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—La decoración no está nada mal, habrá que probar también lo que ofrecen –El británico observaba minuciosamente el lugar estudiando las fotografías antiguas y algunas piezas de arte dándole un toque Vintage—.

—Ojalá tengan Coca Cola –Soltó el de estrellas tomándole una foto a una pared llena de postales viejas para subirla a su Instagram—.

—....¿Me recuerdas porqué trajimos a este hijo tuyo y no a New Zealand? –ONU levantó su vista de la carta para mirar al mayor que se encontraba sentado frente a él—.

—Yo no lo invité, cuando me di cuenta ya estaba en el auto y estábamos a unas calles de llegar –Bufó el anglosajón mayor mirando con los ojos entre cerrados al de estrellas que ni siquiera se inmutaba—.

—A la próxima lo dejamos en una esquina con dinero para el tren de regreso.. –Entre dientes el de alas dijo, para luego decidirse sobre qué tipo de bebida y aperitivo escogería—.

—¿Acaso olvidan que puedo entrar gratis a cualquier lugar de mi territorio? –USA arqueó una ceja mirándolos, sería ridículo que tuviese que pagar algo cuando era gracias a él que tenían todo eso que presumir—.

—Cierto, así evito darte mi efectivo. –El europeo alzó delicadamente su diestra para llamar en silencio al mesero más cercano y con ello se dispusieron a hacer su orden—.

•   •   •

—¿De verdad estuvo con el señor América? –La de orbes grises parpadeó con impresión, había visto a las representaciones de los países sólo por televisión y realmente eran impresionantes e imponentes– Vaya qué digo, si este es su territorio, yo y mis preguntas obvias.

—Y realmente actúa como que todo es suyo... los Countrys son muy.. ellos –El de piel celeste sonrió leve antes de darle un pequeño mordisco a una de las galletas con jalea de fresa que le ofreció la humana, realmente estaban magníficas—.

—Lamento si están más doradas de lo que deberían, Boli y yo nos distrajimos con una película de zombies –Ilse rascó un poco su cabeza, no estaban mal pero tampoco suaves como deberían—.

—No te preocupes, a decir verdad no soy de los que aman las galletas muy blandas que se deshacen en el paladar, se siente extraño –Admitió el mayor con una sonrisa tranquila, realmente era alguien quisquilloso con su comida pero según su conexión con Ball, la humana cocinaba realmente bien—.

—Que alivio, entonces sé qué tipo de cosas ofrecerle al catador.. –Ella rió tomando entre sus manos a la masita celeste de ojos alegres y le dio un pequeño beso donde debería estar su mejilla, extrañándose cuando el más alto enrojeció de repente– ¿Se siente bien, le traigo agua?

—No no, estoy bien.. sólo mastiqué mal –ONU se excusó rápidamente intentando calmar su pulso un poco acelerado, compartir las reacciones sensoriales con su Ball en momentos como ese eran realmente vergonzosos para él—.

Por suerte el sonido de un móvil interrumpió el incómodo momento, al notar que se trataba del suyo la humana que levantó a responder poco después haciendo una expresión de extrañeza al notar de quién se trataba.

—Hallo Papa, stimmt was nicht? –Esta parpadeó confundida oyendo las palabras de su progenitor, no estaba muy convencida pero no le quedaba de otra pues su madre claramente no podría ayudarlo con aquello– Ich was?, äh.. na ja.

(¿Hola, papá?, ¿Pasa algo? / ¿Yo qué?, eh.. bueno)

El pelirrojo mayor le explicó algunas otras cosas de manera rápida y concisa para luego colgar la llamada tras decirle una fecha. Luego de eso volvió a sentarse en su sofá bajo la mirada disimulada del ser celeste que sentía curiosidad al respecto.

—Lamento la interrupción, al parecer era un contra tiempo familiar pero no es nada para preocuparse –Sonrió jugando un poco con sus manos antes de que la masita celeste saltara nuevamente a su regazo para ponerse cómodo sacándole una pequeña risa—.

—Que alivio, últimamente las cosas andan algo agitadas en el mundo ——Mientras terminaba su té el de traje blanco oyó la vibración de su móvil por lo que haciéndose una idea se limitó a suspirar levantándose del sofá donde estaba– Me temo que ya tengo que partir, sigue siendo un día de trabajo después de todo.

—Claro, por supuesto...eh disculpe, ¿Cree que Boli pueda quedarse esta noche?, yo lo dejaría en donde me diga mañana a primera hora si gusta –La de ojos grises también se levantó con prisa no pudiendo evitar entrelazar sus manos con algo nerviosismo, claramente la bolita de emblema blanco era muy importante de mantener segura y tal vez luego de lo que pasó el más alto se negaría—.

—Hm.. te enviaré mi dirección por mensaje después, te lo confío.. –Decidió ceder la organización un poco dudoso, pero podía sentir la mirada de su Ball como si fuese un niño rogándole para ir a una pijamada, no le había ocurrido nada en todo el tiempo en que estuvo con la humana así que no tendría nada de malo una noche más para no tener distracciones en medio de su papeleo—.

—¡Excelente!... digo, muchas gracias por su confianza señor ONU, voy a cuidar bien de Boli –Chilló la joven a la par en que la masita de alas saltaba y aleteaba por todo el sofá con gran emoción como si estuviesen conectados—.

—..Puede decirme sólo por mi nombre, no hay problema... –De nada servía la formalidad en momentos fuera de los negocios, además.. se sentía extraño que ella lo llamase señor todo el tiempo—.

—Entonces ust.. puedes decirme solo Ilse también –Entonces ella sonrió con algo de rubor en sus mejillas, regalándole una hermosa imagen al de alas blancas que quedó perplejo unos segundos observándola—.

Through our eyes [ONU x Reader]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora