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El dulce arrullo de un desconocido fue el calmante perfecto para Killua. Ambos se mantuvieron en esa posición por varios minutos hasta que finalmente el albino susurró un "gracias" incapaz de mirar a Gon.

—Este... yo

—Solo olvídalo— guardó las perlas en una pequeña bolsita y se levantó, continuando así su recorrido.

Gon supo que lo mejor era no indagar, además ¿Debía preocuparse por un tipo que parecía capaz de matarlo en cualquier momento?.

Debía mantener la cabeza fría, extraer la información y mantener la fiesta en paz con él.

Podríamos decir que Gon era el Ícaro de nuestra historia.

Gon siempre fue impulsivo, alguien que ayudaría a conocidos y desconocidos mientras no fueran tipos malos.

Y ante sus ojos, Killua todavía no tiene un lugar definido entre los sentimientos positivos y negativos.

Finalmente llegaron al riachuelo donde cruzaron miradas por primera vez.

—Bien, tal vez sea lo mejor dejar las cosas claras desde el principio— Gon tomó un par de ramas y las frotó creando una pequeña chispa de fuego.

Killua solo asintió y se sentó frente a él. Ambos inmersos en la oscuridad esperando alguna señal, no parecían dispuestos a dar el primer paso.

—Bien, debido a un mal momento en mi familia, hice un trato con este yokai, terminé siendo considerado un peligro, lastimaron a mi familia, me convertí en el monstruo más conocido del periodo Edo, no creo poder entrar en detalles— esto le recordó a su objetivo principal, vencer a quien quiera que lo detuviera en su reencuentro con su madre.

Perdió el tiempo estableciéndose en un lugar donde no viviría, debería estar formando un plan. Pero las cosas se habían complicado al encontrar a un individuo de alguna forma relacionado a él y su yokai.

Killua parece atravesar su alma con una mirada llena de comprensión, un nudo se formó en su garganta.

Porque por primera vez, siente que alguien lo comprende.

Y no hay que malinterpretar esta palabra, hubieron personas que lo apoyaron y no juzgaron su condición. Pero, todos y cada uno de ellos lo trataron como un ser inocente, como a un niño que no tiene razón de sus acciones. Pero era consciente de la oscuridad dentro de él y el daño que podría ocasionar. Y Killua lo entendí.

Porque él también era así de alguna forma. Killua fue tratado como un monstruo de guerra, su humanidad era completamente ignorada, y tal como Gon, el descubrió su verdadera esencia gracias a Inari.

Y con una mirada se descubrió todo aquello. Después de todo, tenían una "conexión", si así se le podía llamar.

Gon le contó a Killua sobre su familia, y Killua sobre su clan, al cuál ya no le correspondía ningún vínculo afectivo. Incluso su odio se había disipado.

—Tal vez en otras circunstancias hubiéramos podido ser amigos, incluso mejores amigos— comentó Killua imerso en las estrellas de la noche.

Gon también lo había pensado, tenían varias cosas en común, e incluso la misma edad.

—Podemos ser mejores amigos ahora— propone.

Killua se sorprende y suelta una risa.

—¿Cómo estás tan seguro de que no te atacaré mientras duermes?

—¿Lo harás?

Gon era alguien extraño.

—N-no, pero...

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⏰ Última actualización: Aug 20, 2022 ⏰

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