[ 𝟏𝟓𝟔𝟒 / 𝐆𝐚𝐥𝐢𝐥𝐞𝐢 ]

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Otra vez. Lo había hecho otra vez y ahora tenía que ir detrás de su flaco trasero para asegurarse de que no le pasara nada. Y lo peor de todo es que no sólo era responsabilidad única de él, pues por su parte también se había salido de control y los dos eran responsables de todo ese embrollo.

Tantas veces que le dijo a Minghao que los directivos y profesores ya estaban cansados de ellos. De él, especialmente.

«¡Yo estoy más cansado de ellos! ¡Malditos fascistas!»

Si Minghao no fuera tan bueno para el arte, tal vez se hubieran ahorrado todo aquello. Cruzaron la línea.

Y ahora eran fugitivos.

Estudiantes fugitivos dentro de su propia universidad, porque sus huelgas dejaron de ser pacíficas desde que Minghao se atrevió a hacer un dibujo bien elaborado de todos sus profesores, prefectos y directivos besando una escultura de Benito Mussolini con el logo de la universidad permutado en simbología fascista y con un texto en grande con letras rojas que ponía "¡Cerdos fascistas!".

Como si eso no fuera suficiente, Minghao se aseguró de que su caricatura se hiciera viral en las distintas facultades de su universidad y la cereza en el pastel fue elaborar una pancarta con su creación y colocarla en el edificio de Rectoría a la vista de todos. Y Junhui lo ayudó en esa tarea.

No sólo eso, Junhui le había pedido a su amigo Soonyoung, que estudiaba periodismo en la Facultad de Ciencias de la Comunicación y el Lenguaje, el cual a su vez era el fundador y estudiante jefe del periódico oficial de la universidad, el Ten Times Ten o TTT (un nombre raro, pero Soonyoung dijo que el periodismo era 100% fuego y pasión), en el cual publicaron una lista de los profesores, prefectos y directivos más corruptos de la universidad en general.

Junhui no estaba libre de pecado, pero no era tan rebelde como Minghao, su mejor amigo estaba en otro nivel.

—¡Hao! ¡No creo que sea lo más adecuado! —Siguieron huyendo dentro del edificio de los dormitorios masculinos. Su amigo era más rápido, así que Jun apenas pudo seguirle el paso.

Minghao subía las escaleras de dos en dos sin mostrar su cansancio y Junhui, que las únicas actividades físicas que realizaba eran relacionadas a las artes marciales o a sus años de bailarín, sentía los músculos de sus piernas ardiendo, pero agradecía tener también alta condición física para seguirle el paso a su mejor amigo.

Aún así, subió detrás de él, escuchando el revuelto de profesores, prefectos y becarios detrás de ellos.

Esta vez se habían pasado de la raya, definitivamente.

De todas maneras, Minghao sonreía ampliamente, como si eso fuera exactamente lo que quería. Y Junhui no dudaba de eso.

"Eso les mostrará que vamos en serio" pensaba Minghao con satisfacción.

Estaban en el edificio de los dormitorios masculinos. No podían ir directamente al suyo porque eso era suicidio y no era la idea más inteligente en la cual uno podía pensar. Pero tampoco podían ir de lleno a la terraza o a los dormitorios de sus amigos que también eran parte de la "rebelión". Así que Jun no tenía claro hacia dónde iba corriendo Minghao; él sólo lo seguía, subiendo las escaleras lo más rápido posible para no ser alcanzado por la turba detrás de ellos.

Minghao dejó de subir las escaleras y corrió por el largo pasillo del piso 9, dejando atrás el piso 8 en donde se encontraba su dormitorio compartido. Junhui lo miró confundido, pero siguió corriendo detrás de él.

Frente a ellos, Kim Mingyu, estudiante de la Facultad de Ingeniería Eléctrica y Mecánica, trataba de sostener las bolsas de la despensa entre sus amplios brazos para entrar en su dormitorio sin tirar nada (porque siempre se le caían las cosas de una manera u otra). Así que había abierto con la llave, dejando la puerta abierta de lleno mientras cargaba con cuidado las bolsas reciclables para entrar.

La Tertulia de Galilei (WonHui/GyuHao)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora