10. ¿Qué es lo que tramas?

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Capítulo 10. ¿Qué es lo que tramas?

Mabel

—¿Han encontrado ya su cuerpo?

—Justo he hablado esta mañana con su superior, la policía está buscando el cuerpo de tu padre.

—No entiendo nada, creía que hasta que no se encuentra el cadaver no se puede dar por muerta a una persona —saboreé mi último trozo de pizza, estaba delicioso.

—Lo vieron caerse y no hubo rastro de él, estaban en mar abierto, es imposible que haya sobrevivido —señaló con obviedad.

—¿Es que a caso no tienes ni una pizca de esperanza? ¡Estamos hablando de papá! —me sentí frustrada, quería convencerme de que seguía vivo, pero al mismo tiempo tenía miedo de que mis conclusiones no fueran más que un engaño para no desmoronarme.

—No me gusta hablar de muertos a la hora de comer cariño —zanjó el tema mi madre.

Ella también debía de estar destrozada.

—Voy a acostarme que mañana tengo que madrugar, y tú también deberías hacerlo si no quieres que se te peguen las sábanas —se acercó y me dio un beso en la frente, no tardé en sentir su calor, mi madre era el único pilar que me sostenía desde hacía mucho tiempo.

Mi padre viajaba mucho, la última vez que lo vi fue hace dos años, se marchó a esa dichosa misión, y doy gracias a que pude despedirme en condiciones.

—Está bien —le dediqué una sonrisa y me separé para recoger mi plato.

Subí las escaleras y Coco me siguió dando pequeños saltitos, era adorable.

Vi la vieja cartera de mi padre en mi escritorio y no pude evitar pensar en Daryl, me preguntaba qué es lo que él hacía allí, no tenía ningún sentido; y era incapaz de relacionarlo con cualquier cosa de la mansión de los Thompson, ni si quiera con ellos.

Mi móvil comenzó a vibrar en la mesilla de noche y lo cogí, era Grace.

—Buenas noches minion —respondí con alegría.

—¡Mabel, necesito tu ayuda urgentemente! —tan exagerada como siempre.

—¿Te has caído por un barranco?

—¡Peor! He quedado con Jowi mañana —estado: en shock —y no tengo nada que ponerme —¿qué os he dicho?

—Vale a ver relájate, mañana podemos ir de compras por la mañana.

—¡Por eso te quiero tanto carrot cake!No se me había ocurrido —murmuró lo último.

—¿Y tampoco se te ha ocurrido contarme antes que habíais quedado? ¡Encima con un chico! —exclamé dramáticamente, para nosotras era nuevo esto de socializar y más si consistía en salir con un chico, bueno, si yo estaba sorprendida no se como debía estar ella pero podía imaginármelo.

—Es que... Estaba tan emocionada que se me olvidó, no he parado de pensar en cómo será.

—Madre mía Grace, estoy tan feliz por tí, esto es increíble ¡Tu primera cita!

—¡Ahhhhhhh! Me voy a morir, que ganas de que llegue mañana y que miedo al mismo tiempo —reí, no se ni cuántas carcajadas solté, creo que eran de emoción, de euforia más que de risa. Me hacía feliz verla así de contenta.

Y claro mi risa es de las que se te pegan aunque no quieras, así que mi amiga también empezó a llenar mis oídos de sus alegres carcajadas. Adoraba estos momentos con ella. Me hacían olvidarme del resto del mundo.

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