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No podía estar más fascinado con la manera en que aquél piano deleitaba sus oídos con la melodía del poema "In Flanders Fields", sobre este la Ball ronroneaba incluso más feliz mientras veía a "TN" que tocaba con una sonrisa tranquila agradeciendo ver nuevamente a su amiguito saltarín.

—In Flanders.. Fields... –La dulce voz de la joven acompañaba el sonido del piano permitiendo apreciarlo mejor pues ambas se complementaban—.

—Cantas muy bien.. –No pudo evitar el mayor murmurar, no era alguien que oyera música con frecuencia pero realmente era magnífico lo que oyó—.

—Gracias.. es algo que adoro desde niña, por cierto.. –La menor relamió ligeramente sus labios para mantenerse serena, obviamente no era algo de todos los días que la mismísima representación de la paz estuviese en su sala– Siento lo de Boli, no creí que pasaría algo así, pero me alegra poder verlo otra vez..

—En realidad agradezco que terminara aquí en lugar de alguna zona peligrosa o en malas manos, ya que lo que le suceda física o emocionalmente, también me afecta a mi –Explicó el de ojos cielo con tranquilidad mientras su vista estaba sobre la Ball, le era extraño verlo tan activo con alguien más que no fuese él– Claramente el vínculo no estaba previsto, pero es mejor a que desarrollara un miedo al estar perdido..

—Entiendo.. aún así lamento las molestias de ahora, déjeme ofrecerle algo para merendar –La de suéter gris se levantó para quedar de pie a una distancia prudente del Human que ahora la miraba pensando en su oferta—.

—Bueno, supongo que es inútil negarme.. así que un té y un sándwich con mermelada estarían bien.. –Se resignó el de grandes alas levantándose del sofá, oyendo como la humana emitía una pequeña risita divertida– ¿Hm?..

—A Boli también le gustan mucho los sándwiches con mermelada –Ella sonrió acomodándose el cabello antes de continuar su camino a la cocina siendo seguida por la bolita celeste que brincaba entusiasmado por comer en su compañía—.

—Los Balls usualmente son reflejos más sinceros de lo que sentimos, por ejemplo, me ha delatado con lo de los sándwiches.. –La organización sonrió un poco avergonzado apoyándose en el mesón de la cocina en lo que la menor sacaba todo lo necesario y ponía a hervir el agua—.

—¿Entonces también lo aburren las películas de Navidad? –Ilse arqueó una ceja con gracia mientras le daba algunas caricias a la masita con alas que parecía un gato alegre—.

—Ahora me siento expuesto.. –Murmuró algo avergonzado el rubio con una nerviosa sonrisa ligera, no quería decir nada al respecto de que también sentía justo en ese momento lo mismo que la Ball—.

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—Pórtate bien Boli, no te pongas triste por mi otra vez, ¿Si?.. –La americana se inclinó para dar un pequeño beso en la mejilla de su su pequeño amigo que ya la miraba algo afligido sabiendo que tendría que irse otra vez—.

—Gracias por recibirnos, señorita Garten, tenga un buen día.. –Se despidió el de traje blanco con una pequeña reverencia de cabeza estando en el umbral de la puerta esperando a que el elevador llegara al nivel—.

—Em.. puede llamarme Ilse, no tengo problema con eso.. –Dijo ella jugando con las mangas de su suéter, había sido una mejor despedida con la bolita alada así que se sentía más tranquila—.

—Entiendo, hasta luego, Ilse –Le dio una última mirada a la pelirroja antes de que las puertas de cristal se cerraran comenzando a descender hasta que la perdió de vista sintiendo una incomodidad en su pecho, por lo que bajó su vista a la Ball que le devolvió la mirada como si pensaran lo mismo—.

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—¿Que hiciste qué?, ¿Sin escolta? –El de estrellas lo miró frunciendo un poco el ceño, había sido muy estúpido de su parte salir del complejo directamente a una zona que no conocía– Cómo se te ocurre, ONU, hay tanto loco suelto en las calles.

—Lo sé, lo siento USA, pero no podía detenerme a pensarlo mejor luego de lo que me dijo OMS, era importante que fuese a buscarla para que Ball no decayera más –Suspiró el ser celeste sentando en su sofá frente al dueño del territorio que había ido a ver cómo se encontraba—.

—Tanto escándalo por una humana, ¿Al menos era bonita? –El castaño resopló antes de darle un sorbo a su vaso con Brandy, solía ir con frecuencia así que la botella era constantemente renovada—.

—Bueno.. la señorita Garten, Ilse.. es linda.. –El de laureles tragó en seco desviándo la mirada hacia su gran ventanal que mostraba los edificios más costosos y exclusivos del corazón de New York-.

—¿Garten?, ¿Como Arthur Garten el emisario de Germany? –El norteamericano levantó la mirada un poco más interesado en el tema, tal vez aquella mujer no era simplemente una humana más de su territorio—.

—Realmente no lo había notado.. –Murmuró visualizando mentalmente la información de la pelirroja, realmente había pasado por alto aquél nombre que estaba plasmado en el papel—.

—Curiocesco, curiocesco.. –El de franjas rojas repitió su usual guiño a su libro favorito y se levantó dispuesto a irse del departamento ajeno– Se hace tarde, recuerda que esta semana todo debe estar listo antes de la gala que se aproxima.

—Lo sé, sólo procura no causarme más problemas con China o Rusia antes de eso –ONU imitó al contrario para acompañarlo hasta el pasillo en lo que el mayor hacía un gesto de restarle importancia, provocando que virara los ojos en un suspiro de fastidio por la constante situación de conflicto—.

Through our eyes [ONU x Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora