El fin para ellos

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Lo primero que Kara vio cuando salió del avión fue a Alex, J'onn y Kal de pie junto a la pista de aterrizaje. Alex y J'onn llevaban gafas de sol, chaquetas negras y mostraban armas e insignias falsas del FBI, mientras que Kal estaba allí con su traje de Superman y su pose característica. Detrás de ellos vio un auto negro con las puertas abiertas, como si acabaran de salir, y otro auto, uno más pequeño donde vio al Agente Vásquez apoyado contra la puerta del conductor.

Y, por supuesto, Lena notó todo eso cuando también se colocó detrás de Kara.

—¿Qué está pasando?—Su voz estaba tensa y Kara no necesitaba darse la vuelta para saber que estaba frunciendo el ceño.

Lanzando una mirada rápida a Alex, como si le dijera que ella lo manejaría, y confiando en que su hermana no la interrumpiría, Kara se dio la vuelta con una sonrisa de disculpa y ya levantando las manos en defensa. Lena agarró el portabebés de Liam cerca de ella y miró a la rubia con los ojos entrecerrados y confundidos.

—Encontraron a Lex y Lillian—explicó suavemente.

El cambio en la mujer más baja era visible. Su espalda se tensó, sus hombros se cuadraron, su mandíbula se apretó y sus ojos verdes se endurecieron. Rápidamente miró a los otros agentes y los autos, antes de volver a Kara—¿Desde cuándo sabes eso?—

Kara suspiró—Desde que entramos en el avión—

—¿Y no pensaste que deberías compartir la noticia?—La ira de Lena iba en aumento, estaba claro.

—Todavía teníamos un vuelo de seis horas—declaró suavemente el héroe—No quería que te preocuparas—

—¿No quería que me preocupara o estaba haciendo planes a mis espaldas?—La acusación de Lena fue aguda y clara—¿Qué hacen aquí?—

Kara trató de ignorar a todos a su alrededor, o el hecho de que todavía estaban en medio de la pista de aterrizaje de un aeropuerto, eligiendo darle a Lena toda su atención de una manera desesperada para que ella entendiera—La agente Vásquez te llevará a casa y se quedará allí para asegurarse de que estés a salvo—

—¿Por qué no puedes hacer eso?—

Lena lo sabía. Era una mujer brillante y sabía por qué, no había razón para que estuviera confundida acerca de lo que estaba pasando, pero Kara podía ver por qué intentaría negar la realidad. Pasaron una semana perfectamente romántica, lejos de todos los problemas y evitando los problemas, y, tan pronto como pusieron un pie en National City, ella volvió a estar allí. Kara solo esperaba que el agente Vásquez pudiera protegerla mientras salía a manejar las cosas.

—Porque voy con Kal y otros agentes tras ellos—

Hubo una pausa en la que se quedaron mirando el uno al otro, ninguno dispuesto a alejarse de la discusión que estaba dando la vuelta a la esquina. Kara podría ceder en muchas cosas, pero no cuando se trata de proteger a su familia. Ya había perdido demasiado, demasiadas personas en su vida, y nunca se arriesgaría a volver a pasar por ese dolor. Mientras Lex caminaba, nunca podría dejarlo pasar y siempre estaría mirando por encima del hombro, esperando que él hiciera su próximo movimiento. La volvería loca algún día o fracasaría y él obtendría lo que quería.

Lena tampoco podía dejarlo pasar, pero por diferentes razones—¿Por qué? ¿Por qué tienes que irte?—

—¿Por qué no debería ir?—Kara respondió con las cejas levantadas—Kal va a arriesgar su vida. También lo harán Alex, J'onn, Maggie y todos los demás agentes involucrados en esto. ¿Por qué no debería ir yo?—

—Porque sabes que Lex te estará cuidando—replicó Lena, alzando un poco la voz, dando a conocer su miedo—Ahora él sabe lo que significas para mí, te escapaste de él, no dejará que te salgas con la tuya. Es peligroso, lo sabes—

Me Alegro Conocerte Donde viven las historias. Descúbrelo ahora