La limusina se detiene frente a un lujoso y exclusivo hotel. Damon nuevamente me ayuda a bajar y ambos agarrados de la mano nos dirigimos a la recepcionista, que clava de manera escandalosa los ojos en mi amante.
-Buenas noches,-dice Damon autoritario-¿Tenéis todo ya preparado?
-Poo-por supuesto señor Fox-Le responde la rubia recepcionista, hinchando su pecho para provocar una reacción en él-La suite está preparada.
Damon la ignora y me guía hasta unos grandes ascensores. Subimos sin decirnos ni una sola palabra y finalmente llegamos a nuestro destino. Un gran recibidor, decorado con varios cuadros se ilumina ante nuestros ojos, al final diviso una puerta, supongo que allí es la suite.
En efecto, Damon saca una tarjeta del bolsillo y la abre. Una pequeña lámpara rosa situada en una enorme mesa de cristal, le da un aspecto íntimo al local. Enfrente del todo una gran cristalera deja ver la hermosa ciudad ,iluminada con pequeños focos de mil colores.
Una enorme barra de mármol negro separa la elegante cocina del salón. Dónde cuelga una enorme televisión de plasma. Le acompañan unos sillones de piel color crema adornado con cojines peludos negros. Todo huele a mango. Dando un toque frutal a toda la habitación.
-¿Aquí es dónde huyes cuando te apetece verdad?-digo mirando la estatua desnuda de una mujer de metro y medio en una esquina del salón
-Sí, es dónde traigo a mis conquistas-dice intentando darme celos-
No me provoca lo que quiere, no estoy celosa hago lo mismo en mi apartamento.
-No me esperaba ser la primera señor Fox, no me importa-le digo mirándole, me observa y se rinde al ver que no ha conseguido lo que quería.-Hago lo mismo en mi apartamento. Su mirada cambia, el celoso es él. Jeque mate
-¿Quieres beber algo?
-¿Tienes ron?
-Sí.
-Perfecto.-arrastro mis palabras y paso mi húmeda lengua por mi labio superior, Damon se pone tenso y se dirige a la cocina para servirme-.
Cómo pasa el tiempo, me habré bebido al menos 6 copas y mi libido empieza a ser ya desenfrenado. Me levanto tambaleándome y sonriendo como una poseída y agarro mi bolso mientras se escurre entre mis manos. Me arrodillo y lo recojo a duras penas. Hurgo en él y saco mi móvil me meto en música y busco la que quiero oír en ese momento.
-Creo que ya hemos bebido y charlado demasiado,-digo lentamente acercándome a él-¿Qué te parece ?-Damon me mira y sonríe, extiende su mano para agarrarme de la cintura pero yo me aparto, la seductora voz de Lana del Rey empieza a despertarme.
Blue jeans, white shirt walked to the room you know you made my eyes burn It was like, James Dean, for sure You're so fresh to death & sick as cancer...
Apoyo mi pie muy cerca de su entrepierna y me quito un zapato, bajo el pie y elevo el otro lentamente hasta hincar el tacón en su pecho.Damon me mira extasiado y lo besa sin dejar de mirarme con esa mirada de fiera hambrienta.
Vuelvo a bajar el pie y llevo mis manos muy despacio a la cremallera casi invisible de mi vestido en un costado.
La bajo lentamente haciendo movimientos sensuales con los ojos cerrados y mordiéndome el labio. El vestido cae a mis pies de una manera erótica, dejándome solo con el conjunto de lencería transparente que me regalo.
Al ver lo que llevo puesto sonríe seductoramente y sin darme tiempo a más me coge en brazos. Envuelvo mis piernas en sus caderas jadeando por lo que está por venir. Me deja suavemente encima de la encimera de mármol y sube mi pierna derecha a su hombro. Me va dando húmedos besos desde las pantorrillas hasta la parte externa de mi muslo. Sus besos cada vez más hambrientos se van adentrando en la parte interna, provocándome gemidos.
ESTÁS LEYENDO
Rendida a mi cuerpo©
RandomDébora es una joven psicóloga que tras graduarse decide montar su propia consulta.Es una historia contada en primera persona,Débora cuenta sin tapujos sus experiencias sexuales, habla de sus relaciones de una manera frívola, y sólo le importa acosta...