Son Chaeyoung es una jóven coreana de 16 años que estudia en una secundaria de Corea del Sur, sufre bullying por parte de un grupo de compañeras de su clase porqué segun sus bullys es muy masculina. Pero Chaeyoung se termina enamorando de una de sus...
Tengo que hacer un trabajo con Jeongyeon, me muero. Hace unos pocos días acepté de que si me gusta pero ella no lo sabe, desde ése día cada vez que la veo me pongo nerviosa, así que no se como voy a hacer para no ponerme nerviosa ahora.
Cuándo escuché como tocaban la puerta me puse muy nerviosa, estaba temblando.
-Hola Nayeon- Abrí la puerta y me quedé paralizada con la belleza que estaba ahí.
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-Hola Jeong, pasa- Tarde unos segundos en responder porque estaba en shock por como estaba, es hermosa.
Es muy atractiva, no entiendo como no tiene novia.
El trabajo que teníamos que hacer es de biología, en biología me va horrible pero creo que a ella le va bien.
-Tienes alguna idea de como hacer el trabajo- Me pregunto, me puse muy nerviosa ya que no sabía.
-No, me va muy mal en biología- Después de que dijera esto ella cambio su expresión y puso una más seria.
-Yo si tengo ideas, pero para que yo te ayude tú también tienes que ayudarme- Me dijo mirándome fijo a los ojos, estaba temblando levemente.
-¿Tienes frío?- Preguntó. -No, no tengo- Me miró raro por la repuesta que le dí.
Estuvimos viendo que hacer para lo de biología pero yo no entendía nada.
-Ahora tienes alguna idea?- Me preguntó, yo negué con la cabeza.
-¿Entonces que hacemos?, yo te ayudo si tú me ayudas, pero por ahora no me estas ayudando- Ése comentario me hizo sentir un poco mal, pero yo no me iba a dejar pisotear por ella aunque me guste.
-¿Como puedo hacer para que me ayudes?- Pregunté con un tono seductor.
-Ayudandome con el trabajo- Me dijo seria, capaz que no entendió.
Para que entienda de lo que hablaba empecé a acercarme a ella.
-¿No hay otra manera para que me ayudes?~- Le dije al oído, si ahora no entendía me rindo.
-No- Me dijo, pero yo no me iba a rendir, sabía que había entendido.
Me acerqué mas y me senté en su regazo, se quedó viéndome con cara de confusión.
