Un ruido ensordecedor me despierta, lanzo mi mano rabiosa al molesto despertador ¡CÁLLATE!
¡Vaya un día más! Pero hoy es un día especial,voy a ver por fin el local que podría ser mi despacho. Sí,mi despacho. Después de años en la universidad de Madrid,por fin me he graduado,hace dos meses para ser exactos en mi carrera de psicología y ahora me dirijo a enfrentarme al mundo,yo sola;como siempre.
Después de vestirme con un bonito vestido azul de volantes,y maquillarme muy suavemente con rímel y gloss,me dirijo hacia la calle.El calor de hoy es realmente abrasador,es lo que tiene Madrid en julio,las personas caminan de un lado a otro simulando un cutre rebaño,parece que todos marchan en la misma dirección.Quince minutos después estoy frente al edificio,dónde previamente había quedado con el hombrecillo de la inmobiliaria.
Las diez y media,¡PERFECTO! Justo a tiempo para hacer negocios.Subo en el elegante ascensor hasta el quinto piso,y me dirijo hacia la letra "D" me gustan estos tipos de casualidades,es la inicial de mi nombre.Antes de llegar a la puerta,un atractivo hombre la abre.No puedo evitar babear sin cortarme.¡¿De dónde ha salido este hombre tan follable?!Un metro ochenta de hombre,fuerte y atlético.Se ve que es un chico muy sano y de ir frecuentemente al gimnasio,con unos ojazos color miel que me miran con...¿Diversión?
- ¿Señorita Black?
Su voz sexy y grave me saca de mi chequeo corporal hacia su persona.
- Mmmmmm,perdóneme usted, creo que me he equivocado. Aunque no sé muy bien por que me llama por mi apellido¿ Acaso nos conocemos?
- Perdone señorita, el señor Fernández no se ha podido presentar a la cita.He venido yo en su lugar.
- Vaya no me ha avisado,No estaba al tanto.
- Ha sido algo muy repentino, siento las molestias.
- ¿Y usted es? Un hombre tan educado, y aún no se ha presentado
Al pronunciar mis palabras, noto como da un pequeño salto casi imperceptible, sólo yo una mujer tan observadora podría haberme dado cuenta.Su gesto hace que se asome una tonta sonrisa por mis labios.Si, me gustaría ponerle aún más nervioso a poder ser con mucha menos ropa.
- Señor Lawrenc, pero llámame Álvaro.No haga que me sienta viejo.
- Llámame Débora.Encantada de conocerte.
Después de dos besos ( El me ofreció la mano y yo le agarré y le atraje hacia mí)Nos dirigimos dentro de la habitación para seguir hablando de negocios.
Media hora después estábamos en la calle, me dio su número personal y nos despedimos con la promesa de volver a vernos.
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Muy buenas, esta es la primera historia que publico aquí y me gustaría que me dejarías vuestras opiniones,así sabré si os gusta o no y si debo seguir escribiendo.
Gracias
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Después de mi pequeño encontronazo con Álvaro, la nostalgia me avisó de que echaba de menos a Lucas, mi amigo con el que mantenía una relación estrecha y de mucha confianza.Tengo que admitir que no sólo compartimos secretos, también muchas veces compartímos cama. Cuando nos apetece lo hacemos y punto.Lucas es un hombre muy atractivo y experimentado en el sexo y no entiendo que hay de malo en hacerlo.Nos queremos, nos respetamos y follamos; tanto juntos como con otras personas.Somos follamigos,pero no sólo eso si no que la gran amistad que nos une nos llevó a intimar de una manera más salvaje.Y no pienso dejar de hacerlo. Es cómodo y fácil.
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Rendida a mi cuerpo©
RandomDébora es una joven psicóloga que tras graduarse decide montar su propia consulta.Es una historia contada en primera persona,Débora cuenta sin tapujos sus experiencias sexuales, habla de sus relaciones de una manera frívola, y sólo le importa acosta...