Rendida a mi cuerpo©

Conociendo a Débora.

Nunca he sido una joven como las demás;nunca he soñado con principes,ni con castillos, ni con una gran boda o tener muchos hijos.Siempre he sido una niña y una mujer muy independiente,Para mis padres era un alivío,pues yo sola hacia mi cama,mi desayuno y mis deberes.

Mi adolescencia siempre será una época que recordaré con cariño.Me inicié bastane temprano en varias cosas como por ejemplo en el sexo.Me gustaba provocar a mis compañeros,a sus amigos,  a cualquier chico que conociera.Puede que me recuerden algunas compañeras como la zorra en celo del instituto, pero eso no es exactamente así.

Me gustaba provocar y sentir ojos clavados en mi cuerpo,ya muy desarrolado para mi edad.Eso me hacia sentir mayor,me hacia sentir mujer y echaba lejos cualquier pensamiento en mi cerebro de inferioridad hacia otra bellas chicas.

Pero en el ámbito sexual era muy selectiva con mis amantes o como yo los llamaba "hambrientos".

Les empezé a llamar así,después de darme cuenta de  que los chavales a esa edad solo se preocupaban de meterla en algo caliente  y presumir con los perdedores de sus amigos de que habían follado.Y no se preocupaban lo mas mínimo por la indefensa chica que muchas veces tenían entre sus brazos,chicas completamente sumisas que entregaban su virginidad  a sus capullos novios por el miedo a que estos las abandora por alguna otra chica "mejor".

Yo sabía perfectamente co quien quería acostarme y quien me repugnaba.De hecho mi virginidad la perdí  a los 15 años con una pareja que tuve en el instituto;Logan.Lo hice por placer,porque sabía que tenia que ser con él, estaba segura  y me entregué a sus brazos.

Fue una experiencia bastante decepcionante y no disfrute lo más mínimo,Logan me trato con mucha dulzura y ternura, sé que me quería pero eso no era lo que mi cuerpo anhelaba.Mi mente me decía que eso del amor no era para mí,yo quería más, algo más arriesgado.Por eso una semana después lo dejé.

Dejé a Logan y me dediqué a estudiar de Lunes a Jueves y a salir de fiesta y emborracharme los viernes y los sábados.Así conocí  mucha gente en especial a  muchos chicos de mi edad.Al día de hoy no sé cuantos labios han pasado por los míos y cuando quiero recordarlos solo tengo lagunas en mi mente.Fue una época salvaje dónde todo era alcohol,marihuana y sexo.

Todos los chicos con los que me había acostado me parecían sosos e incípidos.No lograba tener un orgasmo al menos que me lo provocara  yo misma masturbándome,En cambios ellos se enamoraban y tocaban mi puerta sin parar y a mi eso me encantaba, era mi venganza particular hacia todos los hombres cabrones que habían roto corazones de pobres niñas enamoradas.Los volvía locos con mi sensualidad y mi picardía.

Supongo que tiene mucho que ver el hecho de que siempre les decía a todos y a cada uno de ellos que yo solo follaba una noche y nunca repetía al mismo chico.La verdad es que yo estaba esperando que apareciera "El hombre" el que me volvería loca el que haría que yo me humillase para que él me follara una y otra vez.

La primera vez que ví a ese hombre fue en el antro de mi pequeña ciudad. No pude evitar pensar en él entre mis piernas rogándome atención y gimiendo mi nombre,como todos mis anteriores polvos.Me excitaba saber que el caería como todos los demás y que rogaría por mí,por mi sensualidad,por mi cuerpo.Me acuerdo de como salí a fumarme un cigarro y de como unas manos rodearon mi cintura atrayendo hacia tras mi culo respingón.

-¡Vaya,vaya,vaya...!¡Creo que alguién esta muy cachondo esta noche!-exclamé burlona girándo hacia esa persona-.

Mi ironía se esfumo tan rápido como la colilla de mi cigarro arrastrada por el viento

Era él,ese chico al  que observé nada mas llegar al local,Era dos cabezas mayor que yo y por la ropa que llevaba seguramente jugador de baloncesto de su universidad.Sus brazos enormes me agarraba fuerte sin soltarme y sus ojos verdes se clavaban en los míos sin ningún tipo de rubor.Noté como mi tanga se humedecía,él era tan jodidamente sexy que antes de empezar ya estaba totalmente mojada por él.De su boca salió un sonoro suspiro para apartar los mechones rebeldes negros que cayan sobre su frente.