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—¿Cómo sacaste alitas de tu cabeza?, Woow –Ella sonrió ampliamente con la bolita de emblema blanco entre sus manos que intentaba aletear con felicidad, a lo que comenzó a saltar un poco en su cama para ayudarlo a tomar vuelo con cuidado—.

Su sonrisa era tan amable y sincera que podía quedarse viéndola más tiempo, se veía emocionada a la par en que su largo cabello parecía flotar a su alrededor con cada salto que daba.

Sus ojos se abrieron de golpe apenas su despertador sonó acabando con el silencio de su habitación solitaria, se sentó confundido mirando sus manos en lo que su respiración se normalizaba. Se sentía inusualmente tranquilo a pesar de que la importante reunión del mes se llevaría a cabo ese día y todos estaban nerviosos preparando sus documentos, pero él parecía estar lejos del estrés mientras se vestía tranquilamente esperando a la llamada de su chofer para ser llevado al complejo de las Naciones Unidas en lo que tarareaba la misma melodía de piano que recordaba en su primer sueño.

—¿Ya encontraron al.. –Preguntó el de estrellas doradas en el auto una vez el de piel celeste entró topándose con sus semejantes, pero fue interrumpido por este mismo—.

—Si y No, no más preguntas –Sus orbes cielo estaban puestas en la ventana mientras observaba el paisaje de la ciudad sin pensar mucho en nada—.

—Parece drogado, hay que decirle a OMS. –Susurró el europeo a su contraparte de ojos rasgados que también observaba con escrutinio al encargado de la Paz, jamás lo habían visto tan relajado desde que fue creado—.

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—Si, ya sé.. tienes hambre, ¿Cómo es que te levantas tan temprano?.. Apenas serán las siete –Se quejó la pelirroja con pereza mientras se levantaba de su cama desordenada para caminar a la cocina con la Ball siguiéndola a saltitos alegres– ¿Sándwich con mermelada?

Soltó una risa ligera cuando la bolita celeste dio más saltitos apenas lo dejó en la mesa, a lo que le tendió el plato con el desayuno cortado en trozos que le facilitaran comer. Había pasado ya casi un mes desde que se lo encontró en su bolsa de compras y desde entonces sus días habían mejorado bastante pues ya no se sentía sola en aquella ciudad con millones de personas moviéndose a diario, lo que más amaba era tocar para él cuando regresaba de su trabajo el cual era enseñarle música a los niños en una academia cercana.. Había tenido suerte de poder ganar dinero haciendo lo que más amaba, la música.

Luego del desayuno se vistió con ropa sencilla la cual era casi cubierta por una gabardina gris oscuro con el emblema de la institución, ahí era cuando llegaba el momento "Más difícil" de ir al trabajo.

—Sabes que no puedo llevarte, sólo serán algunas horas –Suspiró intentando regresar a la masita de ojos tristones al sofá para que pudiera irse antes de que se le hiciera tarde– Puedo dejarte la caja de galletas afuera, pero tienes que quedarte en casa.

La Ball dio más saltos intentando convencerla de llevarlo, hasta que ella no pudo más con su miradita se cachorro y se lo echó al bolso suspirando mientras rogaba que nada malo pasara al sacarlo de la casa.

•   •   •

Para la hora del receso de los niños regresó a su oficina a prepararse para la siguiente clase y de paso descansar un poco dejando salir a la bolita con alas que hasta entonces había estado durmiendo en su bolso.. aunque ahora se veía extrañamente irritado otra vez.

—¿Ahora qué pasa, pequeño? –Dijo en voz baja alzándolo con una mano, a lo que un bufido desganado le llegó como respuesta—.

Intentó animarle haciéndole un poco de cariño sobre las alitas de su cabeza pero este continuó igual sólo mirándola desanimado.

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USA y China continuaban gritándose bajo la mirada aburrida de los demás por el mismo tema de siempre, la pelea por dominar la economía global, la mayoría de Countrys los ignoraban hablando entre ellos y las organizaciones sólo revisaban sus papeles para los siguientes temas en lo que las agencias de seguridad vigilaban que nada pasara a mayores. Él estaba terriblemente estresado conteniendo sus ganas de electrocutarlos con un taser hasta que cerraran la boca, estaba repicando la madera de su escritorio con los dedos hasta que nuevamente ese ligero escalofrío seguido de calma apareció ahora acompañado de una sensación similar a caricias en su mejilla que le hicieron cerrar los ojos involuntariamente para relajarse cual gato mimado. Tuvo que esconderse entre sus brazos para disimular el rojo de sus mejillas mientras intentaba no mover las alas al sentir toques "Fantasma" allí también, cuando sintió ligeras presiones en su rostro tuvo que carraspear un poco y salir de la sala con disimulo por suerte siendo ignorado por los demás que estaban absortos en el griterío de las potencias económicas.

No parecía haber nadie más en el piso así que entró a una de las oficinas de archivos que se encontraba desocupada y se sentó en el suelo dejando que sus grandes alas se estiraran mientras se cubría el rostro con las manos, le era tan extraño y vergonzoso sentirse de esa manera pues era la primera vez que compartía en tiempo real lo que experimentaba su Ball donde fuese que se encontrara en ese momento. Así que lleno de curiosidad intentó retomar la conexión que esta vez se logró con más rapidez, dejándole ver a la misma mujer de vibrantes ojos grises dando pequeños besos en las mejillas de la Ball que ya se había calmado. Esta vez parecía tener suerte pues tras la desconocida habían varias fotografías y algunos trofeos con el nombre de una academia privada que le era conocida, teniendo así la pista de dónde podría hallar al travieso Ball.

—¿Está todo bien o debo llamar a OMS? –Habló el de piel azul apenas entró inclinándose frente a su jefe, jamás lo había visto sentado en el suelo y estaba preocupado por la manera en la que había cambiado su comportamiento desde el extravío– UNESCO notó tu ausencia y me envió a buscarte, no le hizo gracia que te fueras a media junta sin avisar.

—Dile que tengo mejores cosas que hacer en lugar de oír a las potencias discutir, que se encargue él.. –El de traje blanco resopló levantándose para limpiar un poco su ropa blanca antes de redirigir la mirada hacia el menor– Ya sé en dónde está.

Through our eyes [ONU x Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora