillo delantero de su traje blanco—.

—Tal vez tengas que ir con OMS. –Sugirió el guardián de la corona británica, fue suerte que hubiesen entrado ellos y no otros pues todo se habría vuelto un escándalo rápidamente—.

—Tengo que hablar con FBI, con permiso.. –El más alto de levantó ligeramente tambaleante y salió caminando con prisa en búsqueda del mencionado para intentar hacer una ubicación con lo que había visto—.

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La joven humana terminaba de secar sus lágrimas con algunos pañuelos mientras acariciaba al Ball para calmarle el susto, era ese día del año en que se permitía llorar.

—Lo siento pequeño, no quería ser tan ruidosa.. –Murmuró con la garganta un poco seca mientras terminaba de secarse los restos de lágrimas en sus mejillas– Pero en verdad extraño a mi hermana..

La masita celeste pareció entender mejor lo que sucedía así que se acercó dando pequeños brincos mirándola con curiosidad, a lo que la pelirroja suspiró nuevamente afinando su voz para que fuese mejor audible.

—Cuando tenía once años mi familia y yo tuvimos un accidente de auto mientras viajábamos, era una noche lluviosa pero pero queríamos llegar a tiempo para la cena de Navidad en casa de una tía.. así que no nos importó.. –Se relamió los labios respirando profundamente para que su voz no volviese a quebrarse en lágrimas otra vez– En algún momento de la noche la lluvia fue tanta sobre el camino que el auto perdió control y comenzó a girar hasta quedar a un lado de la carretera... no sé cuánto estuvimos allí hasta que alguien más pasó llamando a emergencias, pero mi hermana mayor no pudo llegar al hospital, ella sólo tenía un año más que yo..

El Ball mostró una expresión triste comprendiendo lo que sentía y se acurrucó en su pecho para confortarla, sintiendo como luego era abrazado también por la humana. En su pequeña mente no tan compleja sentía felicidad estando con ella aunque también extrañase a su contraparte principal, pero aún así sentía el deber de quedarse con la de ojos grises.

•   •   •

—Tienes que ser más conciso, ONU, ¿Si sabes cuántos departamentos hay en New York? –Resopló el de uniforme oscuro mirando al embajador de la Paz que actuaba de una forma rara desde que llegó agitado—.

—No fue fácil concentrarme en buscar una ventana cuando lo primero que vi fue a una mujer llorando –El de piel celeste se sentía incómodo aún con aquella sensación lúgubre en su pecho– Al menos sé qué no sigue vagando por las calles en peligro.

—Pero si viste algo así tampoco pienso que esté muy a salvo, ésta gente está muy loca. –FBI suspiró girando un poco su silla para ver nuevamente al mayor– Intenta entrar a la conexión otra vez, yo vigilaré que nadie entre.

—No sé si sea una buena idea hacerlo ahora.. pero bueno.. –El rubio suspiró intentando relajarse, sentándose mejor en la silla mientras cerraba los ojos sintiendo como todo a su alrededor se desvanecía para ver otras cosas—.

Sus ojos se abrieron permitiéndole sentir calidez y comodidad junto a una sensación de calma, al girar notó que estaba al lado de aquella mujer que lloraba. Mas ahora estaba dormida en lo que reconocía como un sofá, podía apreciar sus cabellos rojos como el fuego y su algo pálida piel que se sentía suave, respiraba tranquilamente con la fotografía de una niña similar a ella entre sus brazos.. no entendió mucho aquello pero decidió redirigir su vista hacia otro lugar para memorizar mejor el departamento que lucía amplio y bien cuidado, cuando sus ojos dieron con el gran piano de la esquina sintió una emoción que lo dejó extrañado pero siguió con lo suyo hasta ver un gran ventanal que conducía a un balcón que dejaba ver grandes edificios en la lejanía y otros habitacionales más cerca. Al intentar acercarse no lo logró ya que su Ball se negaba a moverse del lado de la joven, por más que intentó ordenarle que lo hiciera este se mantuvo en la misma posición por lo que resopló internamente para resignarse a salir de la conexión hasta otro intento.

—¿Viste algo útil? –El de lentes oscuros habló apenas el de traje blanco comenzó a removerse "Volviendo a la realidad"—.

—Algo así, está en poder de una chica pelirroja.. esa que lloraba, la ubicación parece ser entre la frontera de New York y Manhattan pero no logré ver bien qué lado era.. –ONU estiró su mano para beber del vaso con agua que había frente a él, cada vez que entraba a trance estas últimas veces salía bastante confundido con aquellas sensaciones que compartía, las Balls eran muy abiertas sentimentalmente así que era un poco chocante—.

Through our eyes [ONU x Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora