CAPITULO 15✓

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Mire mis manos nerviosa, trague saliva al escuchar la puerta abrirse.

— Puede pasar, él señor Luján la atenderá —. Mire a esa chica de cabellos rizados y ojos marrones como el chocolate

Asentí varias veces con la cabeza, me levanté de mi asiento y antes de entrar le regale una sonrisa a aquella chica.

Ella me devolvió el gesto con gusto, desvíe mi mirada al entrar a su oficina, lo observé de espaldas.

— Pensé que nunca me buscarias —. Escuché su voz por segunda vez, era ronca y sexy, relami mis labios nerviosa

— Tú dijiste que te buscará si quería separarme de mi hermano —. Aclare mi garganta

— Así es —. Se dio la vuelta y por primera vez ví su rostro

Sus labios aún se veian morados y tenía un desgarre en la parte superior de uno de sus ojos, baje la mirada rápidamente sintiéndome culpable.

— Perdón, perdón no debí venir —. Quise abrir la puerta y salir, pero pego rápidamente su mano a la puerta, impidiendo que saliera

— Se que tienes culpabilidad por lo que hizo tú hermano, pero no es tú culpa —. Sus palabras fueron suaves

Mordí mi lengua al sentir como mis ojos se tornaron borrosos.

— ¿Así que veniste por lo que te propuse? —. Sentí como su pecho toco mi espalda

Me di la vuelta con sutileza, quedé frente a frente con él, podía sentir como el aura de su cuerpo quemaba mi piel.

— Así es —. Afirme

— ¿Por qué? ¿Cuál es el motivo del que quieres separarte de él? —. Baje la mirada pensando en cada cosa por la cuál me quería separar de él

— ¿Ustedes cometen incesto verdad? —. Su pregunta hizo que mis ojos se abrieran de golpe, trague saliva sin responder

— Tienes que confiar en mí, sino, no podré ayudarte —. Acarició mis mejillas con dulzura

— Si —. Murmuré

— Lo suponía, la forma en la que te mira Demian y te cela no es amor de hermanos, sino de un hombre a una mujer —. Se aparto de mi cuerpo caminando a su escritorio, recargo las puntas de sus dedos en el, me miró fijamente

— ¿Que me vas a pedir a cambio de que me ayudes a escapar de Demian? —. Pregunté

Todos sabemos que nada es regalado en esta maldita vida, observé como una pequeña sonrisa se dibujo en sus labios.

— ¿Por qué tanta insistencia en escapar de él? ¿Estás embarazada verdad? —. Sus preguntas me cayeron como un balde de agua fría

— Si —. Susurré

— ¿Entonces que quieres a cambio? ¿Cuánto me va a costar escapar de mi hermano? —. Pegue mi espalda a la puerta

— Sabes tú y yo nos conocemos desde la preparatoria, fuimos compañeros de salón —. Sonrío con nostalgia recordando algo

— Pero solo una vez basto para que enamorara de ti —. Fruncí el ceño confundida al escucharlo

— ¿Qué? —. Pregunté

— Una vez que tú hermano me empujó y yo caí al piso tirando todas mis cosas —. Me miró

— Tú le dijiste que no lo hiciera pero él no te hizo caso y rompió mis libros y cuadernos —. Observé como se tenso su mandíbula

Y entonces recordé...

     
                      FLASHBACK

¿Que te sucede Demian? —. Empujé su pecho con fuerza

— ¿Que no viste como te miraba? Él se lo merecía —. Miró a aquel pobre chico con desprecio

— Eres un idiota —. Lo mire con rabia

— Disculpalo él a veces puede llegar a ser un poco imbécil —. Me acerque al chico ayudándolo a recoger sus pocas cosas que no estaban destruidas

— ¿Por qué te disculpas Dalia? —. Me tomo con fuerza Demian

— ¡Suéltame! —. Alce la voz molesta

— ¡Ya Demian deja que lo ayude y ya! —. Erick se interpuso y pude zafar mi brazo del agarre de Demian, él me miró con molestia, se inco hasta quedar a mi altura

— Está vez te la voy a pasar por qué se que jamás te fijarias en un estúpido como él —. Tomo con fuerza mi mandíbula

Trato de besarme, pero rápidamente gire mi rostro, me soltó y observé como comenzó a caminar con Erick.

— Lo lamento de verdad —. Volví a disculparme

Baje la mirada al sentir mis mejillas húmedas, sentí como aquel chico me tomaba con delicadeza de la barbilla.

— No deberías llorar ni pedir disculpas por lo que hace tu hermano —. Con la yema de sus dedos limpio mis lágrimas

Sonreí tristemente, esos ojos azules como el mar me hipnotizaban.

— Mañana te prometo que mañana te compraré esos libros y todo lo que rompió Demian —. Guarde lo último que quedaban de sus cosas y me levanté

Él al igual que yo se levantó tomando su mochila, mire el pasillo, estaba despierto y eso solo significaba que era tarde.

— Tengo que irme —. Mire al chico

— Mi nombre es... —. Alce mi mano en forma de saludo

— Dalia Miller — No me dejó terminar oración

— Así es —. Sonreí

— ¿Y tú eres? —. Pregunté

— Hugo Luján —. Respondió estrechando mi mano

— Ahora sí tengo que irme, te prometo que mañana te compraré todo —. Quise alejar mi mano de la de él pero él seguía aferrado a ella

— Te prometo que jamás volverás a derramar una lágrima con Demian a mi lado —. Susurró

Esas palabras hicieron que me confundiera.

— De verdad tengo que irme —. Me zafe de su agarre como pude

(...)

— Hola —. Saludé a Hugo

— Hola —. Me saludo con una enorme sonrisa

— Toma —. Le entregue lo que había roto Demian, él los miro y los tomo con suma delicadeza

— No tenías por qué molestarte, esto lo pude haber comprado yo —. Me miró

— Quiero enmendar el error de mi hermano —. Susurré

— Tú no puedes y ni tienes por qué enmendar los errores de tu hermano —. Su voz sonaba molesta

— Me tengo que ir —. Hablé cambiando de tema rápidamente

— ¿Por qué? —. Me tomo del antebrazo

Mire a mi alrededor, podía estar alguien viéndonos y no me gustaría que Demian se enterará, no se que podría pasar.

— De verdad tengo que irme —. Me gire soltandome de su agarre

— Lo que te dije ayer es verdad, la promesa que te hice la voy a cumplir —. Trague saliva al escucharlo

Jamás pensé que una simple promesa me llevaría de nuevo a él.

              FIN DEL FLASHBACK

AMARTE ES MI PERDICIÓN (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora