[ 𝟏𝟖𝟒𝟑 / 𝐊𝐨𝐜𝐡 ]

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Llegó el jueves. El día de mañana.

El día en el cual el grupo más rebelde de la universidad tendría su reunión... ¿Para hacer un Cadáver Exquisito y comer donas?

Wonwoo miró el papel con ceño fruncido, repasando una y otra vez ese croquis hecho a mano por Junhui, el cual había añadido en la esquina un dibujo de un gatito sonriente.

Estaba detrás de Mingyu el cual parecía muy animado. Las clases de ambos se habían terminado, aunque a muchas de ellas Wonwoo no tenía que asistir pues tenía un permiso especial y nunca fallaba en sus exámenes, exentando la mayoría de ellos.

Para él salir de su cómodo dormitorio al mundo exterior le causaba ansiedad, así que lo evitaba todo lo que podía. Tenía puestos sus audífonos como protector de oídos y seguía a Mingyu de cerca, sin despegar la vista del suelo.

Por el mapa tendrían que salir de la Ciudad Universitaria que era muy amplia.

Se movieron desde el dormitorio hacia la salida, cruzando el amplio estacionamiento. Wonwoo notó que el croquis estaba muy detallado y no le costó guiarse. Miraba de reojo a Mingyu que tenía una sonrisa muy amplia y lucía más energético de lo normal.

Para ir directamente a la guarida rebelde de Xu Minghao, no debería estar tan relajado, pero Wonwoo sabía que Mingyu no se tomaba las cosas tan seriamente como él.

Buscaron el mentado lugar, moviéndose entre las calles de piedra, no muy lejos del gran campus de CU, en el área alrededor de la mayor institución estudiantil de todo Yabbay, se quedaron de pie frente a la banqueta de aquel establecimiento.

Ambos leyeron el letrero encima de la marquesina.

«Galilei's Café»

Era el nombre del lugar. Wonwoo sonrió enseguida. No le sorprendió para nada que la tertulia fuera en un lugar así. Al menos tenía estilo.

Ambos jóvenes entraron y por dentro, la cafetería lucía como cualquier otra, con una temática del astrónomo Galileo Galilei y Mingyu tuvo que arrastrar a Wonwoo hasta el mostrador para ir a preguntar por Minghao y Junhui, pues su amigo ya empezaba a dar datos acerca de la vida del científico y el moreno no lo sacaría de ahí.

Fueron al mostrador y había un adulto de cabello ligeramente largo y rasgos faciales muy atractivos atendiendo a los clientes.

Cuando se movieron y ellos se acercaron, el hombre les sonrió enseguida.

Mingyu fue el que habló, pues no veía a ninguno de los chinos por ahí, sólo clientes regulares usando la cafetería.

Wonwoo se quedó a su lado, sin dejar de pasar la mirada alrededor de todo el lugar.

—Buenas tardes, disculpe, eh... —Mingyu no sabía cómo preguntarlo.

Decía, «¿aquí se hacen reuniones de tertulia con propósitos de rebelión contra una institución universitaria?» o cómo lo preguntaría.

Wonwoo notó su vacilación y se acercó al mostrador también, mostrándole el croquis al adulto que estaba vestido con un delantal y seguía sonriendo de forma cordial.

Quis dormit? —dijo con gesto neutro. Esa era la contraseña que les habían dicho; debía de servir de algo.

El hombre mayor enseguida alzó las cejas y cambió la naturaleza de su sonrisa.

—Sólo aquellos que se conforman con el opio que se les da —respondió y Wonwoo entendió que efectivamente, había dicho la contraseña que revelaba su asociación con la cofradía.

Una asociación que no estaba muy seguro de aceptar, pero ya estaba ahí, ¿no?

—Ustedes deben de ser los chicos de los cuales Minghao me avisó que vendrían —siguió hablando el hombre, que se tocó el pecho en un ademán de presentación—. Mi nombre es Yoon Jeonghan, soy dueño del lugar.

La Tertulia de Galilei (WonHui/GyuHao)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora